El apoyo a la independencia aumentó al 52% en Escocia, su nivel más alto desde el referéndum de 2016 sobre el Brexit, según un sondeo realizado justo antes de que el Reino Unido abandonase la Unión Europea.
Esta encuesta será motivo de satisfacción para la jefa del gobierno semiautónomo escocés, la independentista Nicola Sturgeon, que milita por un segundo referéndum de autodeterminación tras el fracaso del proyecto secesionista en una consulta precedente en 2014.
El gobierno británico de Boris Johnson se opone firmemente a una nueva votación.
El sondeo, publicado el lunes por la noche, fue realizado por el instituto Panelbase entre el 28 y el 31 de enero para el diario proindependentista escocés The National. Y es el tercero en las últimas dos semanas que muestra un respaldo creciente a la independencia.
Uno de los principales argumentos a favor de permanecer en el Reino Unido en la consulta de 2014, cuando esta opción obtuvo 55% de los votos, fue el peligro que quedar fuera de la Unión Europea con una eventual independencia.
Sin embargo el Brexit, muy mayoritariamente rechazado en Escocia, ha cambiado las circunstancias, defiende Sturgeon asegurando que una vez independizada esta nación de 5,4 millones de habitantes situada en el norte del país podría reintegrar la UE.
