Como parte de las actividades de bienvenida para el estudiantado que integra sus clubes deportivos y, con el fin de reconocer el esfuerzo y los éxitos deportivos en los ámbitos universitario, nacional e internacional de la última temporada, la Universidad de Costa Rica realizó, por primera vez desde pandemia, su ceremonia de premiación al deportista y la deportista UCR del año.
Deportistas de 11 clubes deportivos de representación universitaria en su rama masculina y femenina recibieron nominaciones en cinco categorías diferentes: el mejor deportista en disciplina individual, la mejor deportista en disciplina individual, el mejor de disciplina colectiva, la mejor en disciplina colectiva y el mejor entrenador. Literalmente el mejor entrenador, no solo para reconocer a la mejor dirección técnica del 2023, sino porque todos los que encabezan los entrenamientos son hombres.
Este dato llamó la atención del rector Gustavo Gutiérrez, quien al iniciar su discurso emplazó al Jefe de la Unidad de Programas Deportivos, Recreativos y Artísticos, Gerardo Corrales, a revisar esto y tomar medidas al respecto para incluir a entrenadoras. Actualmente, solo hay asistentes técnicas.
“Entre los dos hemos logrado crear un gran equipo con mucho futuro, porque a pesar de ser joven está dando resultados desde ya”, Marco Brenes.
Ante esto, Corrales admitió que este es un aspecto por trabajar, pero lo atribuyó a la escasa postulación de mujeres en los últimos procesos de selección de responsables técnicos de los equipos: “En la última convocatoria recibimos 66 currículos y solo uno era de una mujer, pero las oportunidades para ellas están. En las participaciones siempre tenemos eso, y no solo en las nacionales, sino también a nivel internacional procuramos que eso se dé, y esperamos que pronto, siendo nuestra coordinadora del área de Deporte de Representación una mujer (Karla Madrigal) y teniendo en mi oficina a un 70% de personal femenino, eso dice mucho de lo que la Universidad está haciendo, pero definitivamente lo de los cuerpos técnicos es un tema que tenemos que trabajar”.
Atletismo se deja galardones individuales
El club de atletismo fue el gran ganador al coleccionar los tres galardones que le eran posibles: mejor deportista individual en femenino y masculino, y mejor entrenador. O, en este caso, los mejores entrenadores.
La heptatleta Mariel Brokke, el velocista Gary Altamirano, y Marco Brenes y Sergio Chavarría en conjunto como cabezas técnicas del club fueron quienes obtuvieron los premios.
Brokke arrasó en cuanto torneo universitario, nacional y centroamericano participó, tanto en el heptatlón como en otras pruebas (100, 200, 400 y 800 metros; 100 metros vallas, salto alto y largo, lanzamiento de bala y jabalina) a lo largo del año, y lo poco que no ganó en este patio por lo menos fue subcampeona.
Además, la heptatleta tuvo participación en los Juegos Centroamericanos y del Caribe en 100 metros valla y relevos de 4×400 femenino y concursó en los Juegos Mundiales Universitarios o Universiadas en China, siendo una de dos deportistas costarricenses que acudieron al máximo evento multideportivo universitario del mundo, y aunque quedó en el 21° puesto general entre las 25 heptatletas que estuvieron ahí, haber tenido esta competencia y destacar en las pruebas de pista son logros por considerar.
Altamirano, por su parte, tuvo también mucha acción en torneos universitarios, nacionales e internacionales en los 400 metros planos y con vallas a lo largo del año, e incluso tomó parte en el último NACAC que incluye a atletas norteamericanos y del Caribe en categorías sub 18 y sub 23. Nunca bajó del top 5.
