Hace pocos días un diario de circulación nacional ha informado que el grupo de legisladores encargado de investigar el uso que damos las universidades públicas al Fondo Especial para la Educación Superior (FEES), ha exaltado el uso eficiente de los recursos realizado por el Instituto Tecnológico de Costa Rica (conocido como Tec). Además, señala al Tec como la universidad del futuro por su dedicación a las llamadas carreras “STEM” (siglas en ingles para Science, Technology, Engineering, Mathematics, las cuales en español se refieren a las carreras de las ciencias, las tecnologías, las ingenierías y las matemáticas). También denuncian, con poco contexto que ayude a comprender la noticia a quienes leen, como resulta habitual, la supuesta existencia de salarios exacerbados. Hay medios informativos cuyos actos pretenden ofrecerle a los hechos un prestigio inmerecido. Por lo tanto, por ahora, es innecesario referirme a hechos falsos o discutibles: que el Tec ofrezca más carreras llamadas “Stem” que la Universidad de Costa Rica o que nuestros salarios son desproporcionados.
El medio de circulación nacional pero especialmente los diputados en cuestión, exaltan las llamadas carreras “Stem”. En sí mismo esto es un acto válido y favorable para la cultura científica de un país, para avanzar en racionalidad y sensatez, es decir, no es sólo favorable para el desarrollo económico. Lo que resulta ampliamente cuestionable es cómo, en el mismo acto, se intenta perjudicar la imagen y la realidad de las carreras “AHSS” (en inglés “Arts, Humanities and Social Sciences”, es decir, las carreras de las artes, las humanidades y las ciencias sociales).
La Academia Británica, una prestigiosa institución dedicada a la promoción y avance de las ciencias sociales y las humanidades, la cual trabaja incluso con gran cercanía a la comisión europea de academias de las ciencias, la ALLEA, posee una visión distinta de la contribución de las ciencias sociales al desarrollo económico, asunto este que desvela a nuestros legisladores y legisladoras. En un informe de mayo de 2020 la Academia Británica cuantifica la demanda, por parte de la industria dedicada al desarrollo económico de Inglaterra, de las habilidades provistas por las artes, las humanidades y las ciencias sociales. Es altamente interesante observar como las ciencias Ahss están plenamente involucradas en la valoración del desarrollo económico. Esto sucede por varias razones de las cuales voy a señalar sólo dos. Por un lado la comprensión -demostrada con datos en el informe- de la importancia de las ciencias Ahss para enfrentar los desafíos del futuro como la violencia, las pandemias y la pobreza, lo cual requiere no sólo soluciones Stem, sino también una comprensión profunda del comportamiento humano y cómo lograr cambios sociales y culturales, soluciones Ahss. Por otro lado señala la Academia Británica el hallazgo según el cual, los y las profesionales Stem, expuestos a las artes y las humanidades, mejoraron sus habilidades y cualidades personales, tales como la empatía, la inteligencia emocional, la auto-eficacia y las habilidades viso-espaciales.
El ejemplo de cuanto acontece en otros lugares del mundo no se trae a colación para imitarlo. Se hace para ganar perspectiva, para entender que no hay un único discurso sobre el conocimiento, aparentemente conducido por un anti-intelectualismo neoconservador y sesgado. En general, las artes, las humanidades y las ciencias sociales ofrecen un núcleo duro de habilidades como la comunicación, la creatividad, la toma de decisiones, la resolución de problemas y el pensamiento crítico, que sin duda tenemos la voluntad de continuar cultivando en la Universidad de Costa Rica. Lo haremos para contribuir a las disciplinas Stem y al desarrollo económico del país, como ya lo constata el sector empresarial costarricense, por ejemplo, con el rol estratégico que juega en ellas el área de recursos humanos. Pero lo haremos sobre todo para continuar apoyando el desarrollo de las comunidades y los sectores vulnerables de la sociedad costarricense.
Es posible que necesitemos revisar diferentes componentes de la formación que ofrecemos. Pero esto no se debe llevar a cabo bajo una presión economicista la cual busca, como siempre, el beneficio de unos pocos. Si en la Asamblea Legislativa se preocupan genuinamente por el desarrollo económico y por la situación fiscal, -el asuntito de los y las grandes no-contribuyentes- entonces este sector, el universitario, al cual también deben representar, se sentirá complacido y les apoyará en la búsqueda de la justicia social y el desarrollo económico.
