Opinión

La falta de trabajo y la jubilación anticipada, como desmejora de la salud

El estado debe proporcionarnos tanto las herramientas para poder desarrollarnos como ciudadanos trabajadores

El estado debe proporcionarnos tanto las herramientas (capacitación, instrucción formal) como las oportunidades (fuentes en libertad de escogencia) para poder desarrollarnos como ciudadanos trabajadores, con el fin de satisfacer las necesidades nuestras, así como familiares, ya que la familia es el núcleo fundamental de la sociedad, según lo reconoce la Carta Magna. Por su parte, la jubilación como retiro definitivo con paga, después de tantos años de servicio, no es otra cosa, que un reconocimiento que hace la seguridad social como contrapartida de labores continuas, bajo los presupuestos legales preestablecidos dentro de determinado ordenamiento jurídico. Lo anterior, con el fin de que ante dicho cese, la persona pueda pasar a realizar un cambio de rutina, enrumbado a tener mayor calidad de vida.

A pesar de ello, según un estudio realizado por el  escocés  Dr. Ewan MacDonald, publicado en La Vanguardia de España (18 de mayo 2013), una jubilación anticipada, sin estar preparados para ello, es una causa de insalubridad y a su vez de achique de los telómeros del ADN. Asimismo, estar parado o sin trabajo, conlleva dentro de ciertas muestras sanguíneas estudiadas, algunos marcadores de inflamación y otros de degradación del ADN, o sea, un deterioro progresivo de la vida en general.

Es que definitivamente, la actividad cotidiana con un propósito definido, sin lugar a dudas gratifica a uno como ser humano; por cuanto, no hay nada más deslucido que no hacer nada o sentirse subutilizado. Diezma nuestro tiempo de vida, o, como dice el Dr. MacDonald, los indicadores de salud se tienden a deteriorar. Es que un enfermo mejora antes, si se le ayuda con atención médica especializada a volver a trabajar. El mayor estrés es estar sin trabajo o jubilado cuando se sabe que se puede dar más, porque según el estudio, cada día sentado, por ejemplo, se pierde uno por ciento de nuestra masa muscular.

Por otro lado, si bien es importante el salario como reconocimiento del esfuerzo físico o mental, también hay otras formas que pueden gratificar la autoestima, como sería el reconocimiento de una comunidad hacia una persona, por sus servicios brindados. Así con el trabajo, no solo se obtiene una subsistencia económica, sino también una autoestima.

Tanto la autoestima, como el reconocimiento de tipo económico -según la investigación-, las personas más cultas y ricas tienden a tener dichas fuentes de gratificación más diversificadas, ya que las logran obtener, en otros ámbitos, aparte del lugar de trabajo primario como en los segundos trabajos, ámbitos académicos, familiares, etc.

Definitivamente, después de saber de la existencia de este estudio, qué importante es pensar en disfrutar de nuestra vida laboral, prolongar la jubilación anticipada y no tratar de irnos por hacerlo, sin haber realizado inteligentemente y concienzudamente con nuestros seres queridos, nuestros proyectos de vida para la etapa de júbilo; ya que hoy la mayoría de los empleos en que se aplique el concepto del “trabajo decente”, mejoran nuestra vida y nos proveen de mayor bienestar en todos los ámbitos de nuestra existencia.  La vejez no es inevitable –dice el Dr. MacDonald- pero sí es posible mejorarla con actividad, ilusión y autodisciplina.

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