País Jerry Espinoza, del Congreso Latinoamericano sobre Religión y Etnicidad

“Es fundamental reivindicar los valores de laicidad”

Experto sostiene que la religión ha sido un freno al avance de los derechos humanos.

Los riesgos de la intromisión de la religión en la política y de que el mundo caiga en conflictos violentos por motivos religiosos fueron abordados por el profesor de filosofía Jerry Espinoza Rivera, de cara a la realización del Congreso Latinoamericano sobre Religión y Etnicidad, el cual preside.

El evento se realizará a partir del próximo 8 de agosto y es coordinado por la Asociación Latinoamericana para el Estudio de las Religiones (ALER).

Espinoza es profesor en la Escuela de Estudios Generales de la UCR y en la Universidad Estatal a Distancia (UNED).

¿Es el fundamentalismo inherente a la religión?

– No, por definición el fundamentalismo implica un posicionamiento político más que religioso. La religión tiene que ver con una creencia particular de los individuos, que en algunos casos habría aspectos que rozan con lo político, a veces hay conflictos en la religión con lo político; pero no necesariamente tiene que haberlos. En cambio, en el fundamentalismo por definición hay una posición política y una pretensión de apropiarse del espacio público.

Entonces en el caso del fundamentalismo sí habría inevitablemente un tema de discusión política más que de creencias.

Entonces hay fundamentalismo en el tanto se lleve la doctrina religiosa al espacio político?

-Exacto. En la medida en que pretenda apropiarse de ese espacio.

¿La existencia de partidos políticos definidos a partir de una orientación religiosa es una manifestación de fundamentalismo?

– Siempre y cuando estos partidos pretendan apropiarse del espacio público. Si tienen claras las reglas del juego y están dispuestos a jugar con esas reglas, perfectamente podrían hacerlo. El problema es cuando -sea abierta y explícitamente o muchas veces tácitamente-, pretenden jugar dentro del espacio democrático pero solo como un medio para conseguir sus fines.

La religión es motivo de serias manifestaciones de violencia, como actos terroristas. ¿Cómo se puede impedir que el fundamentalismo emane de la religión y caiga en la violencia cuando es algo repetido a lo largo de la historia?

-Es fundamental reivindicar los valores de la laicidad. Uno de los grandes logros alcanzados a partir de la ilustración y de los valores de la modernidad, es separar el ámbito de la religión del ámbito público. Eso no ha sido alcanzado por completo en ningún lugar, ni siquiera en las sociedades del primer mundo y menos en América Latina, pero como ideal el estado laico sigue siendo el medio que permite no solamente resolver los conflictos, sino de alguna forma limitar o impedir que las religiones se conviertan en la excusa o justificación para los fundamentalismos. En el estado laico no se privilegia ninguna religión, pero al mismo tiempo no se trata de limitar la creencia de los ciudadanos sino de separar aquello que tiene que ver con los derechos de todos los cuidadanos de las creencias de cada uno.

La laicidad en una sociedad democrática no es garantía de que no exista el fundamentalismo, pero es por lo menos la mejor arma que se ha creado en la sociedad moderna para combatirlo.

¿Corre el mundo el riesgo de caer en un conflicto violento interreligioso?

-Ese riesgo siempre existe. Es claro que ciertos grupos no solamente dentro del fundamentalismo islámico, sino también grupos de extrema derecha tanto en Europa como Estados Unidos que tienen una agenda de confrontación no tanto en contra del fundamentalismo sino contra ciertas creencias religiosas. El discurso de (Donald) Trump, no está en contra del fundamentalismo sino del islam, lo dice claramente. Así lo vemos en ciertos políticos de extrema derecha en Europa.

Siempre existe esa posibilidad de que se dé un conflicto de este tipo, es precisamente lo que debemos evitar, debemos combatir estas tendencias que manejan un discurso muchas veces que se parece al discurso de la laicidad, pero que en realidad oculta una agenda xenofóbica y excluyente.

