En ejercicio del derecho de rectificación y respuesta consagrado en los artículos 66 de la Ley de la Jurisdicción Constitucional, el 29 de la Constitución Política y 14 de la Convención Americana de los Derechos Humanos.
La suscrita Thais Vidal Navarro, indígena de nacimiento y abogada de profesión; procedo a presentar para su publicación el derecho de rectificación y respuesta sobre la información inexacta y agraviante publicada en su medio de comunicación, Semanario Universidad, el día 12 de julio de 2022, bajo el título “Defensora visita Salitre guiada por abogada condenada a cárcel por usurpar tierras indígenas”, para que dicha publicación se mantenga de forma íntegra y en igualdad de espacio e importancia que la noticia en cuestión.
Semanario Universidad falta a la verdad en esta publicación al indicar que Vidal, “le pidió que despidiera a dos funcionarios”. De mala fe este medio modifica el contexto de una denuncia que se le entregó a la Defensora de Los Habitantes, Catalina Crespo, firmada por indígenas de los seis territorios indígenas de la zona de Buenos Aires.
De forma parcializada, sin profesionalismo, ni ética, emiten la publicación como un ataque personal en mi contra, sin consultarme, ni darme mi derecho de descargo, ni equilibrio informativo, para así una vez más silenciar las voces de los indígenas, incluyéndome, pretendiendo hacer creer que la defensora se reunió con finqueros de la zona, SEMANARIO UNIVERSIDAD DISCRIMINA A TODOS LOS y LAS INDIGENAS QUE PARTICIPARARON EN LA REUNIÓN CON LA DEFENSORA DE LOS HABITANTES EL DIA 7 DE JULIO de 2022,
EN SALITRE, pues tan siquiera se acercaron, llamaron o buscaron a algunos de ellos, repito incluyéndome para darnos el equilibrio que se sustenta en un sistema democrático y jurídico como el costarricense.
Me resulta vergonzoso que un medio de comunicación violente los derechos de la población indígena, su costumbre, tradición y cosmovisión y tal como lo describe el propio periodista que hizo la nota, Lucía Molina, al invocar el convenio 169 de la OIT demostrando su desconocimiento y lo que hace es usurpar funciones que solo tienen los Consejos de Mayores de las Comunidades Indígenas, haciendo creer que este medio tiene potestades para determinar ¿quién es indígena y quién no?
M.S.c. Laura Martínez Quesada las publicaciones de un medio de comunicación se espera sean realizadas con ética y profesionalismo, sin discriminación, ni parcialidad como lo establece la normativa, máxime en su caso que, como directora y periodista, también cuenta con una maestría en Derechos Humanos.
Sin embargo, su medio, doña Laura falta a todos los principios del periodismo profesional y va más allá, discriminando e intentando desprestigiar la lucha de los indígenas, víctimas, vulnerables, invisibilizados por algunos medios, incluido ahora el que usted representa.
Nunca han publicado la verdad de este conflicto, ni han realizado ningún tipo de investigación objetiva previo a las publicaciones para informar sobre la verdad que se vive en la zona. Importante sería conocer qué resuelve el Colegio de Periodistas de Costa Rica ante este tipo de periodismo tan anti ético y mal intencionado; es por este tipo de periodismo que la población costarricense les llama a algunos medios “Prensa Canalla” donde al final ustedes mismos lo provocan.
Soy abogada, indígena, litigante, defensora de las minorías, lucho por la igualdad y el respeto de los Derecho Humanos. Soy indígena algo que ni usted, ni su medio, ni nadie, mucho menos los pertenecientes y protectores de las ADIS pueden cuestionarme, porque sin necesidad de probarlo, pero bajo su tendenciosa publicación cuando desee le doy las pruebas.
Incluso ya pasé por un peritaje cultural en el que un Antropólogo que, pese a su parcialidad, contrató el Poder Judicial y no le quedó más que reafirmar que soy indígena.
Doña Laura, Semanario Universidad, el medio de comunicación que usted representa, discrimina a los indígenas, que están siendo víctimas de invasiones mediante las vías de hecho, recordándole a usted y su medio que vivimos en un Estado de derecho, pero donde ustedes pretenden que los daños en las propiedades, las quemas de casas, corta de cercas, amenazas verbales, con armas, violaciones, abusos sexuales, matanza de animales de forma cruel (quebrados, muertos con mazos a puro golpes), amenazados con abusar, violar o matar a sus hijos por defenderse de las vías de hecho, no salgan a la luz pública, esas son las voces que ustedes intentan ocultar, dado que su único interés es publicar del lado de quienes realizan todos los actos monstruosos antes citados, dejando evidencia que son aliados del mismo sistema de represión social.
Esta lucha no es personal de la suscrita, es de la población que, como ustedes, medios parcializados, carentes de profesionalismo y ética han ocultado, minimizado, discriminado con el único afán que Organizaciones No Gubernamentales, vividores del conflicto indígena, utilizan esté sufrimiento como medio para continuar lucrando con el dolor de los pueblos originarios, quienes realmente son las verdaderas víctimas por la exclusión institucional del Estado.
Una vez más evidencian la intervención que desde hace muchos años se viene denunciando, la participación de las Universidades para promover el conflicto que ha generado incluso denuncias en la vía penal, una vez más SEMANARIO UNIVERSIDAD, medio que recibe fondos públicos demuestra que dichos recursos económicos que pagan todos los ciudadanos costarricenses son utilizados para atacar a las minorías vulnerables, víctimas indígenas.
Thais Vidal fue condenada, sí y nunca lo he negado, es información pública, pues fue publicada por el medio de comunicación que ustedes citan; soy el vivo ejemplo de las consecuencias que sufren aquellos que se defienden de las vías de hecho que ustedes defienden.
Mí condena, que incluso fue emitida por una jueza que ya no estaba nombrada en el Poder Judicial, pero que evidentemente su medio no investigó y donde simplemente el finado, Sergio Rojas Ortiz llegó con un grupo de personas amenazando matar a mi madre intentando sacarla de la casa en que ella vivía y no lo permití y la defendí.
El sistema en aquellos años le había entregado el poder de forma absoluta a unos pocos pertenecientes de las ADIS, los Bonaerenses y funcionarios que se prestaban para ello saben que esto es real. Que en paz descanse este señor Rojas, es una lástima que hoy ya no esté para que de cuentas de los 650 millones de colones que, por concepto de pagos por Servicios Ambientales, nunca aparecieron, dinero de la comunidad indígena de Salitre que se perdió en sus manos.
Aquí es donde podemos cuestionarnos ¿Por qué un medio como SEMANARIO UNIVERSIDAD existiendo un expediente judicial contra el Club de Amigos de Salitre y con abundante prueba, nunca ha hecho nada por hacerlo público?
El sistema judicial incluso ha mantenido inerte dicho expediente por casi 10 años, sin darle justicia pronta y cumplida a los ofendidos, pero este tipo de información no es de interés de Semanario Universidad por la parcialidad que destila en sus publicaciones, siendo que estarían atacando el “Club de Amigos”, como bien dijo el Presidente de la República, Rodrigo Chaves Robles que en esto se han convertido las Asociaciones de Desarrollo Integral Indígenas.
Basta ya Semanario Universidad de insistir en ocultar las voces y llantos de los indígenas.