Opinión

Demanda eléctrica satisfecha

Esta frase casi mágica, utilizada en estos días por técnicos y profanos, para justificar sus argumentos en pro y en contra de la apertura del mercado eléctrico nacional, no ha sido definida en ningún texto legislativo adecuadamente, pero su poder reside en su connotación de riesgo inminente de desabastecimiento del insumo básico energético, que provee la fuerza  electromagnética necesaria para realizar las actividades instantáneas de los seres humanos en su quehacer diario residencial, industrial, comercial y social, producto de su hábitos de consumo, preferencias y tendencias de satisfacción de sus necesidades básicas, su bienestar superfluo y su afán de lucro.

En términos técnicos, la demanda de energía eléctrica instantánea, materializada en consumo, debe satisfacerse de igual manera en forma instantánea por una oferta, materializada en términos de generación eléctrica, producida por el conjunto de centrales eléctricas del Sistema Eléctrico Nacional (SEN), de tal forma que no exista la posibilidad de interrupciones en el suministro, que impidan el libre ejercicio de las actividades que se ejecutan en momentos y cantidades que no pueden controlarse, durante las 24 horas, de los 365 días del año, y cuya paralización, implica pérdidas cuantiosas económicas, sociales, de bienestar y salud, que resultan inaceptables para los intereses de los diversos consumidores.

Tanto la decisión insuperable de visionarios costarricenses en cuanto al desarrollo hidroeléctrico del país, como la aspiración nacional ambiental y específicamente en materia de cambio climático antropogénico, obligan a las generaciones actuales y futuras a preservar ese legado, cuyo resultado más visible se centra en el grado de electrificación del país cercano al 100% y en la generación renovable de energía eléctrica, que anualmente alcanza una cifra cercana al 98%, dependiendo por supuesto de las condiciones climáticas que el fenómeno del Niño impone, incidiendo en la indeseable generación térmica, en la importación de energía del Mercado Eléctrico Regional o en ambas, en momentos del día que en múltiples ocasiones son imposibles de planificar y sobretodo cuantificar, independientemente de que se realice un pronóstico, llamado “predespacho”, que no es más que una suposición del comportamiento de la demanda al día siguiente y de la disponibilidad del recurso renovable en las diferentes centrales del sistema.

Resulta entonces, qué se deben responder las siguientes interrogantes para circunscribir el concepto de “demanda eléctrica satisfecha”: Se satisface la demanda nacional de energía eléctrica cuándo…

 

  1. Se genera electricidad en todo momento, únicamente con fuentes renovables, o
  2. Se genera con fuentes renovables y térmicas todo el día o en algunos lapsos del día, o 
  3. Se genera con fuentes renovables y con importación todo el día o en algunos lapsos, o
  4. Se genera con fuentes renovables, térmicas e importación todo el día o lapsos del mismo

Dependiendo de la respuesta, así será la definición de satisfacción, pero siempre será imperativo suministrar toda la energía eléctrica que demanden los consumidores sin cortes ni apagones.

La programación de la generación de electricidad en Costa Rica, se realiza invariablemente en la actualidad, considerando los contratos con generadores privados y las producciones de las centrales de cooperativas de electrificación y empresas municipales, buscando la interacción entre costo de generación y características estacionales de las centrales de generación. De esta forma, primero de despacha el recurso geotérmico en la base de curva de generación, luego el recurso eólico siempre que esté presente, luego las plantas a filo de agua de generadores privados y empresas municipales, luego las centrales a filo de agua del ICE, siguiendo con las centrales de embalse menores del ICE y por último las centrales de regulación anual del complejo Arenal-Dengo-Sandillal. Si esta generación renovable no resulta suficiente para cubrir la demanda instantánea se recurre a la generación térmica y la importación para satisfacerla.

Resulta entonces evidente, que a pesar de que la generación renovable alcanza el 98% de la generación anualmente requerida, existen lapsos de tiempo diarios donde no alcanza el recurso renovable para satisfacer la demanda nacional, ya sea porque  el viento redujo su caudal o el agua disponible no resulta suficiente, para alcanzar ni la potencia ni la energía a ofertar al sistema. Esto hace imposible cumplir con el postulado fundamental de satisfacción de la demanda en todo momento, únicamente con fuentes renovables.

La respuesta lógica a la pregunta formulada anteriormente, siendo congruentes con la vocación y los compromisos ambientalistas del país, resulta ser que necesitamos satisfacer la demanda nacional con el máximo de generación renovable. Si así se estableciera en los proyectos de ley que se tramitan para permitir más agentes exportadores, el proyecto no tendría sentido, porque no se puede saber cuándo estaría satisfecha la demanda, ni con un pronóstico del día anterior, porque aunque generalmente el consumo tiene un comportamiento más predecible, la disponibilidad de recursos naturales variables como la cantidad de viento, el caudal hidrológico y sobretodo la radiación solar, diariamente y estacionalmente no se pueden optimizar. 

Los contratos de oportunidad de agentes pequeños del Mercado Regional no serían sostenibles y los contratos a plazo menos, ya que su incumplimiento por motivo de redireccionar su producción a satisfacer la demanda nacional en cualquier momento, los haría incurrir en faltas al suministro del que dependen los agentes importadores, provocándoles ir a buscar esa energía en otros proveedores o a tener cortes en su consumo o su producción, si fuera un complejo industrial, con las consecuencias contractuales correspondientes. Más aún, cuando se establece que esos nuevos agentes nacionales deben satisfacer primero sus necesidades, por ejemplo los cogeneradores de biomasa o las cooperativas de electrificación y empresas municipales en su área de concesión, y cumplir con sus contratos de venta al ICE y por último exportar el excedente.

Conceptos como reserva primaria o secundaria, relativas a la regulación de frecuencia y la responsabilidad del ICE de abastecer el mercado nacional en todo momento, independientemente del incumplimiento de otros generadores nacionales, matizan la satisfacción de la demanda y condicionan otro concepto igualmente mal entendido como la confiabilidad de la operación del SEN interconectado con el sistema eléctrico regional, la continuidad del servicio y la seguridad energética del país.

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