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La odisea espacial de Rosetta terminará con un suave impacto contra su cometa

La primera sonda en estudiar a profundidad un cometa terminará su misión este 30 de setiembre.

Un impacto controlado pondrá fin el próximo viernes a doce años de odisea espacial de la sonda europea Rosetta, que terminará su misión y dejará de transmitir información desde el espacio exterior.

La Agencia Espacial Europea (ESA) dará por concluida la misión apenas Rosetta aterrice en el cometa 67P/Churiumov-Guerasimenko (conocido como “Churi”), donde le espera, inerte, su compañero el robot de exploración Philae.

La maniobra de aproximación comenzará el jueves, cuando el centro de control enviará desde la Tierra, a más de 700 millones de kilómetros de distancia, la instrucción a Rosetta de que comience su descenso.

Así terminará el cuento de hadas de la sonda espacial europea y de su módulo de exploración, dos complejos aparatos con sus correspondientes encantadoras versiones de historieta y sus fans, hoy desconsolados en vísperas de que los dos aventureros corten para siempre sus vínculos con la Tierra.

“Pienso que se derramarán muchas lágrimas”, dijo el consejero científico de la Agencia Espacial Europea, Mark McCaughrean, antes de la fecha de ruptura fijada para el 30 de septiembre.

Tras dos años en órbita alrededor del cometa 67P/Churiumov-Gerasimenko, a quien acompañan en su periplo alrededor del Sol a cientos de millones de kilómetros de casa, Rosetta pondrá fin a su misión científica marcando un hito en la historia de la conquista espacial, al posarse sobre la superficie de hielo y polvo del cuerpo celeste. Tanto la sonda como Philae quedarán para la eternidad en la superficie del cometa.

Aparte del cierre científico de la misión, existe un componente emocional: muchos niños y no menos adultos siguen paso a paso las aventuras de los dos exploradores, no como las máquinas que son sino como encantadores personajes de caricatura, uno grande y otro pequeño, valientemente explorando el cometa y enviando las informaciones a la Tierra.

Rosetta y Philae se convirtieron en inusuales famosos del espacio, cada cual con su propia cuenta en Twitter. Hicieron vender camisetas, gorras y juguetes.

Videos animados presentan a los dos aventureros con aspecto humano: ojos que ven, cejas que expresan asombro y boca que sonríe. Y en el caso de Philae, hasta piernas.

Ahora, los mismos que crearon a estos simpáticos personajes se ven confrontados a una difícil tarea.

“Tenemos que hacerle entender a la gente de manera clara que realmente se terminó”, explica Mark McCaughrean, a cargo de las relaciones públicas de la misión.

El final.

Rosetta impactará el cometa el viernes cerca del amanecer, hora de Costa Rica, a una velocidad de 90 cm/s –es decir la de una persona caminando– tras recorrer los 19 km de distancia que la separan de este cometa, que tiene unos 4 km de diámetro.

Aunque es posible que la sonda sufra daños por el choque, “no se va a estrellar, se va a posar suavemente”, explicó a la AFP Francis Rocard, responsable del programa espacial francés CNES. “Tampoco va a deshacerse en mil pedazos”, aclara.

En el camino tomará fotografías y realizará observaciones –inéditas en un cometa a tan corta distancia– antes de aterrizar.

A los científicos en Tierra les interesa especialmente obtener imágenes de alta resolución y datos sobre el polvo y los gases que desprende el 67P. Son importantes para seguir avanzando en la comprensión del proceso de formación de los cometas y de nuestro Sistema Solar, según la ESA.

En el cometa se encuentra Philae, el robot que se posó en noviembre de 2014 antes de enviar valiosas observaciones a la Tierra.

Philae está inerte desde que en julio de 2015 agotó por completo sus baterías, que no pudo recargar por estar sus paneles mal orientados en una grieta con escasa exposición solar.

Viaje eterno en el cometa.

El cometa 67P se dirige actualmente hacia la órbita de Júpiter. Seguirá alejándose del Sol en su trayectoria elíptica, hasta unos 850 millones de kilómetros de distancia del astro rey.

Rosetta perderá por completo la capacidad para almacenar energía solar suficiente como para seguir operando sus instrumentos de observación y transmisión de datos a la Tierra por ondas de radio.

Por eso, la ESA decidió dar por concluida su misión. Cesará de emitir por completo, conforme a los tratados internacionales que rigen el espacio exterior, para evitar contaminarlo con señales inútiles que puedan interferir con otras misiones.

Al aterrizar en el cometa en 2014, Philae había rebotado dos veces en su superficie antes de quedar inmovilizado en un lugar obscuro.

Rosetta llegará a un lugar alejado de Philae, en una pequeña llanura rodeada de hoyos desde donde el cometa proyecta chorros de gas y polvo, que la sonda también intentará observar en sus últimos minutos de vida.

La ESA no descarta imprevistos en esta maniobra final, incluyendo la posibilidad de perder horas antes el contacto con Rosetta.

Tras cesar toda actividad de la sonda, los restos de Rosetta y Philae acompañarán para siempre al cuerpo celeste, poniendo fin a una aventura sin precedentes en la historia de la conquista espacial.

Proyectada hace más de 20 años, la misión permitió avances en la comprensión de la formación del Sistema Solar desde su nacimiento, ya que se considera que los cometas son vestigios de su materia primitiva. “Fue una misión científica perfecta y una muy buena cosa para Europa”, dijo Jan Woerner, director general de la ESA.

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