Opinión

El Bienestar de todos. Mujer, Teletrabajo y Pandemia

Por el aporte que brinda la mujer al bienestar social, en el día Internacional de la Mujer visibilizamos un merecido reconocimiento.

La gestión de la pandemia ha tenido efectos en el teletrabajo, afectando a hombres y mujeres sobre la forma de gestionarlo. Sin embargo, por sus marcadas diferencias, interesa el impacto en la mujer, por los diversos roles naturales y sociales que ella desempeña, así como su impacto en el bienestar de la familia y el Producto Interno Bruto (PIB).

Con el apoyo de buenos amigos que opinaron en mi consulta, sobre la temática, se reportaron aspectos sobre el teletrabajo, el manejo de la pandemia y los esfuerzos realizados por las mujeres en el bienestar total de la familia.

Entre las generalidades se indicó que la pandemia:

  • Impulsó la transformación digital.
  • Promovió el trabajo colaborativo.
  • Modificó las formas de dirigir el trabajo remoto.
  • Fomentó el trabajo en equipo.
  • Aumento la calidad de vida evitando desplazamientos y su estrés.
  • Disminuyó la contaminación ambiental.
  • Promovió el aprendizaje y normalización para reuniones más efectivas.
  • Capitalizó el uso de internet en la casa.
  • Aumentó la productividad o las horas trabajadas, pendiente de valorar.
  • Replanteó la administración del tiempo para diversas actividades.
  • Redujo los costos de operación y los tradujo en ahorros empresariales.
  • Evidenció las dificultades de personas ajenas a la tecnología.

Entre las particularidades se indicó que las mujeres:

En el trabajo

  1. Afectó los ingresos de las jefes de hogar, por costos en acondicionamientos de espacios para teletrabajo, clases virtuales y compras de equipos.
  2. La coincidencia de trabajo y escuela exige más esfuerzo para mantenerse competitiva y eficientemente.
  3. El aumento de las demandas la expone al estrés y a largas jornadas.
  4. La virtualidad le demanda un ambiente propicio libre de sonidos externos o cualquier otro distractor “para el bienestar de todos los miembros de la familia”

En la escuela

  1. Asumió roles de maestra y asistente virtual de los escolares, a la vez que trabajaba.
  2. Desarrolló destrezas pedagógicas en su afán de que el escolar no pierda más de lo esperado.
  3. Atiende las distintas necesidades, facetas, fortalezas y debilidades de los familiares.

En el hogar y familia:

  1. Atención extrema, del trabajo, clases virtuales y necesidades de los miembros de la familia, todo a un mismo tiempo y lugar.
  2. Aumentó la atención  y apoyo de  adultos mayores, para el abastecimiento de alimentos y medidas de protección.
  3. Aumentó la vigilancia por una alimentación sana, la inocuidad, prácticas higiénicas extremas, para evitar el contagio del covid-19.
  4. Duplicó o triplicó el trabajo doméstico, y en contrasentido, perdió el servicio doméstico para proteger su burbuja.
  5. Aumentó la atención de la salud emocional de la familia, confinados a un espacio, donde las reglas de proximidad juegan un papel.
  6. Aumentó la interacción familiar produciendo convivencia o distanciamiento, por permanencia y distribución de roles y tareas.

En resumen, la mujer siempre multitask y polifuncional, está afrontando distintos roles en pandemia. Su aporte merece ser visibilizado en el PIB, por el impacto económico en el beneficio social que deriva una familia física y emocionalmente sana, en el desarrollo intelectual de la familia (estudiantes), la reducción de la deserción escolar y su impacto en la delincuencia. El número en el indicador por sí solo resta todo el aporte y protagonismo de la mujer en ese trabajo.  Para quienes solo están en el hogar, no hay forma numérica de sumar ese trabajo al PIB. Para aquellas que trabajan fuera del hogar, aunque estén sobrecargadas con doble jornada y un estrés importante, el salario no reconoce el valor agregado de su productividad en el PIB y el “Bienestar social en conjunto”.

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