Deportes Asistente técnico de selección argentina de baloncesto subcampeón mundial en 2019

Santander: “Hay talento en Costa Rica, deben trabajar unidos”

Santander vino al país como parte del Fecoba Coaching Tour a dar una serie de capacitaciones a entrenadores de baloncesto.

El entrenador argentino Silvio Santander vino a hablar sobre el exitoso modelo de trabajo utilizado en la Confederación Argentina de Baloncesto, que hoy tiene a esa selección como la subcampeona del mundo.

Santander dio una serie de capacitaciones a lo largo de una semana a los entrenadores de baloncesto, jugadores de primera división y ligas menores del país, como parte de los esfuerzos realizados por parte de la recién nombrada junta directiva de la Federación Costarricense de Baloncesto (Fecoba), presidida por Franklin Martínez. La intención es sacar al deporte de los aros del estancamiento que ha tenido en los últimos tiempos.

La importancia de la llegada de este entrenador radica en que es el asistente técnico de la selección de su país, subcampeona mundial el año anterior, luego de superar a casi todos sus oponentes, incluso pesos pesados como Serbia o Francia. Únicamente mordieron el polvo en el partido final ante España y se quedaron con las ganas de sumar otro título, además del ganado en el lejanísimo 1950; pero al ser uno de los dos mejores del continente americano lograron clasificar a los Juegos Olímpicos Tokio 2020.

A lo largo de su gira visitó las zonas de Liberia, Pérez Zeledón, Turrialba, Limón, Cartago y cerró en el Gimnasio Nacional Eddy Cortés en San José. Su principal mensaje fue el actualizarse constantemente en las reglas y metodologías, y que ni su metodología ni la de otros referentes del orbe (países europeos o Estados Unidos) eran para copiarse tal cual, sino para adaptarse y seleccionar lo que sirviera. Siempre manteniendo unos criterios estándares, especialmente en la formación de ligas menores, sobre lo que se debería enseñar según la categoría etárea.

Además, hizo un llamado a superar el hermetismo profesional y personal y poner el máximo esfuerzo en conjunto para sacar adelante un baloncesto costarricense cuyas mejores épocas fueron en los 70 y 80. Aunque ni siquiera en ese entonces se clasificaba para mundiales de la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA) y menos para Juegos Olímpicos.

UNIVERSIDAD asistió a la clínica final del sudamericano, y luego de la actividad logró conversar con él sobre su experiencia en esta semana de clínicas, los procesos de preparación de su selección y su historia con el baloncesto.

¿Cuáles diría usted que son las principales impresiones que le dejó esta semana de clínicas en Costa Rica?

—Bueno, estoy muy contento por haber podido recorrer el país y ver diferentes regiones, desde el Pacífico al Caribe y sur y norte. Me pareció que hay mucho talento, que hay un grupo de entrenadores muy entusiastas y que hay que trabajar, hay que unirse y hay que tirar todos para el mismo lado. Ese es el primer gran paso.

¿Qué lo motivó a venir a capacitar a los entrenadores de este medio aquí en el país?

—Me invitó la Federación, y soy un enamorado de viajar por el mundo, dar cursos, capacitaciones, training camps (campamentos de entrenadores)… Mientras haya un lugar que se interese porque yo pueda colaborar en algo, me gustaría estar.

¿Cuáles considera que fueron los mayores aprendizajes que le dejó el subcampeonato mundial en China?

—Yo siento que fue una gran experiencia, que nosotros fuimos a buscar la clasificación a los Juegos Olímpicos, que la conseguimos, y además queríamos mezclarnos entre las mejores selecciones del mundo. Bueno, le hemos competido de igual a igual a las potencias, tenemos una generación joven, y eso es un orgullo muy grande. Se ha ido haciendo recambio generacional, ya Ginóbili (Emanuel) no juega más y el que queda de mayor edad es Scola (Luis) que va a jugar en Tokio y una camada de jóvenes.

¿Cómo es el proceso de preparación para los Juegos Olímpicos de Tokio al cual clasificaron?

—Ahora tenemos una ventana con Venezuela; jugamos el AmeriCup en febrero y luego en junio empezamos a entrenar. Hay una gira a Estados Unidos, una gira en China y hoy llegamos a Japón.

Tengo entendido que de forma paralela usted también pertenece al programa de reclutamiento de selecciones de Argentina. ¿Cómo es el proceso de selección allá?

—Es un entramado un poco complejo de explicar rápido. Pero básicamente tenemos una red de entrenadores de todo el país; tenemos la captación de niños desde los 14 años; yo coordino todas las selecciones formativas y van pasando por cada una de las etapas en su crecimiento para intentar llegar a la mayor.

Es una rueda que tenemos en el sentido de que empieza en la ciudad, luego esa detección se convierte en provincial y luego pasa a la fase regional y luego a la fase nacional. Después los chicos van entrenando, van a hacer un filtro hasta que queda el grupo que va compitiendo. Tenemos procesos con diferentes staffs de trabajo; además tenemos preparadores físicos, nutricionistas, kinesiólogos y psicólogos deportivos.

En la mayor nosotros tenemos el conocimiento de todos los jugadores destacados argentinos que juegan en distintas partes del mundo. Tratamos de que sean los que están en mejor nivel, y son convocados a una preselección normalmente de 15 jugadores para que luego queden 12.

¿Qué le motivó a empezar en el baloncesto? Tal vez no como jugador, según explicó en la charla su carrera no fue la mejor ahí, pero sí como entrenador.

—Me motivó mucho mi padre, yo tengo familia de gente de baloncesto de toda la vida, y la pasión por entrenar, por enseñar, por competir, por superarme… Con el básquet yo estoy sumamente agradecido, me llevó a muchos lugares, formé una familia relacionada con el baloncesto y le debo mucho. Mi esposa fue basquetbolista y hoy es psicóloga y todos mis hijos juegan. Los niños juegan baloncesto.

¿Cuáles son los cambios que ha visto en el baloncesto desde que inició, en el 84 u 85, como contó en la charla, hasta hoy?

—El baloncesto ahora vincula más la parte atlética, levantó el ritmo de juego. La capacidad atlética adherida a la técnica individual hace de jugadores más explosivos y más rápido, y el juego va hacia esa dirección. Lo que pasa en el mundo pasa en mi país, y ha sido una evolución porque las reglas de juego cambiaron y todo se hace más atractivo para el espectador.

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