Deportes Arquera olímpica falleció a los 68 años, el 6 de octubre

Patricia Obregón, la arquera que esculpió su éxito

Patricia fue la última tiradora con arco costarricense en llegar a Juegos Olímpicos en la historia.

La última tiradora con arco en haber llegado a unos Juegos Olímpicos por Costa Rica en la disciplina, Patricia Obregón Jiménez, falleció el pasado 6 de octubre a sus 68 años de edad.

Su máximo hito vino en 1992, cuando empleó sus dotes de escultora, su otra pasión fuera de los campos de tiro o la docencia, para esculpir su pase a los Juegos Olímpicos que tenían lugar en la ciudad española de Barcelona por esfuerzo y mérito propios, y no por invitación del Comité Olímpico Internacional ni del Nacional. Aunque a lo largo de la historia olímpica no es la única persona que haya representado al país en el tiro con arco de Juegos Olímpicos, ya que la han precedido Luis González en la edición de 1976, llevada a cabo en la ciudad canadiense de Montreal, Jorge Murillo en la de 1980 con sede en la capital rusa, Moscú; y Juan José Wedel, quien también participó en ambos torneos.

Sus resultados, en la máxima cita olímpica, no fueron los mejores para un nivel competitivo mundial, pues Obregón concluyó en un 57° lugar general, entre las 61 arqueras que estuvieron en esa ocasión. Esto se debe a que, luego de sumar todas las cuatro pruebas que había en esa oportunidad  (30, 50, 60 y 70 metros a 36 flechas cada una), hizo un total acumulado de 1164 puntos sobre un máximo posible de 1440 y se quedó a 106 unidades de avanzar a la segunda ronda, a la cual llegaban las mejores 32 y desde donde iniciaban las series de muertes súbitas para definir a la nueva campeona.

En ese entonces, logró meter poco menos de la mitad de las flechas en los dos anillos más apetecidos, los dos centrales. Tuvo 22 tiros de “10” y 45 más de “9”. A Obregón se le dio mejor la distancia corta, pues en la prueba de 30 metros obtuvo 333 puntos que le dieron a su vez un lugar entre las mejores 46. Pero en la distancia más larga obtuvo los peores resultados, pues ahí apenas reunió 249 puntos que la pusieron en la penúltima posición de la prueba y que influyeron bastante en su ubicación general.

Sin embargo, nada de eso demerita la gesta de haber vuelto a poner al país en el mapa del tiro con arco olímpico, por primera vez en 12 años desde la mencionada edición de 1980, y tampoco de ser la única mujer costarricense en llegar a las olimpiadas en la arquería, tomando en consideración que ni antes ni hoy existen, en el país, condiciones para dedicarse de lleno de manera profesional a este deporte, pues incluso tuvo que dividirse entre sus clases de tiro y entrenamientos con la docencia y la escultura.

Además, aún ostenta los récords nacionales en arco recurvo para las eliminatorias olímpica en modalidades de 12 flechas a 70 metros (99 puntos sobre 120), 36 flechas a 60 metros (313 puntos de 360 posibles) y 30 flechas a 18 metros (269), todas logradas entre 1991 y 1992. Los dos primeros fueron en rondas de eliminatoria olímpica en territorio español disputadas para determinar si se lograba un cupo en las justas españolas.

Adicionalmente, hay que tomar en cuenta que para cuando Obregón asistió, era una de las más veteranas con 40 años, y gran parte del top 10 de ese momento, constituido principalmente por jóvenes surcoreanas que estaban en sus veintes.

Pero sus aportes no quedaron allí. Fue la impulsora del deporte en la Universidad de Costa Rica, donde lo promovió primero, y se dedicó luego a ser instructora de la disciplina. Incluso, allí dejó su obra artística el Monumento al Deportista, específicamente en las Instalaciones Deportivas de este centro de estudios.

Cariño por doquiera

Con su muerte, no tardaron los pronunciamientos por parte de la Federación Costarricense de Tiro con Arco, exalumnos y de la propia Unidad de Programas Deportivos, Recreativos y Artísticos recordando sus gestas deportivas, su calidad humana y destacando sus enseñanzas como profesora y sus esfuerzos por promover la arquería en el ámbito nacional e internacional.

Uno de ellos, Juan Carlos Solano, arquero, dirigente en el Comité de Deportes de Alajuela y fiscal en la Federación en 2015, destacó la resiliencia que tuvo su antigua compañera y rival. “Tuve la oportunidad de compartir con ella muchos momentos en los entrenamientos de tiro con arco en la Universidad de Costa Rica y en los torneos nacionales e internacionales que pudimos compartir. A pesar de su enfermedad nunca mermó esfuerzos para conseguir sus metas”.

Del mismo modo, la también arquera y corista musical, Xinia Retana, la describió como “una figura de gran inspiración en general y en especial para las mujeres en este deporte, en el lugar a donde fue, seguramente, podrá tirar muchas flechas sin cansarse”.

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