Mundo Profesor Sergio Moya:

“No es una política lo de Trump. Es una actitud incongruente, contradictoria, contraproducente, aislacionista”.

“Estos enfrentamientos convierten a Irak en un campo de batalla de dos países extranjeros”.

El asesinato del general Gasem Soleimani, comandante del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria iraní y uno de los principales hombres de Estado de Irán, por el ejército norteamericano, el pasado 3 de enero, prendió todas las luces de alarma en las principales cancillerías del mundo. En el ataque murieron seis personas, además del general Soleimani; entre ellas, Abu Majdí al-Mujandis, jefe de la mayor milicia chiíta iraquí, aliada de Irán.

Irán anunció represalias, Donald Trump amenazó con una escalada, mientras otras potencias pedían a ambos contención.

El atentado, cometido en una región particularmente volátil como el Oriente Medio, multiplica la inestabilidad del escenario internacional.

Universidad conversó con el profesor Sergio Moya, autor de diversos libros y artículos sobre esa región. En su opinión, el atentado no contribuirá a la paz regional ni a fortalecer los intereses norteamericanos en la región. 

Hecha la entrevista antes de la confirmación de que el ejército iraní era el responsable del derribo de un avión de pasajeros de Ukaine Internacional –que confundió con un eventual ataque a instalaciones militares secretas–, el aumento de la tensión en la región deja en evidencia los peligros de los errores de cálculo y las graves consecuencias que pueden tener.

En su opinión, ¿cuáles serán las consecuencias a mediano plazo del asesinato del general Qasem Soleimani?

 – Irán ha dicho que va a echar a Estados Unido de Medio Oriente. Lo han reiterado especialmente a partir de esta coyuntura. Son 70 mil tropas en Irak, 14 mil en Afganistán y muchos más en diversos países, en un anillo alrededor de Irán que incluye Arabia Saudita y los emiratos.

Son tropas que están allí porque los gobiernos anfitriones se lo han pedido a Estados Unidos. 

Arabia Saudita es el país que compra más armas en el mundo y vea cómo están empantanados en Yemen. Pensaron que resolvían ese conflicto en unos meses y llevan ya más de cinco años en guerra. Las petromonarquías del golfo no pueden garantizar su seguridad por sí mismo, necesitan la tropas norteamericanas.

 

El parlamento Iraquí ha pedido el retiro de las tropas norteamericanas del país. Días después, condenó el ataque iraní a la base de Ain al Asad y a la de Erbil. ¿Cómo afecta este conflicto la situación en Irak?

 

-Estos enfrentamiento convierten a Irak en un campo de batalla de dos países extranjeros. No es un detalle menor el que Irán haya escogido bombardear bases donde había, además de militares norteamericanos, personal iraquí. Es un acto hostil a un país al que han dicho que van a proteger frente al Daesh.

Son dos bases: una en Erbil, en el kurdistán iraquí, al norte del país, y otra en la provincia de Al Anbar, bastión del sunismo iraquí, donde el Daesh tenía apoyo para la creación del Estado islámico.

Esa elección no fue una casualidad. Todo lo contrario. Fue una señal a los kurdos y suníes para que revisen con cuidado su apoyo a la presencia militar estadounidense en la zona. 

Desde la invasión de Irak, Estados Unidos promovió las identidades sectarias en el país. El sectarismo envenenó la sociedad después de la invasión norteamericana. 

No es que no hubiera tensiones antes entre suníes y chiítas pero, con la invasión, aun esa coexistencia precaria se acabó. Surgieron milicias suníes y milicias chiítas, que se enfrentan entre ellas en una guerra civil que todavía no termina. 

 

¿Es posible el retiro de las tropas norteamericanas de Irak?

 

-Eso no es factible, ni a corto, ni a mediano plazo. Lo que parece políticamente factible es que el Gobierno iraquí se lo exija, pero Trump ya dijo que no se van. Y, si se van, le van a cobrar por esa base. 

