Opinión

Cien años de etanol carburante en Costa Rica

El título de este artículo podría ser interpretado erróneamente.

El título de este artículo podría ser interpretado erróneamente. Este texto no trata de un avance centenario en el uso del alcohol etílico (etanol) como carburante para motores de combustión interna. En realidad, se trata del resultado del “nadadito de perro” y el “patear la bola hacia adelante” para no tomar decisiones, que se deben a tres tipos de motivos: decisiones políticas desacertadas, la acción de grupos de presión y la falta de competencia de funcionarios en los organismos involucrados.

El siguiente es un repaso de sucesos que indican la historia del etanol en el sector energético nacional.

  1. a) Año 1918. Don Alberto Sáenz Maroto indicó en 1970 en su libro Historia Agrícola de Costa Rica que en 1918 “… por ensayos llevados a cabo se ha despertado gran interés entre los productores de caña de azúcar a fin de determinar en forma práctica y definitiva si el alcohol [etílico] puede usarse como sustituto de la gasolina, o en mezclas, en los motores de explosión”. Es interesante la indicación de la realización de ensayos relativos al empleo del carburante. La familia del dictador de entonces, Federico Tinoco, tenía fincas de café y caña de azúcar en el país.

Pero la cosa no pasó a más, posiblemente por la huida a Europa del déspota en 1919, acompañado de $100 mil sacados de la sucursal del Royal Bank of Canada en Costa Rica. Esa plata en divisa extranjera fue “financiada” con una emisión inorgánica.

  1. b) Año 1948. Treinta años después, el periódico La Nación publica un artículo en su edición del 3 de diciembre de 1948 que trata sobre la posible conveniencia de que la Fábrica Nacional de Licores produzca cantidades adicionales de etanol para usarse como carburante. A la iniciativa se opuso fuertemente don Casimiro Sobrado, químico experto en la elaboración de rones.

Una vez más, nada ocurrió al respecto.

  1. c) Año 1978. La llamada segunda crisis mundial del petróleo ocurrió en ese año y para 1981 Recope ya vendía Gasohol, una mezcla de etanol y gasolina. El microbús Volkswagen que yo tenía en esa época se desempeñó bien, sin problemas mecánicos por el uso de ese combustible. La iniciativa tecnológica murió posteriormente, debido a que se normalizó el mercado mundial del petróleo y, en noviembre de 1982, cesó la venta de etanol anhidro a Recope por parte del proveedor Central Azucarera Tempisque (Catsa), en ese entonces una subsidiaria de la Corporación Costarricense de Desarrollo (Codesa).
  2. d) Año 2008. Otro conflicto global aparece y el petróleo jugó nuevamente un papel significativo. Esta fue la tercera crisis del petróleo. Una vez más, en Costa Rica se piensa en la introducción de etanol y biodísel en la matriz energética del país, y se generó el decreto 35091-MAG-Minaet. En ese entonces, la tarea era enfrentarse a la situación en la cual, tras 20 años de precios de petróleo menores a $25 por barril, ya desde 2003 ocurrían aumentos que llegaron a casi $150 por barril. Luego cayó el precio de ese recurso fósil.

Nuevamente, no ocurrió nada también debido a fricciones de grupos de presión con el Gobierno. Actualmente, existe una versión mejorada en el decreto 40050-Minae-MAG, que mantiene en su artículo No. 9 la salvaguarda del aseguramiento de producción alimentaria antes que el destino de productos agrícolas a la producción de biocombustibles.

Recope vuelve a intentar la introducción del etanol en 2006 con un experimento regional limitado, pero no se avanzó más. El escollo es la falta de producción nacional de materias primas, precios de compra atractivos y contratos estables por parte de Recope.

Como colofón, espero que no haya que llegar al año 2038 para entender que el país debió entrarle a asuntos de verdadera urgencia en materia de energía para transporte y necesidades térmicas industriales.

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