El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció un acuerdo con la oposición demócrata para reabrir temporalmente el gobierno federal, cerrado por falta de financiación por un récord de cinco semanas, a causa de una amarga disputa sobre la financiación de un muro fronterizo con México.
“Hemos llegado a un acuerdo para poner fin al cierre y reabrir el gobierno federal”, dijo Trump. “Dentro de poco, firmaré un proyecto de ley para abrir nuestro gobierno por tres semanas, hasta el 15 de febrero”.
Trump hizo el anuncia desde la Casa Blanca y en un video que difundió en Twitter, dijo que tenía una “alternativa muy poderosa”, pero que de momento no la quiso usar, refiriéndose a la posibilidad de una declaratoria de emergencia nacional.
Durante su discurso, el Presidente agradeció a los trabajadores del gobierno porque “no sólo no se quejaron, sino que en muchos casos me alentaron a seguir adelante”. Fueron varias las protestas de empleados públicos que se realizaron frente a la Casa Blanca exigiendo a Trump el fin del cierre.
“Absolutamente patético”
Añadió que la ley presupuestaria que sancionará, abrirá el gobierno por un periodo de tres semanas hasta el 15 de febrero y que se asegurará de que los trabajadores reciban su salario “muy rápido o lo antes posible”.
El actual cierre del gobierno es el más largo de la historia reciente de Estados Unidos, duró 36 días y se debió al empecinamiento de Trump en que el Congreso aprobara $5.700 millones para la construcción de su muro fronterizo con México.
El acuerdo al que accedió Trump no le da un centavo para ese proyecto fronterizo, sino que consiste en que se creará una comisión con representantes tanto de su partido Republicano como de la oposición Demócrata, de ambas cámaras del Legislativo, la cual “revisará lo solicitado por expertos de seguridad nacional y profesionales en el cumplimiento de la ley”, con el fin de diseñar un “paquete de seguridad nacional para mí”, con el fin de que llegue a ser ley “dentro de poco”.
Las primeras reacciones políticas se dieron desde el Senado, donde los líderes Mitch McConnell y Chuck Schumer -republicano y demócrata, respectivamente- celebraron el acuerdo.
Más crítico se mostró el independiente Bernie Sanders, quien dijo que “es un día positivo”, pero que “hay algo absolutamente patético en lo que ha ocurrido. No olvidemos por un segundo que hace cinco semanas el Senado aprobó de manera unánime -todos los republicanos y todos los demócratas- una legislación que es esencialmente la misma que la que vamos a probar hoy”.