La relación entre derechos humanos y religión en América Latina ha sido ambivalente. Por un lado Juan Pablo II visitó a Pinochet, por otro lado emergió la teología de la liberación. ¿Cuáles son las principales preocupaciones de discusión para el XVI Congreso Latinoamericano sobre Religión y Etnicidad?

-Un tema fundamental es el de los derechos de las mujeres, que no solo en Costa Rica sino en muchos países de América Latina son violados, específicamente los derechos reproductivos. También los derechos de los pueblos originarios, cuyas creencias muchas veces no son respetadas, no son tomadas en cuenta; hay una tendencia histórica a favorecer ciertas creencias y a discriminar otras, a pesar de que jurídicamente se establezca la laicidad.

En América Latina vemos cómo a pesar de que en teoría se establece la igualdad de creencias, en la realidad no es así y vemos todos los días cómo se persigue a las mujeres que deciden interrumpir el embarazo, a las parejas del mismo sexo y se irrespetan las creencias de los pueblos originarios.

Lo ideal sería no esperar que los cambios se den desde arriba, sino sobre todo apelar a los espacios de la sociedad civil. Muchos de los cambios positivos que se han dado han sido gracias a los movimientos dentro de la sociedad civil. Lo vemos en casos como Argentina con los matrimonios del mismo sexo, incluso México. Estos cambios no se han dado desde arriba, sino que han sido en gran medida por la movilización de los grupos interesados.

En Costa Rica, lo vemos hasta ahora en el caso de la comunidad LGBT, pero no lo vemos en otros temas, como el de la laicidad.

Se han dado casos como el del obispo de Cartago que hizo campaña electoral desde el púlpito; o de injerencia para detener el avance de conquistas como el matrimonio igualitario o la eutanasia, temas que desde el fervor religioso se atienden de manera apasionada, incluso radical. ¿Qué tan cerca estamos como sociedad de caer en el fundamentalismo?

– Costa Rica es muy particular. El caso de la prohibición de la fertilización in vitro es único en el mundo, en ningún otro país -ni siquiera en regímenes islámicos como Irán o Arabia Saudita- se ha querido prohibir esta técnica. El hecho de que en Costa Rica se haya dado tiene una connotación que va más allá de lo nacional; es la primera vez que los grupos conservadores católicos logran que en un país se legisle a favor de los embriones considerados como personas.

Sin embargo, también en Costa Rica se han dado avances en temas como reconocimiento de derechos para parejas del mismo sexo, esto evidencia la complejidad de esta relación.

No podemos hablar de que hay un retroceso en todos los aspectos, sino que se ha dado un retroceso muy grande en el tema de la fertilización in vitro, la relación entre Laura Chinchilla y la jerarquía católica era muy evidente, pero en otros temas ha habido avance.

¿Hoy en día la religión es un acelerador o un freno al avance de los derechos humanos?

– Desgraciadamente ha sido más un freno, precisamente de lo que se trata es de encontrar vías comunes en las que no haya conflicto, de que la religión no sea un obstáculo para la búsqueda de los derechos humanos. Así ha sido en América Latina y la idea precisamente es cambiar eso.

Derechos humanos en el centro

La ALER se fundó en México en 1990 y los congresos bianuales se han organizado en diez países diferentes, incluyendo el próximo en Costa Rica y los realizados en Italia -en el 2000- y España, en el 2010.

El  XVI Congreso Latinoamericano sobre Religión y Etnicidad se realizará entre el 8 y el 12 de agosto en el Campus Omar Dengo de la Universidad Nacional (UNA), en Heredia. El tema central es “Creencias religiosas y Derechos Humanos en América Latina y el Caribe”.

Espinoza apuntó que el Congreso de ALER es “muy amplio y diverso”, pero en este caso lo específico es el tema de derechos humanos porque es “muy pertinente y actual, se aplica a la preocupación en Costa Rica y en América Latina”.

Informó además que normalmente participan grupos no solamente de académicos, sino de otros sectores, incluso religiosos. Añadió que muchas de las actividades son abiertas al público.

Para mayor información se puede consultar la página www.facebook.com/ALER2016/

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