Era un momento idóneo para regresar al cuadrilátero después de dos años de ausencia. Allí en varias ocasiones defendió títulos mundiales de boxeo en las categorías, además de la oportunidad de cobrar revancha contra una de sus verdugos cinco años atrás. Pero esto ya no será posible.
La boxeadora costarricense Hannah Gabriels Valle tenía programada una pelea en Detroit, Estados Unidos, frente a la estadounidense Claressa Shields, por el peso medio del Consejo Mundial de Boxeo (WCB, por sus siglas en inglés) para el 3 de junio, pero el Consejo, mediante el programa Boxeo Limpio, informó de un análisis adverso contra Gabriels por una muestra de clostebol, derivado de testosterona en una prueba voluntaria hecha el 2 de mayo. Ante esto, la organización de la velada reemplazó a Gabriels por Maricela Cornejo, estadounidense de ascendencia mexicana.
Aunque Gabriels directamente no se pronunció sobre el tema y hasta eliminó sus redes sociales oficiales, su promotor de la pelea, Louis DiBella, sí salió a hablar al sitio Boxing Scenes. Allí indicó que dicha sustancia ilícita apareció en un medicamento con receta veterinaria que Gabriels aplicó en el abdomen de su perro luego de una operación que tuvo el can, pero que una vez informados de la existencia de la sustancia, de inmediato suspendieron la aplicación del fármaco.
“No culpo a Claressa por esto ni reclamo porque ella haya escogido otra oponente. Entiendo que Hannah dio positivo por una sustancia prohibida. Solo estoy explicando lo que pasó aquí. La única víctima real de esto es Hannah. No tuvo un día de pago en meses y ahora queda fuera de una gran pelea. Su perro tuvo cirugía abdominal mayor, ella le aplicó el medicamento y así fue como lo obtuvo en su muestra de sangre. Tan pronto como investigó que no debió tocar el medicamento, dejó de hacerlo. Si estoy equivocado, analicen los montos y muéstrenme los montos en su sistema que prueben que ella lo ha estado haciendo cíclicamente, o por microdosis o lo que sea”.
