Mundo Economista tico-argentino Daniel Vartanián:

Triunfo de Milei “es la prueba más grande que ha tenido la democracia argentina en 40 años”

Analista vivió el proceso electoral argentino de primera mano y ofrece una perspectiva amplia sobre las causas del triunfo del ultraderechista Javier Milei, sus vínculos personales e ideológicos con la dictadura y lo que se puede esperar de su eventual gobierno. 

Desde poco antes de que en agosto se realizaran las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO), en que el radical ultraderechista Javier Milei dio la gran sorpresa al lograr el primer lugar, el economista Daniel Vartanián ha estado en ese país y es por ello un testigo de excepción del proceso electoral que ha culminado con un triunfo claro del colorido personaje. 

“Argentino de nacimiento y tico por elección”, según se describe, Vartanián radicó en Costa Rica exiliado desde 1977, poco después de que en marzo de 1976 los militares en su país consumaran un golpe de Estado e iniciara una de las más brutales dictaduras del continente. 

Además de analizar las causas del ascenso al poder de Milei y su partido La Libertad Avanza, explicó por qué muchos exabruptos de campaña constituyen promesas de casi imposible cumplimiento e incluso planteó la duda de si podrá concluir su periodo.

Milei era una figura que de alguna manera se le tenía en el radar por pintoresco, pero jamás imaginar que llegaría a ser presidente

—La campaña de Milei empieza hace dos años cuando fue electo diputado nacional, obtuvo un muy bajo porcentaje de votos, La Libertad Avanza alcanzó sólo tres curules de 257, pero empezó una campaña para capitalizar el descontento popular y nacional alrededor de políticas económicas que no estaban dando resultados, producto de un endeudamiento brutal que puso (el expresidente Mauricio) Macri con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en el período que terminó en 2019 y asume en 2020 Alberto Fernández. No solo tuvo el mayor endeudamiento de la historia en un solo préstamo, sino que además lo hizo en forma irregular, debió haber pasado por el Congreso.

Tenía que discutir el gobierno de Alberto Fernández qué hacer con este préstamo, lo que hizo el ministro anterior que se llamaba Martín Guzmán, conseguir una quita de la deuda que fue alrededor de $30.000 millones, pero siempre quedó una deuda de $45.000 millones, que fue utilizada, según lo reconocieron posteriormente el ministro (Germán) Garavano y también el presidente Macri, para devolver capitales hacia el exterior, se saldó una deuda con los fondos buitres, con los especuladores internacionales. 

Esto ató al Gobierno en forma que se expresó como una inflación fuerte y una disminución de la producción a causa de la pandemia y después de una enorme sequía.

Milei capitaliza todo ese descontento de cosas que no funcionan y la gente no se pregunta mucho por qué no funcionan, sino que lo siente todos los días en la inflación, en el sistema de precios, en ingresos que no alcanzan, imposibilidad de importar insumos para el sector industrial.

Es donde Milei empieza con un lenguaje muy agresivo, soez inclusive, como una forma de protesta o de inconformidad y del cual se hacen eco también varios medios, desde el emporio de La Nación y Clarín.

 

¿Qué tan sorpresivo fue el resultado de las PASO?

—Fue absolutamente sorpresivo. Sí había un gran descontento nacional por una conducción económica que no estaba dando sus frutos.

Milei y también el grupo de Macri alrededor de Juntos por el Cambio son los que calan la necesidad de un cambio de signo político en el gobierno, su posición se centra en el antikirchnerismo, más que propuestas de cómo solucionar estas cosas y se utiliza el lenguaje que es soez y que además dice cosas imposibles, como “dinamitar” el Banco Central, palabra textual de Milei como candidato.

Esas son las cosas que son las que ponen un caldo de cultivo en donde cualquiera puede salir ganando.

 

Tras la primera ronda electoral queda un poco de esperanza de que esa extrema derecha no sea exitosa, pues en primer lugar quedó el oficialista Sergio Massa, pero el resultado recién obtenido es bastante diferente de la primera vuelta, ¿cómo se puede explicar?

—Efectivamente, después de las PASO hay una recomposición del Gobierno, en el sentido de explicar un poco más claramente lo que está pasando, cuál es el origen de los problemas económicos, culpabilizar a la administración de Macri que había dejado esta enorme deuda, el problema de la sequía y que los medios fueron muy selectivos en la forma de atacar al Gobierno. 

