Opinión

Campamentos: hacia el acceso universal

Los Campamentos de Verano y Cursos de Desarrollo Humano se origina-ron en el Recinto de Grecia, Sede de Occidente

Los Campamentos de Verano y Cursos de Desarrollo Humano se origina-ron en el Recinto de Grecia, Sede de Occidente; la primera edición se eje-cuta en el 2011. A partir del presente año, el Rector acoge la idea y, por medio de la Vicerrectoría de Acción Social, se los ejecuta en todas las se-des regionales y recintos, bajo el nombre Campamentos de Desarrollo Humano. Fueron inaugurados institucionalmente el 20 de enero pasado y, para el próximo año, se espera promoverlos en toda la Universidad de Costa Rica.

Campamentos son ante todo una filosofía que renueva, a la vez que nutre y complementa, el modelo universitario. Promueven principios tales como: acción inclusiva, acceso universal, diálogo de saberes, gratuidad de la oferta, generosidad, voluntariado en la gestión pedagógica y cooperación interinstitucional, tanto con sectores estatales como privados en cada re-gión. Parten de la convicción que el saber no es un dominio de algunos sino de todos: cada quien sabe algo y cada quien requiere saber algo, por lo tanto, todos y todas podemos enseñar y debemos aprehender.

Tal gestión universitaria pretende, figurativamente, que: “cada sala, de cada casa, sea un aula universitaria”. El proceso de admisión se revierte: es la Universidad la que reclama acceso a un colectivo con aptitud y avi-dez suficientes para fomentar y participar activamente en un rico proceso de enseñanza-aprendizaje. Se logra la imbricación directa con la comuni-dad, lo que parece esencial en la coyuntura que enfrenta la Universidad incluso geopolíticamente.

Tal concepción universitaria complementa el claustro y la clásica formación de élite, por medio de una gestión de puertas abiertas, de uni-versidad sin paredes. Toda la población es potencial actora de la gestión institucional, bajo los principios antes señalados, sin que existan límites de edad y sin requisitos educativos previos; evitando las condiciones buro-cráticas, formales o administrativas. El juego de requisitos es simple: En-seña quien sabe y oferta voluntariamente su saber, se inscribe quien re-quiere aprender y se reconoce necesitado del saber ofertado.

De este modo, se prolonga la plenitud humanística de la alma máter y, en los albores de los cien años de la Reforma de Córdoba y de los cincuenta de la Regionalización costarricense, se pretende maximizar los significati-vos logros democratizadores y autonómicos. Se procura renovar el para-digma universitario desde una consolidada idiosincrasia latinoamericana y autóctona.

En tal contexto, constituye preocupación central el ser humano tal cual, en tanto conocedores por naturaleza, en tanto deseosos de aprehender y de enseñar sus saberes, en tanto amantes del ocio antes que del negocio, así como de lo lúdico y de la convivencia solidaria y armónica, en la viven-cia del detalle y de la cotidianidad.

Desde los Campamentos, todo tema humano se constituye en razón universitaria, reasumiendo incluso la reproducción social de la fuerza de trabajo; por ejemplo: no se tratará de formar médicos sino de tematizar académicamente la “salud”, reproducida en el ejercicio doméstico, popular, cotidiano y privado. Análogamente con todos los otros temas cotidianos. Es como incursionar en la intimidad existencial, es ahondar en la trama y la urdimbre del devenir humano; es fortalecer la acción social universitaria, reposicionándola como gozne central de esta arista institucional.

La UCR inaugura una nueva faceta de su rostro, mostrando una clara vocación hacia el acceso universal, hacia el diálogo de los saberes y hacia la maximización de la democratización universitaria

Suscríbase al boletín

Ir al contenido