Opinión

Costa Rica, una marca país de qué

Alguien, en alguna oficina comercial bajo el auspicio del Estado costarricense,

Alguien, en alguna oficina comercial bajo el auspicio del Estado costarricense, tuvo la genial idea de copiar un posicionamiento de otro país a nivel internacional, pero sin innovación ni originalidad, sin creación de una marca que identifique y venda la imagen del país desde sí mismo auténtica, única, de fuerza interior propia.

Lo esencial del país sería su inteligencia innovadora y creativa original y extraordinaria, ese nutriente que alimenta y da forma a la originalidad que se destaca y atrae por su carácter fundamental: inteligencia país, dominio país, arraigo y pertenencia país, soberanía país: Costa Rica.

Lo que es relativo a la esencia es el signo propio de algo, alguien, persona, objeto, sujeto, cultura, nación que construye símbolos y productos que lo relacionan con  su interior y le son propios.

¿Podría ser Costa Rica una marca esencial de país si celebra su fecha de independencia con la fecha de la de otro, teniendo la suya propia? Jamás.

¿Podría ser Costa Rica una marca país con carácter de esencial si muestra los mismos productos que cultivan, procesan, empacan y venden otros países con diferente sello comercial? Jamás.

¿Podría ser Costa Rica un carácter simbólico esencial a través de uno de sus enjambres sígnicos si se muestra en asocio con otros países cercanos, inclusive con aquellos que lo agreden militarmente y lo invaden y atacan constantemente, como si la región geográfica fuera una nación y no un conjunto de países que tienen nombres y apellidos diferentes? Jamás.

¿Podría ser Costa Rica una sociedad esencial de país, con cualidades excepcionales que le den marca internacional, si no muestra ni promueve a sus artistas, científicos, tecnólogos, pensadores, en el concierto internacional de las naciones? Jamás.

¿Entonces, qué podría ser la marca esencial de país?

La de ladrones y políticos corruptos, no, porque abunda en otras geografías, lo mismo que la de los empresarios que son de naturaleza mi dios es el dinero sin pagar impuestos o maquillando la factura con facturaciones, así como los profesionales que se vuelven millonarios y sus libros contables salen igual entrada que salida, ganancia cero, año con año. Eso es común y no reviste de ningún carácter esencial que dé y sostenga la marca país.

La marca de país propuesto por los ocurrentes y aquello que les es esencial, es lo mercantil sin valores de otra naturaleza, donde los preceptos humanistas y el sentido de la educación se sustituyen por la visión de inversión y rentabilidad, con la misión de crear felicidad material para los de arriba. Los medios hacia abajo que vivan bien y mal, de préstamos y otras falacias de mercado.

Pero como parece, digo parece, que el mundo se mueve por productos que se venden y se compran, se exportan y se importan, el mejor producto que sintetiza y refleja la imagen de Costa Rica como país esencial de su propia y única marca, incuestionable, indubitable, que da certidumbre, es la cultura que le es venida de sus adentros, de su interior de nación, pero hay que acompañarla con la calidad de construcción material en infraestructura.

Ya en el ámbito más de fondo, como el turismo que se atrae, no solo playas y montañas, ríos y volcanes, cuidar y fortalecer la calidad de los lugares, la limpieza y el servicio, pero todo ese marco de referencia está lleno de improvisación, drogas, descuido, tala, destrucción y corrupción de los gobiernos locales y central.

En otro aspecto para señalar, la cultura vende, también exporta pensamiento de lo nacional a lo universal, entonces, exportemos libros de autores costarricenses, promovámolos internacionalmente lo mismo que a sus creadores. Museos de calidad, vías peatonales llenas de arboledas, bancos, lugares de refrescamiento y descanso en todos los distritos y cantones, con arquitectura propia y nueva, con símbolos nacionales, efemérides nacionales, muevan el trasero municipalidades porque no sirven para nada, alcaldes de figurín y corruptela de partidos que se alquilan y compran y venden.

El producto interno bruto del país mejorará notablemente si nos damos a la tarea de darle al extranjero menos maquila internacional de transnacionales, y más de lo que pudiera ser auténticamente arte, ciencia, industria de creación y sello nacional, marca país, lo que nos es y viene a ser de carácter esencial.

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