El pasado 21 de marzo, la Asamblea Legislativa aprobó, en primer debate, la liberalización de la tenencia de armas semiautomáticas, como la reconocida “AR-15”, que estuvo presente en las masacres de Colorado y Connecticut (2012), California y Oregón (2015), Florida (2016), Las Vegas (2017) y recientemente Nueva Zelanda (2019).
Este fusil, que podrá usarse en Costa Rica, fue el arma de reglamento del ejército de los Estados Unidos en la Guerra de Vietnam.
En un estudio reciente el investigador social Dr. Manuel Araya Incera, Presidente de la Academia Nacional de Geografía e Historia, plantea la existencia en Costa Rica de un sólido cuerpo jurídico que apoya el valor de la paz como un valor Constitucional Fundamental, definido por nuestra Sala Constitucional, no como la noción limitada de que la paz es ausencia de guerra, sino que protegiendo la vida, previniendo y rechazando continuamente toda decisión y actuación que pueda propiciar y desembocar en guerra y muerte.
La Sala Constitucional en una de sus más importantes sentencias indica que Costa Rica “deberá poner especial cuidado al autorizar la fabricación y/o importación de armas y sustancias químicas en su territorio, rechazando rotundamente aquellas que por su naturaleza han sido pensadas y creadas para favorecer el antivalor de la guerra”.
Históricamente, desde la abolición de la pena de muerte, en 1877, con el precepto constitucional “La vida humana es inviolable”, hasta la abolición del ejército en 1949, cuando don Pepe Figueres decide declarar la paz al mundo y apostar por la vida, muchas han sido las decisiones políticas y jurídicas que han afirmado nuestra vocación de respeto a la vida:
- Proclama de Neutralidad (1984).
- El Plan Arias como alternativa que pone fin a las guerras centroamericanas (1987).
- La sentencia de la Sala Constitucional que ordenó al gobierno de don Abel Pacheco a retirar a Costa Rica de la lista de países que conformaban la coalición de la guerra de Irak (2004).
- La propuesta costarricense para un Tratado sobre el Comercio de Armas que una vincula derechos humanos y comercio de armas. (2006).
La liberalización de la tenencia de armas semiautomáticas, como la plataforma AR15, atenta contra el valor de la vida y la paz. Este tipo de arma puede ser modificada con bastante facilidad y ahí reside precisamente su nivel de riesgo. En el país nadie verifica que las armas registradas por los usuarios sigan en su posesión y sin haber sido alteradas, lo cual, en sí mismo, incrementa todos los riesgos.
Como hemos venido insistiendo, las armas fueron diseñadas para matar.
El AR15 y similares son armas de ataque, tienen el mismo sistema de una AK-47, siendo aún más precisas y su velocidad de disparo es mayor con un alcance de hasta 600 metros.
Profundamente consternados por la liberalización de la tenencia de estas armas, confiamos en que la Sala Constitucional se mantenga firme en preservar la paz y la vida en nuestro país, declarando inconstitucional la reforma que facilita el acceso a este tipo de armas.
