Deportes Campeonato eliminatorio de baloncesto fue ganado por selección costarricense

Tras los porqués del éxito de la selección nacional de baloncesto

Pese a caer en el juego inicial ante Jamaica, selección nacional consiguió reponerse y ganar el grupo aun contra Nicaragua para clasificar a segunda ventana.

Pese a que en el plano basquetbolístico Costa Rica llegaba a El Salvador como una de las selecciones más débiles de la ventana clasificatoria de Centroamérica y el Caribe rumbo al Mundial 2023, finalmente con el pasar de los juegos resultó ser lo contrario.

Esto porque, a pesar de que la escuadra tricolor comenzó con una ajustada derrota 67-69 ante Jamaica, luego se impuso en el resto de los partidos, con tanteadores de 78-58 ante El Salvador, 78-75 ante Guyana y el más sorprendente de todos: un 72-55 ante Nicaragua.

Este último triunfo les permitió ganar esta ventana con siete de ocho puntos posibles, mismo puntaje hecho por los pinoleros, pero el criterio del balance particular favoreció a la selección tricolor y le permitió ganar esta fase. Además de ticos y nicas, los salvadoreños lograron el tercer y último boleto en liza al eliminar a los jamaicanos en el partido final 68-66.

Sin embargo, la segunda ventana programada para julio no se avizora nada sencilla, y menos para una selección sin mucho roce internacional como la costarricense, pues además de la opción de volverse a encontrar con salvadoreños o nicaragüenses, dependiendo de lo que arroje el sorteo, vienen oponentes que, aunque tampoco son las grandes potencias continentales, tienen mayor trayectoria basquetbolística como Bahamas, Cuba, Chile y Paraguay, además de un equipo suramericano que aún deberá definirse entre Bolivia, Ecuador y Perú.

“El campeonato nacional les permitirá (a los jugadores) entrar con un mayor ritmo de juego que no tuvieron (en la primera ventana eliminatoria en El Salvador)”, Nicolás Marín.

Estas ocho selecciones se subdividirán en dos grupos de cuatro cada uno, a una vuelta única en una sede todavía por definir aunque los salvadoreños han solicitado acoger esta fase también, y allí se necesita concluir en las dos primeras posiciones de la correspondiente cuadrangular para obtener el honor de ingresar a los clasificatorios de las Américas, por disputarse en noviembre, en un país por definir.

En ellos esperan todas las selecciones que entraron al FIBA Américas 2022, incluidos los tres países norteamericanos (Estados Unidos, Canadá y México), además de la República Dominicana, Puerto Rico e Islas Vírgenes, potencias del Caribe, el “coco” centroamericano, Panamá; y los pesos pesados de Sudamérica como Argentina, Brasil, Venezuela y hasta un Uruguay que ha venido en declive y sueña con volver a un mundial por primera vez desde 1986. De esta última etapa del proceso, saldrán los siete clasificados panamericanos para el Mundial FIBA 2023 por realizarse en Japón, Indonesia y Filipinas, cupos que por lo general suelen tener nombre y apellidos casi que desde el inicio.

¿Pero cómo fue esa preparación durante esta fase preliminar? ¿Cuáles son los planes para prepararse para la ventana de julio?

El seleccionador nacional y a su vez director técnico del actual campeón nacional Escazú, Nicolás Marín, explicó a UNIVERSIDAD las peripecias que sortearon y cómo logró amalgamar a una selección que tenía a varios de sus dirigidos en el elenco escazuceño, pero también a figuras de los otros clubes principales como San Ramón y Heredia.

“El proceso arrancó con formar una lista de 25 muchachos en noviembre de 2020, recortamos como 4 o 5 nombres en diciembre, tres semanas antes de la ventana bajamos la lista a 15, y eventualmente nos decidimos por 12, más 13 alternos, y luego se tuvo que reemplazar a un jugador que era de los legionarios porque sus compromisos académicos no lo dejaron venir. Algunos de los jugadores en Escazú juegan un rol diferente en la selección, y eso es normal. Tal vez es que me conocen, saben en lo que yo enfatizo, y los que no han estado en Escazú o los he estudiado como rivales o ya me conocen, y yo he estado en el Cuerpo Técnico de la selección”.

Aunque la primera fase se sorteó de la mejor manera, para Marín está claro que el objetivo es aprender de lo que se hizo, y llegar al siguiente filtro mejor preparados y con más ritmo, que pueden adquirir con el inicio de la Liga Superior de Baloncesto (LSB). “Creo que empezamos ajustando planes en vista de lo que se aprendió en esta primera fase y lo que va a ser esa nueva ventana.

Ahora empezará el campeonato nacional y eso les permitirá entrar con un mayor ritmo de juego que no tuvieron, y ahora tenemos que ver cómo acomodamos entrenamientos de la selección, y hay que ver ajustes en la planilla con base en condiciones de salud, su desempeño y disponibilidad de jugadores que no estuvieron en esta primera ventana”.

Dentro de los planes a futuro, el seleccionador planteó un fogueo contra los jugadores extranjeros que militan en la LSB, pero hasta ahora no existe nada oficial. Por último, cuando se le consultó sobre la conveniencia de utilizar a más legionarios para las siguientes fases, Marín detalló que al militar todos en equipos universitarios o colegiales de México, Estados Unidos y Canadá, sus convocatorias estaban supeditadas a las cargas académicas que tuviesen en sus centros educativos. Incluso, descartó llamar por el momento a Joshand Johnson, un adolescente que a sus 14 años está en el Betis de España, argumentando que todavía es mejor dejarlo madurar.

Por su parte, Daniel Shedden argumentó, luego del triunfo ante Nicaragua, que desde el inicio el plan era progresar por sus propios medios, y ahora deben seguir las indicaciones de su entrenador de cara al nuevo reto.

“Veníamos por todo, no queríamos dejar nada en manos de nadie y gracias a Dios lo logramos. Creo que todos vamos a resumir lo que pasó en ese torneo, ver qué hicimos mal, qué hicimos bien, seguir trabajando y mejorando. El coach tiene una mejor perspectiva de lo que puede pasar en la próxima ventana, entonces solo queda trabajar y seguir adelante”, comentó.

Su compañero, Kay Martínez, atribuyó el éxito al trabajo individual y colectivo, a pesar de que no tenían más fogueo que el juego ante San Ramón. “Realmente el equipo trabajó para poder sacar las victorias a pesar de la inconsistencia, y de que no teníamos ritmo ni fogueos, pero a pesar de eso perseveramos y pudimos sacar la clasificación”, explicó en declaraciones a Basket 506, tras su llegada al aeropuerto Juan Santamaría a las 11:30 pm del 20 de abril.

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