Opinión

Carta abierta a Videla

A los que lucharon y luchan contra el nuevo Plan Cóndor en plena marcha.

A los que lucharon y luchan contra el nuevo Plan Cóndor en plena marcha.
General, permítame no decir “querido General”, pues no me nace. No importa además dónde estés; en todo caso. el cura dijo en misa que estamos rodeados de ángeles, arcángeles, serafines, por el lado bueno; por los malos tenemos “demonios”, “satanaces” y “luciferes”, jefeados todos por el Diablo, que me parecen todos están debidamente organizados como en la academia suya. Estés con los buenos o con los malos, el fin último tampoco es ofenderte ni entrar en polémicas, solo contarte cómo me impresionan las similitudes tuyas de hace más de 40 años con las del nuevo soberano ocupante de la Casa Rosada de Buenos Aires.
Este ocupante que conociste tenía apenas 17 años –nació en la ciudad de Tandil, recuérdalo- cuando el 24 de marzo de 1976 tus colegas Emilio Eduardo Massera y Orlando Ramón Agosti botaron a la presidenta constitucional María Estela Martínez de Perón por comunista.
Vos lo conociste fan del equipo Boca Junior, el cuadro emblema de los barrios pobres de Buenos Aires, sobre los cuales también centraste gran parte de tu esfuerzo de “Reorganización Nacional” y guerra contra la subversión.
El muchachito este, hoy con 57 años cumplidos, igual que vos, estima que en el fútbol como en toda la guerra «…hay personas que sobreviven, otras que quedan incapacitadas, otras que mueren y otras que desaparecen…” (Teniente general Jorge Rafael Videla a un grupo de periodistas japoneses, 12 de diciembre de 1977).
También él estima que sí, resultó electo democráticamente en elecciones sin mácula, él es el “soberano” y, por tanto, el senado ni la cámara baja de tu país tienen que entrometerse con la “competencia” y la “jurisdicción” de quien manda. Así, para este soberano, el despido masivo de miles de empleados estatales es una necesidad en la nueva versión de “Reorganización Nacional”. Su veto, divulgado ampliamente por cuanto grupo mediático hay en la Argentina, en pro del libre mercado, me recordaron aquellas frases tuyas de 2010 ante el Tribunal de la provincia de Córdoba, que te juzgaría por delitos de lesa humanidad, cuando dijiste: “este tribunal carece de “competencia” y “jurisdicción” para juzgarme por los hechos protagonizados por el ejército mientras yo fui su comandante en el marco de la guerra interna librada contra el terrorismo subversivo”.
Lamentablemente, General, el “terrorismo subversivo” sigue manifestándose en protestas y huelgas de las que dan cuenta medios informativos que rompen el cerco y que el muchachito de 57 años ya tiene “vigiados”. Por eso, el nuevo “soberano” acaba de cerrar la cadena de noticias Telesur. Mejor dicho, quien hizo el anuncio fue el ministro de Medios y Contenidos Públicos de Argentina, Hernán Lombardi, por órdenes expresas del “soberano”.
A este cierre seguirá otra cadena de televisión por cable, la rusa RT, a cuyos periodistas una noche de estas, el soberano, en ejercicio de su competencia y jurisdicción, notificó que desconectará la señal que emiten desde Buenos Aires. La CNN da noticias más positivas.
La democracia, como vos pensabas, General, no debe tener tantas distorsiones de pensamiento. Por eso me recordaste cuando prohibiste a Aida Bortnik (escritora), Jorge Romero Brest (artista plástico), Roberto Cossa (dramaturgo y director de teatro), Crist (caricaturista), Joaquín Salvador Lavado Quino (caricaturista), Julia Elena Dávalos (cantante folclórica), Griselda Gambaro (escritora), Horacio Guaraní (cantautor folclórico), Nacha Guevara (actriz y cantante), César Isella (cantautor), Litto Nebbia (cantautor), Pacho ODonnell (escritor), Giran Franco Pagliaro (cantante), Piero (cantante y compositor), Ariel Ramírez (pianista y compositor folclórico), Sergio Remán (cineasta), Mercedes Sosa (cantante folclórica), María Elena Walsh, entre una larga lista de subversivos. Otros, General, como Héctor German Oesterheld, Paco Urondo, Rodolfo Walsh, Haroldo Conti y Tito Wenner, siguen desaparecidos, pero no importa, todas las semanas busco en la Internet si ya aparecieron.
Ah, General (esto que no trascienda), esté tranquilo donde Dios o el Diablo lo tenga. La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) (perdone que no informe sobre los colegios de periodistas, pero es que acá abajo, muchos de ellos, ya ni existen de hecho), coincide en que la democracia no requiere de tantos pensamientos distorsionadores; basta con las ideas de sus casta globalizantes. ¡Estos sí saben lo que hablan! Amén, General. Qué esté bien y trate de no resucitar.

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