“Los medios deberían sentirse avergonzados y humillados y cerrar la boca y sólo escuchar por un tiempo”.
Así se expresó sobre los medios de comunicación Stephen Bannon, principal estratega y asesor de Donald Trump, en una entrevista concedida al New York Times, publicada ayer.
Bannon subió aún más el tono de sus declaraciones. De manera enfática, luego de ordenar “quiero que cite esto”, el asesor de Trump le dijo al periodista Michael M. Grynbaum que “los medios aquí son el partido de oposición, no entienden este país, aún no entienden por qué Donald Trump es presidente de Estados Unidos”.
Bannon llegó a tener un papel medular en la campaña de Trump luego de haber dirigido el sitio web Breitbart News, el cual según él mismo ha admitido se convirtió en plataforma para la llamada “derecha alternativa”, término que incluye a defensores de la pretendida “supremacía” de la gente “blanca” y a ultra nacionalistas.
GUERRA Y CABEZAS SIN RODAR
Las declaraciones de Bannon mantienen el tono confrontativo que caracterizó los primeros días de la administración del cuestionado magnate de las bienes raíces.
En su primera semana completa como presidente de Estados Unidos, Donald Trump entre otras cosas logró tensar las relaciones con México a causa de su insistencia en la construcción de un muro fronterizo, revivió dos proyectos de construcción de oleoductos que alarmaron tanto a ambientalistas como a indígenas, mandó a callar a funcionarios de instituciones como la Agencia de Protección Ambiental (EPA) o la Administración Nacional de la Aeronáutica y el Espacio (NASA) y, encima, le declaró la guerra a la prensa.
Justo al iniciar la semana, al pronunciar un discurso en la sede la Agencia Central de Inteligencia (CIA), Trump manifestó que “tengo una guerra con los medios. Son de los seres humanos más deshonestos en la Tierra”.
El jueves en una entrevista concedida a su amigo Sean Hannity, de la cadena Fox News, Trump insistió en que “muchos medios, no todos, son muy deshonestos. Honestamente, son noticias falsas. Falsas. Inventan cosas”, al referirse a una información errónea que un reportero de la revista Time publicó y de la cual se retractó, según la cual un busto del líder de los derechos civiles Martin Luther King había sido retirado del Salón Oval de la Casa Blanca.
Ese mismo día, la célebre asesora de comunicación de Trump, Kellyanne Conway, ofreció una entrevista a la cadena de televisión pública PBS, en la cual intentó atemperar las declaraciones de Bannon.
“Lo que él está diciendo es que no hay evidencia de que nadie en los medios de comunicación haya aprendido nada de la elección. Ninguna cabeza ha rodado. Ninguna división (de noticias) dijo: wow, de veras jodimos esto al decir que Hillary Clinton iba a ganar y que iba a tomar el Congreso y el Senado”.
ULTRA DERECHA EN LA CASA BLANCA
Stephen Bannon es un exbanquero quien trabajó en Goldman Sachs y además formó parte del llamado Tea Party, el movimiento que radicalizó hacia la derecha al Partido Republicano.
La admisión de que Breitbart es hogar para esa llamada derecha “alternativa” la hizo Bannon a la periodista Sarah Posner, durante la convención del Partido Republicano en julio pasado.
La periodista -quien ha publicado para medios como Mother Jones y Rolling Stone sobre Bannon y el ultranacionalismo de Trump- trabaja para el Instituto Nation, dedicado a promover la prensa independiente.
En declaraciones al noticiero Democracy Now, Posner se refirió a las declaraciones de Bannon y las calificó como “un intento de la administración Trump para intimidar a la prensa”.
“En segundo lugar -añadió- estos comentarios no son dirigidos solamente a los medios, quienes creo no se vana intimidar por Bannon, pero también son dirigidos a la audiencia que el propio Bannon tiene en Breitbart News y toda la constelación de la derecha alternativa, para la cual Breitbart es una plataforma según lo ha dicho Bannon”.
Añadió que incluso antiguos reporteros y editores de Breitbart han denunciado que bajo la dirección de Bannon, el sitio se convirtió en un santuario “para la derecha alternativa, nacionalistas blancos y racistas”.
