Luego de superar todos los problemas económicos, y aunque viajaron con delegación reducida de 15 jugadores y cinco personas técnicas y administrativas porque para eso dio la cobija tras la campaña de recolección de fondos, la selección junior de balonmano de Costa Rica finalmente abrió expediente para el país en un mundial de esta disciplina en cualquier categoría y rama.
El debut se dio esta mañana en el Swiss Life Hall de Hannover contra Brasil, y aunque una vez más la lógica se impuso y la Verdeamarelha se impuso con comodidad 38-17, además de la alegría por abrir un libro inédito los dirigidos por Hanner Parra intentaron mostrar una cara mucho mejor que cuando se enfrentaron en Argentina el pasado noviembre.
Eso sí, los campeones suramericanos y centroamericanos hicieron suyos especialmente los primeros 30 minutos, en los que prácticamente todo tiro a la portería tica fue gol, y tras de que el cuadro nacional dispuso de pocas opciones, no fue lo suficientemente eficaz frente a la cabaña brasileña, de ahí un 22-9 al entretiempo.
Para la segunda mitad los nacionales intentaron primero contener la ofensiva canarinha y luego ver cómo reducir la brecha. Por momentos el plan salía porque la diferencia no pasaba de los 15 goles en el juego, pero al final el cansancio y la expulsión de Oscar Saborío pasaron la factura y la diferencia superó los 20. Michael Da Silva Quintino consiguió 11 goles para el equipo sudamericano y fue el jugador del partido. Por el equipo debutante Andrey Suárez fue el máximo romperredes con cuatro dianas.
Sin tiempo para lamentar la caída, el equipo nacional regresará a la duela del Swiss Life Hall para jugar a la madrugada siguiente, 5:15 am en horario costarricense, contra una Portugal que viene de vencer 35-21a Kuwait.
