Todos hemos escuchado de lo que se aceleran exponencialmente, el avance exponencial de las cosas, y un término que, al igual que el emprendimiento y la innovación, se ha manoseado tanto que perdemos el fin del concepto.
Voy darles un ejemplo muy sencillo sobre la diferencia entre avanzar de manera lineal y avanzar de manera exponencial. Si yo les preguntara ¿Cuánto avanzo si doy 30 pasos de exactamente un metro de largo? Avanzo 30 metros, correcto. Imaginemos el avance exponencial más simple de todos, cada paso que doy es el doble del paso anterior. Si mi primer paso es de un metro, el segundo va ser de dos metros y el siguiente de cuatro metros, ocho metros, dieciséis metros, etc. Entonces hagámonos la misma pregunta: ¿cuánto avanzo si doy 30 pasos exponenciales de la exponencial más simple de todas? Lógicamente es muy alto, son como unos 500 y tantos millones de metros o 1,4 veces la distancia de la tierra a la Luna. Ojo, solo con 30 pasos exponenciales. De aquí deriva algo, lo que un gran pensador estadounidense Ray Kurzweil y decano de la Singularity University menciona en la Ley de los Retornos Acelerados, “cuando algo, cualquier área del conocimiento humano, entra en contacto con las tecnologías exponenciales, se aceleran y doblan su poder año a año, y el retorno que se obtiene de eso es técnicamente infinito”.
Además, estoy convencido que los adelantos tecnológicos pueden generar mucho más bienestar y ser mayores potenciadores de cambios sociales que cualquier lucha de clases o la búsqueda del lucro individual. Por ejemplo, en nuestras sociedades el desarrollo de la agricultura convirtió a los seres humanos de nómadas a sedentarios, la industria abrió el paso de lo rural a lo urbano y en estos tiempos modernos el espectacular avance de las tecnologías de la información trasformó las sociedades industriales en sociedades del conocimiento. Por estos motivos la educación superior y el desarrollo científico exponencial debe ser una de las grandes preocupaciones de Guanacaste.
También se debe romper nuestra marginalidad, en cuanto a generación de conocimiento, producto entre otros factores de ser una de las provincias con más baja inversión en educación superior, ciencia y tecnología exponencial.
Por ello, Guanacaste debe iniciar el “Movimiento del Conocimiento e Innovación por el Desarrollo Exponencial de Guanacaste”, para que pasemos de la economía de recursos finitos a la única económica de recursos infinitos, aquella que tiene como base las ideas.
Debemos ser la provincia que mediante sus Concejos Municipales incremente la inversión en trasferencia del conocimiento y tecnologías exponenciales. Asimismo, exigir la inversión estatal de más recintos de Universidades públicas y ampliar la oferta de carreras adecuadas en la zona.
Se debe promover y crear una política pública local para el desarrollo exponencial, en la cual exista una combinación mixta Gobierno local – sociedad civil – academia efectiva, para promover el desarrollo de la ciencia, la tecnología exponencial y la innovación para la trasformación radical de la educación superior en la provincia, teniendo una estrategia común para el desarrollo. Además de crear un modelo de gestión del conocimiento, que incentive la creatividad, la generación de ciencia y tecnología exponencial y reduzca nuestras dependencia tecnológica y cognitiva.
La injusta política local y centralista no es otra cosa que la perversa lógica de privatizar los beneficios y socializar las pérdidas.
Después de diez años de acompañar y asesorar a comunidades rurales y urbanas, puedo sostener que los países exitosos, o más específicamente sus provincias, son aquellos donde desde el más sencillo jornalero hasta el alcalde hacen las cosas extraordinariamente bien. Es decir, son comunidades regidas por la cultura de la excelencia.
¡Por una Guanacaste exponencial!
