Este fin de semana Costa Rica aumentó de dos representantes a cuatro su delegación paralímpica para los Juegos Paralímpicos Tokio 2020, que se realizarán en la ciudad japonesa del 24 de agosto al 5 de setiembre, después de concluida la fiesta de deportistas convencionales.
Además del paraciclista de ruta Henry Raabe y el paravelocista Sherman Güity en la modalidad de 100 y 200 metros planos categoría T-64, para corredores con amputaciones en alguna parte del cuerpo, se suman la también paravelocista Melissa Calvo en los 100 y 400 metros planos categoría T-13, para personas con baja visión y el parataekwondista Andrés Molina en la categoría de +75 kg clase K44, para atletas con amputación o disfuncionalidad de un brazo o de los dedos del pie necesarios para un óptimo levantamiento de talones.
Calvo, vecina de San Rafael de Alajuela y estudiante de Matemáticas de la Universidad de Costa Rica, recibió su invitación gracias a las marcas que posee y a su rendimiento en competencias internacionales. Desde los juegos de Lima 2019, lleva un registro de 13,78 segundos en el hectómetro como su mejor tiempo; y 1 minuto, 7 segundos y 17 centésimas en la vuelta completa a la pista atlética, que alcanzó en Arizona.
Molina, de 33 años y primerizo en los más de 75 kilogramos, recibió una invitación bipartita por parte del Comité Organizador Local y la Federación Internacional de Taekwondo para ingresar, con base en los resultados de los últimos dos años, que incluyen la medalla de bronce en los Panamericanos de Lima y una de plata en un Open de México, cuando aún competía en la categoría de menos de 75 kilogramos. Incluso, en esta última categoría había llegado hasta las semifinales del Preolímpico, disputado en 2020, en el Palacio de los Deportes de Heredia, durante la primera semana de la llegada de la Covid-19 al país.
El fin de semana anterior Costa Rica también duplicó su delegación para los Juegos Tokio 2020 de cinco deportistas a 10.
