Opinión

La Ruta Epidemiológica, un golpe acertado contra el COVID-19

Las medidas tomadas por las autoridades sanitarias y la respuesta de la población ante las acciones durante esta emergencia nacional nos están dando los resultados que nos ponen entre los mejores sistemas de salud del mundo.

Costa Rica ha logrado obtener la nota excelente durante esta pandemia. Lo demuestran las cifras obtenidas en relación de los pacientes infectados y mínimos de muertes, en comparación con países con muchos más recursos y más aún si nos comparamos con vecinos. Las medidas tomadas por las autoridades sanitarias y la respuesta de la población ante las acciones durante esta emergencia nacional nos están dando los resultados que nos ponen entre los mejores sistemas de salud del mundo.

Ahora bien, las preguntas que tenemos todos: ¿en qué fase estamos?, ¿Qué nos espera? ¿Cuándo volveremos a nuestra vida “rutinaria”? La respuesta es positiva y sí hay esperanza, pero tenemos una nueva realidad: el COVID-19 ya está y vivirá entre nosotros. Debemos reafirmar y concientizarnos en que la prioridad es la salud de todos y que este nuevo virus no respeta fronteras, autonomías, ni condición económica.

Ante esta nueva realidad, la fase en que estamos nos brinda un gran reto: debemos crear nuestra ruta epidemiológica. La Universidad de Costa Rica es capaz de hacerla, contamos con la capacidad suficiente, con el recurso humano, que no solo incluye el área de salud, porque en esta lucha, que es nuestra, debemos unirnos como la comunidad que somos y dar el ejemplo.

Ahora bien, ¿en qué consiste el crear o formular esta ruta? No es en solo escribir un protocolo, es algo más amplio, es fortalecer y en especial, en nuestro caso, educar y sensibilizar a la población universitaria, evidenciar e implementar en nuestra institución, en nuestras aulas, laboratorios, oficinas, auditorios, en fin, en nuestra infraestructura, que las personas en sus espacios tengan accesibilidad a toda su infraestructura, que aseguren los hábitos higiénicos, debemos contar con espacios suficientes que eviten el contagio, el poder accesar a la oficina de bienestar y salud con un personal capacitado que identifique la sintomatología y que tenga los nexos estrechos con el sistema de salud para que en conjunto se puedan tomar las medidas ante las personas que se consideren sospechosos y brindar un diagnóstico temprano.

Contamos con el conocimiento, y la experiencia de nuestro personal de salud que ha enfrentado la emergencia nacional, que son de nuestra institución, pero es claro que aún existen preguntas por responder sobre este virus, por qué a veces la respuesta de los pacientes no es la que esperamos, falta mucho por aprender, mucho por trabajar. Por esto la ruta epidemiológica del COVID19 debe contemplar un protocolo, que no es solo escribirlo, no es meramente algo hipotético para volver a la vida presencial, debe ser una realidad, un proceso que debe validarse e implementarse, que debe contemplar los pasos para volver paulatinamente, debe ser algo tangible. Debe ser un compromiso de todos y garantes que sí se cumple, porque es por nuestra salud, la de nuestra familia y la de todos.

Es el momento de la pandemia donde los países están buscando la mejor salida, nosotros podemos, siempre respetuosos de nuestras autoridades, dar el paso, apostando por una ruta segura, siempre bajo la consigna de que no debemos aflojar y no perder lo que tanto nos ha costado, evidenciando que la prioridad es la salud, de nuestro estudiantado, docentes, administrativos y de todas sus familias, como una prueba más de solidaridad y de humanismo, que va más allá, de los intereses políticos, económicos y personales. Debemos de unirnos y nuestra inversión para esta ruta, es el conocimiento, es el compromiso con la salud de los costarricenses, es educar, para ganar esta lucha contra el brote, contra la infección en fin contra el COVID-19.

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