Brokke compartió con UNIVERSIDAD sus impresiones tras la premiación: “Representa mucho esfuerzo durante el año, muchos días levantándose muy temprano, esforzándose día con día para participar contra las mejores competidoras tanto nacional como internacional, entonces es muy gratificante que puedan reconocer todo este esfuerzo. Como siempre digo, la universidad es una herramienta para poder llegar a competencias de ciclo olímpico, el año pasado fue de gran ayuda competir a nivel nacional, universitario e internacional y poder llegar a parte del ciclo olímpico, pero lo más grande fue la universiada en China, fue una experiencia increíble, competí contra las mejores, creo que mi desempeño fue bastante bueno, tuve mucha experiencia, me dieron muchas ganas de seguir, intentar participar en una más y dar lo mejor de mí”.
“La universidad es una herramienta para poder llegar a competencias de ciclo olímpico”, Mariel Brokke.
Asimismo, Altamirano rememoró su infancia desde que ingresó a los programas de formación de talentos y liga menor con tan solo un tercio de sus 21 años que tiene hoy, y lo catalogó como un sueño cumplido, si bien es cierto había entrado entonces por otro deporte distinto del que hoy se le reconoce: “Para mí es un orgullo, desde la edad de 7 años estoy con la liga menor de karate de la Universidad de Costa Rica, y ahora en el primer equipo de atletismo, y desde ahí soñaba y me veía en un futuro ganando este premio y ahora se hace realidad, para mí es un sueño cumplido, agradecer a la universidad y seguir trabajando por más cosas”.
Hasta sus 14 años, Altamirano era karateca, pero tras unos Juegos Estudiantiles renunció al karate-gi, guantillas, casco, protector bucal, de pie, espinilleras y peto para ponerse tenis, pantaloneta y camiseta y correr con la mayor rapidez posible.
Por su parte, Brenes y Chavarría resaltaron la buena comunicación y división de tareas entre ambos. “Es un orgullo recibir este premio a una larga temporada en la que tuvimos muchas participaciones importantes con los atletas que representaron dignamente a la Universidad y agradecerles por la confianza y el trabajo que ellos han realizado. Como atletas merecen lo mejor de uno como entrenador. Principalmente, me encargo de eventos más técnicos, saltos, lanzamientos, sin embargo, también trabajamos con atletas de vallas y 400 metros, Sergio se encarga en su mayor parte de pista, pero tiene a cargo algunos de campo. Entre los dos hemos logrado crear un gran equipo con mucho futuro, porque a pesar de ser joven está dando resultados desde ya”, comentó Brenes.
“Marco y yo nos conocemos hace mucho tiempo, llevamos una comunicación muy buena, él se encarga de los atletas que son de campo y yo de los que son de pista. Eso nos ayuda mucho para poder coordinarnos bien, no tenemos ningún problema cuando necesitamos que un atleta de él me colabore con uno mío o los míos con los de él. Es la segunda vez que me lo otorgan (el reconocimiento al entrenador UCR del año), es una emoción muy bonita y un orgullo representar a la Universidad de Costa Rica y aquí estamos, a mí me gusta colaborar y sentirme bien con todos los atletas”, fueron las palabras de Chavarría.
Fútbol y baloncesto, los galardonados en deportista colectivo
En esta edición se abrió la categoría para la mejor deportista y el mejor deportista en deporte colectivo. La futbolista Nayree Hidalgo y el basquetbolista Daniel Barrantes Acuña fueron sus primeros ganadores.
La capitana del club de fútbol femenino evidenció su orgullo por ser parte de un 2023 en el que ganaron todo en competencias universitarias nacionales y centroamericanas (Juncos y Juduca), y quedaron a un paso de la cuadrangular semifinal por el ascenso a la primera división nacional: “Es un verdadero orgullo primero porque soy parte de la mejor universidad de este país, de Centroamérica y súper feliz de saber que todo el esfuerzo que se hizo en 2023 fue recompensado”.
Para ella, el certamen centroamericano era un objetivo pendiente que se había luchado por ediciones sin éxito, pero que en este, además del cetro general, lograron reconocimientos individuales como mejor portera y máxima goleadora. Finalmente consideró la eliminación en tercera ronda del campeonato nacional como un golpe duro del cual aprender.
Barrantes Acuña no se encontraba al momento de la premiación y al cierre de la edición no se obtuvo respuesta.
