Coreano juega en Europa desde los 16 años.
Su padre y su hermano le ayudaron a incursionarse en el fútbol para evitar la milicia.
El surcoreano Heung-Ming Son es uno de los mayores referentes de su selección en el proceso Rusia 2018. Pero a continuación se presentarán algunos rasgos de su historia.
Desde pequeño ha sido un viajero, porque desde que tenía tres años y hasta los 9 se fue a vivir a Nueva Zelanda junto con sus padres. En ese tiempo aprendió inglés y a leer en un programa de intercambio.
Con solo 16 años abandonó sus estudios en su Corea natal y se dedicó a convertirse en un futbolista profesional, lo cual le salió bien, pues a esa edad ya el Hamburgo lo estaba fichando. En este club, mientras aún jugaba, su hermano Heung-yun llegó a ser el gerente.
Luego de algunos años, fue traspasado al Bayer Leverkusen, y posteriormente, facilitado por la amistad entre su padre Wong-Jun y el entrenador Mauricio Pochettino, quien alguna vez le dirigió, Heung-Min consiguió insertarse en el equipo del Tottenham inglés.
Y en la selección, es determinante con un total de 46 juegos en los cuales ha marcado ya 14 goles.
Sin embargo, el objetivo de Son para dejar los estudios secundarios y destacar en las grandes Ligas Europeas y con su selección tiene otra razón de fondo: Evitar el servicio militar obligatorio para todos los hombres de su país a partir de la educación secundaria.
Para ello no sólo debe hacer un papel excepcional en territorio ruso, sino también en los Juegos Asiáticos de Indonesia, por realizarse entre agosto y setiembre. Además, pero hasta enero de 2019, viene la Copa Asiática de Naciones en Emiratos Árabes Unidos.
El problema es que hay varias partes en pugna. El club Tottenham por reglamento de la FIFA está obligado a ceder a sus jugadores para un Mundial mayor como este, y tal vez para la Copa Asiática de Naciones. Pero no para un torneo sub 23 como los Juegos Asiáticos, por lo que podría no contar con él en gran parte del torneo, situación que le haría transferible.
