Opinión

Inconsistencias e incertidumbre sobre el presupuesto de la UCR 2020

A finales del 2019, la Rectoría de la Universidad de Costa Rica circuló el documento “Escenario Ingresos-Gastos 2020 (Fondos Corrientes)”, donde la proyección de egresos para el 2020

A finales del 2019, la Rectoría de la Universidad de Costa Rica circuló el documento “Escenario Ingresos-Gastos 2020 (Fondos Corrientes)”, donde la proyección de egresos para el 2020 era por un monto de ¢299.437 millones y la proyección de ingresos era de ¢298.968, lo cual generaría un déficit de 505 millones de colones. Según el citado documento, el monto del FEES para el año del 2020 es de ¢275.296 millones.

Ahora bien, respecto del presupuesto total de la Universidad de Costa Rica para el 2020, la Contraloría General de la República decidió archivarlo sin trámite, lo que implica que rige el presupuesto definitivo del 2019, al que se le deben excluir los ingresos y egresos que por su naturaleza solo tuvieron eficacia durante ese periodo. En realidad, el presupuesto inicial del 2019 fue de ¢330.168 millones y el presupuesto definitivo fue de ¢382.639 millones, el cual contempla los diferentes presupuestos extraordinarios aprobados.

Ante este archivo sin trámite del presupuesto 2020, la administración se ve obligada a ajustar el presupuesto en el marco de lo que legal y formalmente corresponde. No obstante lo anterior, llama poderosamente la atención la noticia publicada el 22 de enero del 2020 en el Semanario Universidad donde se informa que la administración, por medio de OPLAU, presentó al Consejo Universitario un proyecto de presupuesto para el 2020 por el monto de ¢291.333 millones. En la sesión del 28 de enero de 2020, el Consejo Universitario aprobó el presupuesto para el 2020 por ¢291.333.446.794,99, según lo propuesto por la administración.

Lo anterior evidencia que el presupuesto aprobado para el 2020 (¢291.333 millones) es inferior a las proyecciones efectuadas por la Rectoría en las filminas “Escenario Ingresos (¢298.968 millones)-Gastos (¢299.437 millones) y, además, que no alcanza el presupuesto inicial del 2019 (¢330.168 millones), ya que comparativamente presenta una disminución de alrededor de ¢38.000 millones.

Esos cambios o inconsistencias generan incertidumbre respecto del presupuesto 2020. Además, proyectan un mensaje negativo a la población, debido a que generan la idea de que no eran necesarios todos los recursos presupuestados en un primero momento. Por ello, la administración debe informar con exactitud cuáles partidas de ingresos y gastos fueron excluidas del presupuesto 2020, las afectaciones que han generado y el modo como se apoyarán los diferentes proyectos institucionales a fin de que se cumplan a cabalidad los objetivos.

Es urgente también que la administración y el Consejo Universitario trabajen conjuntamente sobre los mecanismos que se utilizarán para formular los presupuestos extraordinarios, de manera que se atiendan las prioridades, se cumpla con los compromisos laborales referidos al pago de lo adeudado a las funcionarias y funcionarios, y se eviten recortes en proyectos y actividades sustantivas para la buena marcha de la Institución.

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