La izquierda en Costa Rica

En nuestro país, el Movimiento Obrero aún no ha madurado como movimiento histórico revolucionario, no ha alcanzado una madurez política, porque no existe una organización realmente de izquierda que represente a los diferentes sectores populares. Lo que existe son izquierdistas que pertenecen a diferentes sectas, con discursos carentes de una realidad histórica, amparados en un fanatismo ideológico. Otros que se hacen llamar progresistas opositores al sistema capitalista, pero gozan del consumo embobado. Temerosos con compromisos chispeantes, con fotos del “Che” en la casa, pero asiduos compradores en Mac Donald… Participan en el proceso electoral como portavoces del pueblo palanganeando con el sistema. Se autodenominan “progres”, por prevención y temor a declararse comunistas, socialistas, anarquistas.
A nuestro movimientos de “izquierda”, gremios, sindicatos, asociaciones, les inquieta mucho la lucha económica. Salarios, convención colectiva, mejores condiciones laborales, elecciones… no está mal, pero renuncian a un verdadero proyecto político. Si continuamos por este camino, la clase trabajadora sigue siendo un apéndice de los partidos políticos de derecha.
Nuestro deber histórico es construir un verdadero movimiento revolucionario, con un verdadero discurso político para una lucha decidida contra toda la sociedad capitalista y el imperialismo. Sin una organización revolucionaria, el movimiento revolucionario no podrá jamás cumplir su misión histórica, emanciparse y emancipar al pueblo.
Las marchas son necesarias, igual que los mítines, las huelgas, los discursos, pero fortalecen la democracia burguesa.
Es urgente un verdadero movimiento revolucionario, con formación y conciencia política para enfrentar con claridad los desmanes del neoliberalismo.
“El trabajo es duro, pero el pan es bueno”.