Opinión

¡La verdad es como el sol! ¿Quién lo tapa? 

A nuestro juicio y con el respeto de siempre, consideramos que en JUPEMA faltó transparencia, pues no dijeron toda la verdad a los usuarios del estudio actuarial.

Son los maravillosos aportes de altos burócratas de nuestro país: las ficciones jurídicas que ahora piensan, comen, van al baño y hasta escriben en periódicos para defender lo indefendible, escondidos allá dentro de nombres de fantasía. ¿No lo creen?. Vean el artículo “Respuesta de JUPEMA al artículo “Los Engaños de JUPEMA y SUPEN””, sin firma, en Semanario UNIVERSIDAD (2/7/2020).

Partiendo que la noble Junta de Pensiones del Magisterio tiene un “soplo divino”, pero excreta, come y habla a través de algún tecnócrata “designado” –como dicen en el béisbol a los bateadores emergentes–, lejos de esclarecer los cuestionamientos hechos en el Semanario del 23 de junio, nos da la razón. En su respuesta nos “vende” la idea que el modelo de cálculo de JUPEMA es bueno, porque es bueno. ¿Cuál carnicero dice que su carne es mala? Pues los cálculos, agrega en su punto uno, base de toda su contestación, contemplan lo aportado por el trabajador a lo largo de la vida laboral y otorga porcentajes que pueden alcanzar el 100% (sic en UNIVERSIDAD 8/7/2020). ¿A quién pretende sorprender este espíritu divino? ¿A los trabajadores? ¿Cuántos son los miles de beneficiados que pueden alcanzar ese 100%?

El eufemismo anterior de supuestos beneficios de 100% para los trabajadores nos recuerda los argumentos esgrimidos en su momento por los defensores del “maravilloso” modelo de pensiones chileno, que se pensó conforme a exigencias de organismos internacionales y un selecto grupo de empresarios. Muchos de estos nuevos millonarios chilenos, gracias a décadas de sudor de los trabajadores, todavía hoy se chupetean por la piñata entregada. Uno de ellos, el empresario José Piñera, no solo esgrimía que el modelo era el mejor de los mejores, sino que recurría también a citas constantes de presuntos beneficios que recibirían (en la teoría) los trabajadores, con el mismo fin: ocultar el negocio del grupito selecto y la condena a la precariedad de millones de chilenos de la tercera edad. A Piñera le atribuyen la creación del “modelo” destinado a la pauperización de las pensiones y tratar de convencer sobre las “maravillas” del autobalance y rebalanceo incluso, al mismísimo dictador Augusto Pinochet.  Se le recuerda por aquella famosa frase con la que salió a defender lo indefendible: el sistema chileno de pensiones es como un Mercedes Benz; pero echándole mucha bencina o gasolina. Este es el “link” sí no nos creen (https://www.lapoliticaonline.es/nota/85086-la-discusion-en-chile-por-las-pensiones-privadas-destapa-los-lazos-de-la-familia-pinera-con-pinochet/). ¡Qué genio!

JUPEMA también defiende ahora la fórmula de autobalance, lo cual resulta lógico porque, como recordarán, en 2018, los montos de las pensiones de un grupo de jubilados habían perdido más de un 30% de valor. Esta es parte de la pena que sufrirán quienes no logren llenar el tanque del Mercedes Benz de Piñera. Solo que, con el paso del tiempo, ni usted ni aquel podrán llenar de combustible el tanque del ‘pichirilito’  Hyundai o Toyota.

En el escrito sin rúbrica, pero que no tenemos por qué dudar viene de algún buró de JUPEMA, dice que ella aprobó un modelo para incluir parcialmente el costo del SEM de la CCSS en los estudios actuariales ¡A confesión de partes, relevo de pruebas! Lo hará en proporción al tiempo servido del trabajador.  (Ver  recomendación 1 del estudio actuarial de JUPEMA, pág. 114, en: https://www.supen.fi.cr/documents/10179/20300/RCCMN+con+corte +al+31+de+diciembre+de+2019). Sin embargo, lo que establece la ley no daría para dicho crecimiento. Es decir, la cobija más bien ya no alcanza, por eso usan el garrote o “autobalance”, que devalúa los montos de las pensiones un 1,07% por año, en promedio. 

