Mundo

Trump presenta un plan de paz para Medio Oriente muy favorable a Israel

La Casa Blanca detalló que el plan propone un estado palestino "desmilitarizado", en tanto que Jerusalén seguiría siendo "la capital indivisible de Israel".

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reveló el martes su plan de paz para Medio Oriente basado en una solución de “dos estados”, en la que otorga a Israel una serie de concesiones que se espera provoquen fuertes reacciones entre los palestinos.

“Mi visión presenta (…) una solución realista de dos estados”, dijo Trump, dando garantías sin precedentes a su “amigo”, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, quien dijo que este era “un día histórico”.

Optimista, el mandatario estadounidense estimó que su iniciativa podría permitir dar “un gran paso hacia la paz”.

El presidente palestino Mahmud Abbas, reaccionó al manifestar que el plan de Trump “no pasará”. Por otra parte, el movimiento Hamas, el primero en reaccionar en el campo palestino, lo rechazó de inmediato.

El futuro Estado palestino solo vería la luz del día bajo varias “condiciones”, incluido “un claro rechazo al terrorismo”, subrayó Trump al explicar su “muy detallado” plan de 80 páginas.

La Casa Blanca detalló que el plan propone un estado palestino “desmilitarizado”.

Asimismo, publicó un mapa con las futuras fronteras que contiene unos 15 asentamientos israelíes, conectados al área de la Franja de Gaza por solo un túnel. Esto técnicamente cumpliría con la promesa de Trump de un estado palestino contiguo.

Jerusalén, en tanto, seguirá siendo “la capital indivisible de Israel”, aseguró, aunque también propuso crear una capital del Estado palestino en Jerusalén Este, sin explicar cómo se conciliarán ambas cosas.

Los palestinos quieren hacer de Jerusalén Este, parte de la ciudad ocupada desde 1967 por Israel y luego anexada, la capital del futuro estado al que aspiran.

El primer ministro israelí, por su parte, enfatizó que el plan de la Casa Blanca le daría a Israel soberanía sobre el Valle del Jordán, una gran área estratégica de la Cisjordania ocupada donde el ejército israelí acaba de fortalecer su presencia.

Asimismo, Netanyahu indicó que los refugiados palestinos no tendrán derecho a regresar a Israel, en tanto se dijo dispuesto a acordar con los palestinos “un camino hacia un futuro estado”, aunque puso como condición que reconozcan al “Estado judío”.

“Última oportunidad”

Trump enfatizó su convicción de que los palestinos se merecen “una vida mejor”, pero les lanzó una advertencia.

Dijo que había enviado una carta al presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, instándole a aprovechar “una oportunidad histórica”, quizás “la última”, para obtener un estado independiente.

“Le expliqué que el territorio asignado para su nuevo estado permanecerá abierto y sin desarrollar (con colonias israelíes) por un período de cuatro años”, dijo.

Trump, un magnate inmobiliario de Nueva York que se jacta de ser un negociador sobresaliente, le confió hace tres años a su yerno y asesor Jared Kushner, un novato político, la espinosa tarea de elaborar una propuesta que probablemente condujera al “acuerdo final” entre israelíes y palestinos.

El objetivo del mandatario republicano: tener éxito donde todos sus predecesores fallaron. Pero la partida promete ser muy difícil.

Según altos funcionarios palestinos, Abas rechazó en los últimos meses las ofertas de diálogo del presidente de Estados Unidos y consideró su plan “ya muerto” antes de conocerlo.

El primer ministro palestino, Mohammed Shtayyeh, instó el lunes a las potencias internacionales a boicotear el plan, que según él fue diseñado “para proteger a Trump de la destitución y proteger a Netanyahu de la prisión”.

Trump enfrenta un juicio político en el Senado y Netanyahu lucha contra un creciente escándalo de corrupción.

Poco más de un mes antes de nuevas elecciones en Israel que se anticipan reñidas, Trump también recibió el lunes al principal rival de Netanyahu, Benny Gantz.

“Acuerdo del siglo”

Pero fue con “Bibi” que Trump eligió aparecer frente a las cámaras, y el primer ministro israelí, que viajará a Moscú el miércoles para informar al presidente ruso Vladimir Putin de los detalles del plan, no ha ocultado su entusiasmo.

“Señor presidente, su acuerdo del siglo es la oportunidad del siglo”, dijo desde la Casa Blanca.

Saeb Erekat, secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), dijo el domingo que se reservaba el derecho de retirarse de los acuerdos de Oslo, que enmarcan sus relaciones con Israel.

Según el acuerdo provisional de Oslo II de septiembre de 1995 entre la OLP e Israel, Cisjordania se había dividido en tres zonas: A, bajo control civil y de seguridad palestino, B, bajo control de seguridad civil palestino e israelí, y C, bajo control civil y de seguridad israelí. Sin embargo, el plan de Donald Trump “transformará la ocupación temporal en ocupación permanente”, denunció Saëb Erekat.

El proyecto estadounidense también fue rechazado por Hamás, el movimiento islamista que controla la Franja de Gaza, un enclave palestino de dos millones de habitantes separados geográficamente de Cisjordania, donde la autoridad de Abas es limitada.

El plan estadounidense “no se aprobará” e incluso podría llevar a los palestinos a una “nueva etapa” de su lucha, advirtió Ismail Haniyeh, líder de Hamás.

por Francesco Fontemaggi y Jerome Cartillier

Suscríbase al boletín

Ir al contenido