Deportes Paratleta suspendido podrá correr en Tokio 2021

Sherman Güity: “Tengo paciencia por volver”

Güity había clasificado en 2019 para 100 y 200 metros planos. Actualmente, cumple suspensión hasta julio, un mes antes de las justas en Tokio.

Luego de más de un año de espera, el paratleta limonense Sherman Güity Güity recibió la noticia, por parte de la Federación Internacional de Atletismo Amateur (IAAF, por sus siglas en inglés), de que la sanción que se le impuso por hallazgo de sustancias prohibidas en su organismo vence el 23 de julio de 2021; y como los Juegos Paralímpicos de Tokio se realizarán entre el 24 de agosto y el 1 de setiembre de ese año, sí podrá tener presencia en ellos.

Güity, de 23 años de edad, había logrado su boleto a Tokio desde el 23 de mayo de 2019, en la Liga Diamante de Suiza, donde consiguió las marcas para las pruebas de 100 y 200 metros planos en categoría T64 (atletas que compiten en pruebas de pista con amputación de una extremidad inferior) al detener el cronómetro en 10,99 y 22,65 segundos, respectivamente, y de paso, ganó medalla de oro en ambas.

Sin embargo, tras tomar sus muestras de orina posteriores a la competición, la IAAF dio a conocer que en sus análisis había dado positivo por clostebol, una sustancia prohibida por la Agencia Mundial Antidopaje.

“La verdad es que me di cuenta que podía lograr grandes cosas y esa clasificación (Tokio 2021) me hizo sentir poderoso”, Sherman Güity, paravelocista costarricense.

Esto le habría costado cuatro años de castigo en circunstancias normales, pero como logró comprobar que la sustancia apareció circunstancialmente en un medicamento que le administraron para quitar un queloide que se le formó en su oreja por infección con un piercing y cicatrizar las heridas, y no porque lo hubiera utilizado para mejorar sus condiciones deportivas de forma artificiosa (dopaje), el Comité Paralímpico Internacional (IPC por sus siglas en inglés) decidió dejarle la sanción en dos años, y lo mejor, con reconocimiento del tiempo que ya lleva cumplido desde el 23 de julio de 2019. Ya solo le restan poco más de siete meses de espera para volver a una competencia.

Aun así, no para de prepararse para regresar con todo desde el día en que pueda pisar una pista para competir y que las justas en territorio japonés no lo agarren bajo de forma.

UNIVERSIDAD conversó con el paratleta sobre sus inicios en el atletismo, su preparación desde que está suspendido y el apoyo recibido por sus círculos sociales y deportivos desde ese momento.

¿Cómo fueron sus inicios en el atletismo, y qué le motivó a decantarse por ellos y esta modalidad (100 y 200 metros plano)?

— Al inicio no era muy bueno, pero con el tiempo me concentré más en hacer lo mío, que es entrenar, y los entrenamientos dieron resultado y empecé a hacer buenas marcas y me enamoré. En ese entonces hacía 400 metros pero cuando perdí la pierna decidí hacer 100 y 200 metros. Sí la retomaría (los 400 metros), pero ahorita no, puede ser en uno o dos años que ya esté más fuerte y preparado mentalmente.

¿Cuánto apoyo ha recibido de su familia desde que quiso hacer atletismo?

— Bastante apoyo de mi mamá, hermanos y tíos, que son mi única familia, bastante apoyo. Solo que al inicio, usted sabe, como uno no genera dinero la gente le dice “deje eso, no lo va a llevar a nada, y trabaje”.

¿Qué tan bien supo haber ganado la clasificación a Tokio con una anticipación de casi un año en la Liga Diamante en Suiza, con oros incluidos?

— La verdad es que me di cuenta que podía lograr grandes cosas y esa clasificación me hizo sentir poderoso.

¿Cuál diría que fue el motivo principal para amarrarla, qué se hizo bien ese día para eso?

— Entrenar y comer bien.

¿Cuál fue su primera reacción cuando le dijeron que finalmente sí puede competir en Tokio?, ¿cómo fue ese momento?

— En ese momento, mi motivación subió y pues me sentí bastante feliz y motivado.

¿Cómo ha sido su preparación desde su suspensión?

— Mi preparación conlleva entrenamientos dos veces al día, una en la mañana y otra en la tarde, una vez a la semana nutrición, una vez por semana psicología, fisioterapia y eso.

¿Cómo ha logrado sobrellevar todo este periodo sin volver a competir? y ¿cómo maneja las ansias por volver?

— Bueno, yo quiero aprovechar el tiempo que tengo para… no llevo la carga como que ‘uy, ya tengo que competir’, sino que ya voy más relajado y eso me ayuda a realizar entrenamientos con calma, y la verdad es que ya estoy medio acostumbrado porque llevo un año con la sanción y tengo paciencia.

 ¿Cuánto apoyo ha recibido por parte del gremio atlético, el CON y familia?

— He recibido bastante apoyo de parte del CON, donde yo estoy viviendo, de mi familia, de mi novia, y también de mis compañeros de atletismo.

Entre que pueda volver y las olimpiadas hay cerca de un mes. ¿Hay o se está trabajando en algún plan de preparación para llegar a Japón de buena forma y recuperando gran parte de las condiciones que ya tenía?

— Di, ahorita hay que planearla, todavía no se ha podido planear, lo tenemos pensado en enero del otro año sobre cómo va a ser esta trayectoria, cómo hacer para foguearme, llegar fuerte y tener roce internacional con alguien.

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