A nuestro juicio y con el respeto de siempre, consideramos que en JUPEMA faltó transparencia, pues no dijeron toda la verdad a los usuarios del estudio actuarial, antes citado. Ella usa el método de proyecciones; pero solo muestra los resultados hasta el año 2050 (págs. 92 y 93 del informe). Ello a pesar que el artículo 11 del Reglamento Actuarial ordena mostrar indicadores al menos para 75 años. Así ocultan el costo final sobre los salarios llamado “Prima de Reparto” (Cuadro 7.3.2), el cual crece como la espuma, llegando a 88.67% en 2050. Y la “Razón de Contingencias” final (Cuadro 7.3.1), que bajará a un  18.94 en 2050. 

¿Qué resultados oculta JUPEMA a los trabajadores? ¿Y Supén qué hizo, respecto a este juego de números y omisiones? Algunos jefes de JUPEMA, en lugar de plantear las supuestas maravillas del RCC, deberían apostar a la humildad, a acostumbrarse a otras opiniones contrarias, a fin de prever riesgos en las estimaciones actuariales, relacionados con tasas de interés, tasas de retiro y el riesgo de crédito, entre otros. Fíjense que ni siquiera el dictador Pinochet, quien no es santo de nuestra devoción, se comió de entrada el cuento ese de su ministro Piñera: “todas las medidas que se adopten, señor Ministro, todas, son pocas, porque aquí son ‘artistas’… acuérdese de mis palabras”. (https://www.elmostrador.cl/noticias/pais/2016/07/18/el-dia-en-que-pinochet-tuvo-dudas-sobre-el-sistema-de-afp-pero-jose-pinera-lo-convencio/). 

Esas cabezas pensantes de JUPEMA no olvidan que la razón de ser de la institución no es la clase política en la que algunos pocos creen están ya; recuerdan que ya una vez los gobiernos del PLN o el PUSC quebraron el Fondo de los maestros. ¿Por qué no lo harían otra vez alegando pandemias y “solidaridad”, porque todos somos igualiticos? Analicen con mente abierta, convoquen a los trabajadores y escúchenlos, en momentos que el llamado gobierno de “unidad nacional” solo obedece a las Cámaras y a los selectos personajes de la “Constelación de Empresas para el Desarrollo (AED)”. El sociólogo y profesor de la UCR, Esteban Arias, citando al influyente investigador sueco, Goran Therborn, nos dice como entre más desigual es una sociedad, más frecuentes son este tipo de gobiernos y alianzas (Semanario UNIVERSIDAD 15/7/2020). De esta manera, ocultando otras realidades, los Estados dejan de ser “social de derecho” y pasan a “corporativos”, con algunos “ajustes” necesarios respecto al instaurado por el dictador italiano Benito Mussolini, perfeccionando así en las matrices mediáticas aquella frase del sanguinario hitleriano, cuando dijo: “miente, miente, algo queda”.

No divulgar la verdad llevó ya una vez a que la clase política quebrara los fondos de pobres maestros, utilizados una y otra vez cada cuatro años; hoy, lamentablemente aparece un expediente en la Asamblea Legislativa, bajo el N° 21.130, que podría ser el reinicio de otra fuga de dinero de los trabajadores (http://www.aselex.cr/boletines/Proyecto-21130.pdf). Que los trabajadores no digan que no fueron advertidos de la necesidad de exigir a sus líderes defender sus intereses, nunca más como pequeños feudos, sino articulando con otros sectores también perjudicados directa o indirectamente. Cuando a alguien bajan o escamotean sus ingresos se afecta a él, los hijos, los nietos, las madres, el camionero, el taxista, el maestro, etc.

¡Dicen que en guerra avisada no muere soldado!

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