Un ejemplo de lo absurdo que es esto: cuando Milei va al Teatro Colón, el día anterior a la elección, es abucheado por todo el teatro, le gritaban “Milei basura, vos sos la dictadura”; sin embargo, estos medios lo que dijeron es que fue ovacionado.

 

A partir de la figura de su vicepresidente electa, Victoria Villarruel, hay un vínculo bastante evidente de Javier Milei con esa extrema derecha militar y la dictadura. ¿Cómo interpreta que este proyecto tan estrechamente vinculado a la dictadura militar gane y con buen margen la elección?

—Es muy difícil de entender. Quienes hemos sufrido el exilio o el desplazamiento, o que tenemos conocimiento de amigos o familiares desaparecidos, torturados, es muy duro entender esta realidad. Se impone la crisis económica al dolor, y entonces el descontento por la crisis económica hace que se olvide el dolor. 

Es una vicepresidente electa que fue abogada de genocidas, que participó en manifestaciones en favor de la libertad de los genocidas ya condenados, que ahora propone también una ley que les dé amnistía. 

Milei además tiene un proyecto económico muy similar al que hubo durante la dictadura, hay cosas que se van sumando y por eso es que se lo califica de extrema derecha o de ultra derecha, porque está proponiendo un modelo económico como el que tuvo la dictadura en los años 70 y 80.

Massa tenía credibilidad dentro del sector empresarial y económico, pero evidentemente no fue suficiente. Pudo más el antikirchnerismo, el antiperonismo, estar en posición en contra del Gobierno aún cuando yo entiendo que las pymes van a quedar muy desamparadas, van a tener que competir contra los bienes importados y la industria extranjera y aún así la gente votó por su verdugo.

 

Milei a lo largo de la campaña prometió cosas disparatadas: dolarizar, eliminar el Banco Central, eliminar ministerios. ¿Qué se puede esperar de los primeros meses o primer año de gobierno?

—No sé hasta dónde puede llegar y cuándo va a ver que la gobernabilidad se le acaba si sigue planteando cosas de esta naturaleza. El presidente de la Corte Suprema de Justicia ya había dicho antes de la elección que algunas de las propuestas que estaban haciendo los candidatos —y creo que se refería a Milei— eran inconstitucionales. El Banco Central está en la Constitución y tener una política dolarizada como la que plantea Milei, significa pasarle por encima a la Constitución.

Ya plantea privatizar los yacimientos de petróleo, que proporcionan energía a todo el país, una barbaridad absoluta. Dice que el Estado tiene que achicarse de forma tal que no requiera recursos del público y entonces no sabemos si es el gran negocio de vender todas las empresas del Estado, sobre todo la superavitarias, para poder financiar lo que significaría la dolarización. 

 

¿Es previsible un escenario de represión?

—Ya dijo que lo va a hacer, ojo. Esta gente lo que está diciendo es “a nadie se le puede cortar el derecho de libre tránsito, por lo tanto, si a alguien se le ocurre hacer una manifestación incluso en la calle, cortar una calle, sepan que llega la represión inmediatamente”.

La experta en ese tema es la vicepresidenta Victoria Villarruel y además con la compañía de Patricia Bullrich, de Juntos por el Cambio, que fue ministra de Seguridad Pública y que además está dispuesta a llevar adelante ese tipo de políticas. 

 

¿Qué tan grande es el peligro que se cierne hoy sobre sobre esa joven democracia argentina?

—Es la prueba más grande que ha tenido la democracia argentina en 40 años. Todos los gobiernos de la ultraderecha en Argentina terminaron mal, producto de la fuerza del pueblo que se expresó provocando la renuncia de (el expresidente Fernando) De la Rúa (1999-2001), la del mismo (Raúl) Alfonsín (1983 -1989) que respetaba la democracia, que fue obligado por las circunstancias, por cosas que se le salieron de su control, a entregar el poder antes de que se venciera su mandato.

Por supuesto, todos los militares dejaron el poder porque ya no podían más con él, entonces,  esto será una prueba más, no podría aventurar cuánto va a durar este gobierno, pero si hace las cosas que dice, no lo veo que pueda durar cuatro años.

 

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