Normalmente escuchamos que el gobierno de Luis Guillermo Solís y el PAC no tienen rumbo ni dirección. Yo pienso que si tienen dirección, lamentablemente, no está enfocada en fortalecer nuestra democracia.
Por sus actos, reflejan un afán por limitar, regular, cerrar, prohibir, censurar, confiscar, pero aún peor, por lesionar la libertad de prensa, libertad de información, el derecho a defensa, el debido proceso y la división de poderes, como podemos observar en múltiples propuestas de Ley presentadas, y por acciones administrativas concretas en el presente período.
La última perla del Gobierno contra la libertad es una propuesta de ley que trabaja Casa Presidencial, donde crea una serie de excepciones con principios que no están bien determinados, los cuales abren muchas puertas que podrían restringir el acceso a la información pública. Aunque sean solo para discusión, como suelen decir.
El catálogo no es escaso ni exclusivo de Casa Presidencial. En solo el primer mes de gobierno, existieron quejas de diputados molestos por la forma autoritaria como presidía el Plenario el diputado Henry Mora Jiménez, se le reclamaba de quitar arbitrariamente el uso de la palabra.
Otro triste ejemplo es el proyecto de Reglamento para el Control Nacional de Fraccionamientos y Urbanizaciones (condominios), que recibió fuertes críticas legales por contener choques con la Constitución Política, lesionando derechos a la libertad y propiedad, además de entrar en conflicto con leyes que regulan el régimen de condominios.
Como olvidar el anteproyecto de ley que el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones (Micitt) pretendía presentar ante la Asamblea Legislativa, que, arremetiendo contra la libertad de expresión, libertad de prensa y libertad de empresa, se brincaba los tribunales de justicia, y otorgaba potestad de cerrar estaciones de radio o televisión, por contenidos que el Ministerio encontrara inmorales, ofensivos o mentirosos. Digno de 1984 de George Orwell.
También el proyecto de Ley de Fortalecimiento de la Gestión de Cobro de la Caja Costarricense de Seguro Social y Responsabilidad Nacional con la Seguridad Social (yo también quedé sin aire al decir ese nombre), que otorgaba la potestad de realizar todo un proceso de cobro, y gestiones de embargo y remates en sede administrativa. Siendo la CCSS juez y parte.
Similares superpoderes confiscatorios se le conferían a la administración tributaria en el proyecto de Ley para Mejorar la Lucha contra el Fraude Fiscal, expediente número 19.245. Siendo tres claros ejemplos del desprecio a la división de poderes, al debido proceso y libertad de defensa, por parte del gobierno de Luis Guillermo Solís.
Han querido regular hasta las tarifas de las universidades privadas, han dado un mal manejo al caso de Uber, han tensado las relaciones comerciales con varios países aplicando criterios políticos e ideológicos, en vez de criterios técnicos y científicos, con tal de parar la llegada de productos de otras naciones, siendo el caso del aguacate el mejor ejemplo de la ineptitud de dichas medidas, subiendo su precio un 72% en tan solo un año.
Similares casos fueron el lobby fantasma que realizó Laica con el Gobierno en enero del 2015 o el aumento del arancel al arroz importado de 35% a 65% que favoreció a Conarroz. No solo son ejemplos de desprecio al libre comercio, también desprecio a la libertad de elección del consumidor.
Por cuestiones de espacio no puedo agregar más joyas a la corona, pero existen otros ejemplos que demuestran el accionar de los enemigos de la libertad. No puedo dejar de preocuparme por las futuras ideas del Gobierno, pues su hilo conductual apunta a que no dejarán de sorprendernos en un mal sentido.