Con esto, Estados Unidos prácticamente ha quebrado su relación con la élite política iraquí, que es básicamente chiíta. Aunque no se vayan, ya la seguridad de esas tropas queda muy comprometida. Cesa la cooperación con la seguridad iraquí y se crea un ambiente hostil para esas tropas.

¿Quién terminó beneficiado? No es una política lo de Trump. Es una actitud incongruente, contradictoria, contraproducente, aislacionista. 

Él no tenía una idea del alcance que podría tener esto. Quien vio deteriorada su relación con Irak fue Trump.

 

En su opinión, ¿el asesinato de Soleimani contribuirá a cohesionar la sociedad iraní, donde se ha vivido meses de protestas? ¿O la perspectiva es que la situación empeore si Estados Unidos agrava las sanciones?

 

-Me parece que la sociedad iraní cierra filas frente a amenazas extranjeras. Para el Gobierno de Irán, lo de Soleimani fue un bálsamo; permite apelar a la agresión externa y al nacionalismo como elemento para cohesionar a la población, que venía expresando un serio descontento por la situación económica del país, agravada por las sanciones norteamericanas. Ahora se unifica por la defensa de la patria, el nacionalismo. ¿Quién saca provecho de esto? El Gobierno.

Washington no entiende la lógica con la que operan muchas de esas culturas. Con su muerte, Soleimani se transforma en una figura mítica.

Nunca lo pudieron derrotar militarmente y ahora lo convierten en un mártir. Ellos celebran el martirio como el más grande honor. Hace unos dos años, cuando el Gobierno iraní lo honró con la más alta condecoración del país, le desearon que encontrara pronto el martirio. En unos apuntes hechos días antes de su muerte, había unas notas en las que pedía a Dios que lo aceptara.

 

¿Comparte Ud. la opinión de que, como resultado de ese atentado, Estados Unidos ahora está más vulnerable y aislado?

-Creo que sí. En última instancia, no se modificó ninguna circunstancia clave en la disputa entre los dos países, en ninguno de los escenarios en que Estados Unidos se enfrenta a Irán. Veo en esto la mano ganadora de Irán. Ellos hacen sus travesuras y luego quieren que, a los que maltrataron, los acuerpen.

Irán es una civilización milenaria que siempre ha definido su acción por el cálculo político. Tienen miles de años de historia. No hay nada de fanatismo en sus decisiones, son muy sofisticados. 

Creo también que la precisión que tuvieron los cohetes iraníes disparados contra las bases iraquíes demuestra que estas son vulnerables. Ningún cohete fue interceptado por las defensas norteamericanas. Los vecinos de Irán estarán muy preocupados, viendo que esa vulnerabilidad es real.

Queda vulnerable la situación de Estados Unidos. El Secretario de Estado, Mike Pompeo, reclamó lo que le pareció un apoyo frío de Europa al atentado contra Soleinami. 

Por primera vez en la historia, en diciembre, hubo maniobras militares entre Irán, China y Rusia, que evidencian la creciente irrelevancia de Estados Unidos en la región.

 

Finalmente, ¿qué implican los anuncios de Irán de que va a avanzar en el desarrollo de su programa nuclear?

 

-Irán se liberó de todas las limitaciones del tratado al que se acogió con el acuerdo del 2015. A corto plazo, eso implica que va a intensificar su proceso de enriquecimiento de uranio con fines energéticos, de acuerdo con las necesidades del país.

Eso es un retroceso. El acuerdo nuclear con Irán costó mucho, fue una joya de la diplomacia contemporánea que trajo mucha estabilidad en la relación entre Occidente e Irán.

Eso quedó completamente desbaratado. Existen, además, otros ejes de conflicto, como el programa de misiles de Irán, que nunca estuvo considerado en el acuerdo nuclear.

En general, todo esos escenarios de conflictos tenderán a intensificarse. Por un lado, está la influencia que Irán en la región, con sus aliados en diversos países y, por el otro, el eje de conflicto que mantiene con Israel y Arabia Saudita.

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