La UCR puede ser conceptualizada como un sistema productivo complejo, cuyo comportamiento global posee una sinergia en que el todo es más que la suma de sus partes. La Ingeniería Industrial es por excelencia la ciencia encargada de la gestión óptima de los recursos y de los sistemas productivos para que la transformación de bienes y servicios sea eficiente y eficaz.
La carrera de Ingeniería Industrial inició en la UCR en 1970 y hoy, 45 años después, está en auge y tiene gran impacto en la industria del país. De forma errónea se relaciona el término “industrial” en forma exclusiva a la manufactura, cuando en realidad la disciplina es extensiva a otros sectores del mercado, incluyendo los servicios y el sector agrícola. El profesional en este campo se ocupa de desarrollar la productividad, la eficiencia y la eficacia de los sistemas y procesos integrados por personas, materiales, maquinaria, equipos e información, para lo cual aplica los conocimientos de las ciencias exactas, las ciencias sociales y la tecnología.
La globalización, la competencia y el déficit en las finanzas públicas impulsan al país a ser más eficiente en el manejo de los recursos económicos y ambientales y, además, a abandonar los esquemas de la administración tradicional para afrontar el significado de la productividad. La ORH comenzó hace unos años el proceso de evaluación del desempeño laboral con el fin de optimizar la eficiencia administrativa, que es la primera etapa de lo que se visualiza como un sistema de gestión integral.
Necesitamos dominar esta temática y transformar el conocimiento teórico en proyectos concretos. En casi ninguna unidad se menciona la siguiente terminología: Kaizen, 5S, Justo a Tiempo (JIT), Total Quality Management (TQM), Balance Score Card (BSC), Teoría de Restricciones, entre otras, de lo que se deduce un error estratégico de orientación.
Pero, ¿qué sucede en nuestra organización? La ineficiencia del sector público es justificada como el efecto de una burocracia heredada, lo que omite cómo enfrentar el problema. A prueba de ejemplo, de los más de 9 mil colaboradores que trabajan en la UCR solo un profesional y tres técnicos están nombrados en puestos administrativos específicos de la Ingeniería Industrial (según datos de Sicere, diciembre 2015).
El problema real es aún mayor porque perfiles específicos de un Ingeniero Industrial están siendo restringidos exclusivamente a profesionales de otras áreas, lo cual afecta el valor agregado de la Universidad y demuestra desconocimiento y discriminación. Alegra romper este tabú e informar de nuestras faltas y de cómo los ingenieros industriales ayudamos a resolverlas.
