Opinión

Las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) y la formación docente en el contexto universitario

La tecnología ha venido a sincronizarse con el diario vivir de la mayoría de seres humanos alrededor del mundo.

Esto se puede evidenciar con el constante uso de dispositivos móviles, como celulares inteligentes y tabletas, y con el uso de aplicaciones tecnológicas para diferentes tareas. Las nuevas tecnologías de información y comunicación (TIC) han brindado durante las últimas décadas una gran cantidad de facilidades y comodidades a los seres humanos, con las cuales pueden gestionar de manera más rápida y eficiente sus labores diarias. Este impacto ha repercutido en todas las facetas de la sociedad, incluyendo la educación, una de las más importantes en estos cambios, desde la educación primaria hasta la educación superior, tanto en su parte pública como su contraparte privada.

Como hemos podido observar durante las últimas décadas, la tecnología ha venido a modificar los diferentes entornos, sin ser la excepción el proceso educativo. Pero es este punto donde quisiera ahondar, ya que las TIC se encuentran en un constante cambio y actualización, y que el profesorado en muchos casos no cuenta con una cultura digital, la cual se puede definir como el conocimiento técnico adquirido por medio de la interacción con dispositivos vinculados al entorno virtual. En pleno siglo XXI es vital tener en cuenta la tecnología como uno de los principales ejes transversales de la vida cotidiana. El uso de las TIC permite desarrollar habilidades variadas en un espacio y tiempo que pueden ser sincrónicos o asincrónicos, dependiendo de la asignación; además pueden ser accedidas desde cualquier parte del planeta mientras se cuente con conexión a Internet o si se posee un respaldo digital, y debe contar con instrucciones bien detalladas.

Por otra parte, el término formación docente se puede definir como el nivel de conocimientos que una persona posee sobre una determinada materia, siendo que esta puede ser tanto conocimiento adquirido formalmente como empíricamente. Por lo que estas nuevas herramientas tecnológicas deben responder a objetivos claros y justificar su presencia en el currículo de cada curso respectivo.

Así, el uso de las Tecnologías de Información y Comunicación debe responder a una necesidad latente en el proceso de enseñanza-aprendizaje y ser definido por medio de un objetivo y mediación correcta. Pero esto solo se logra como un conocimiento y entendimiento del funcionamiento y conjunción de las diferentes TIC existentes en la red por parte de los docentes y de cómo estas son articuladas para obtener mejores resultados en el proceso de enseñanza.

Por ello, aparece una nueva necesidad de fortalecer la formación docente desde un currículo interdisciplinario, el cual sea integrado con las nuevas tecnologías. En este punto es donde se puede incluir el término mediación pedagógica, el cual se define como el despliegue de acciones organizadas de interacción pedagógica con la finalidad de promover y facilitar procesos de aprendizajes que fortalezcan el sentido de aprendizaje de los estudiantes. Por lo que la mediación pedagógica debe ser un área fortalecida en el profesorado por parte de las instituciones públicas, así como un compromiso de formación propio de cada docente.

En la actualidad hay cantidad innumerable de cursos que se brindan de manera virtual, así como cursos bimodales o de manera híbrida. Todo esto es resultado de la virtualización del proceso educativo. Además, estos cursos cuentan con el soporte de plataformas digitales y con la facilidad de adjuntar archivos multimedia (imágenes, audio, video y ahora, incluso, archivos interactivos). Aquí es donde uno como docente se interroga sobre qué tan factibles son estas modalidades virtuales y si existe algún enriquecimiento de su uso en el proceso de aprendizaje. Esto porque además existen infinidad de tecnologías nuevas, como las aplicaciones por medio de dispositivos móviles.

Es en este punto que se podría hablar del término, la articulación en el uso de las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC), definido como la característica que responde a la apropiada aplicación de estos recursos, los cuales deben tener un valor agregado que promueva el aprendizaje significativo. Poe ello, el uso de cada uno de estos recursos tecnológicos debe ir atado a cada uno de los objetivos dentro del currículo de su respectivo curso. En mi caso, al tratarse del contexto de la adquisición del inglés como segunda lengua, dado que existe una relación entre el aprendizaje de un idioma y el uso de la tecnología, esta permite crear acceso a contextos virtuales, interactuar con nativo parlantes o su contexto por medio de audios, videos y transmisiones en vivo con el uso de diferentes aplicaciones tecnológicas.

En mi experiencia se promueve tanto el desarrollo de la producción oral como la comprensión auditiva, así como el aprendizaje por medio de una gama de herramientas tecnológicas, inteligencias múltiples y necesidades de diversidad funcional. Por lo que las tecnologías pueden brindar nuevas oportunidades de mejora en el proceso de enseñanza-aprendizaje, pero estas requieren conocimiento, formación, implementación y articulación adecuada para tener resultados favorables y promover diferentes habilidades en el estudiantado.

Suscríbase al boletín

Ir al contenido