Enero 12 del 2021
Estimadas señoras y señores diputados:
Dirijo esta misiva en el derecho que mi libertad ciudadana me confiere de oponerme con indignación y estupor al reconocimiento de Héroe de la Paz a José Figueres Ferrer, muchos méritos tiene el expresidente pero precisamente él, que lideró un golpe de estado, una guerra civil, que dejó casi tres mil muertos, miles de exiliados, miles en las cárceles, miles de personas sin trabajo, despedidas de sus empleos por ser del bando perdedor, y persecuciones institucionalizadas como los Tribunales de Probidad y de Sanciones Inmediatas, lideró, don Pepe, años de represión, sin que hubieran límites para las violencias políticas contra los derechos humanos de miles de costarricenses.
La Paz es un derecho de justicia y libertades para todos los ciudadanos de un país que goza de suscribir la Carta de los Derechos Humanos.
La memoria política de nuestro país se construye con el esfuerzo de estudiosos y testimonios de protagonistas, cada día es más objetiva porque pasa por la revisión de investigaciones y producciones nuevas que valoran con criterios menos políticos y más científicos nuestra historia.
Es peligroso olvidar y desconocer las luchas que nuestro pueblo ha dado por La Paz, luchas sociales que buscan más justicia, más dignidades para los pueblos indígenas, para la niñez, las mujeres, el pueblo trabajador, nuestra naturaleza.
El pueblo costarricense merece ese homenaje, no don Pepe Figueres.
Les adjunto estos valiosos documentales de testigos de la guerra civil y sobre el impune Crimen del Codo del diablo, víctimas de la represión del Gobierno de facto de José Figueres.
Conocedora de la delicada unión política de las fracciones, el interés político no debe tergiversar ni ocultar la historia, nos debemos a las miles de víctimas , y a sus resarcimientos morales y éticos aún pendientes, la sociedad costarricense no puede seguir en bandos de los que ganan por las armas y los que pierden.
Apreciemos el verdadero sentido de la Paz, que es la verdad y la justicia. Don Pepe no es digno de este reconocimiento.
Atentamente
Dra. Macarena Barahona Riera
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