El episodio de racismo que se vivió en el partido de fútbol masculino entre la Liga Deportiva Alajuelense y Deportivo Saprissa por parte de una parte de la afición alajuelense contra el futbolista saprissista Javon Romario East llegó hasta la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Dicha organización no dudó en condenar los hechos e instar a la aplicación de la legislación vigente mediante un comunicado.
“El Sistema de las Naciones Unidas lamenta los actos racistas ocurridos en el partido de fútbol de la primera división de fútbol de Costa Rica entre La Liga Deportiva Alajuelense y el Deportivo Saprissa”, reveló el comunicado
El pronunciamiento añade que “estos actos ocurridos a tan solo unos días de la conmemoración del Día Internacional de la Personas Afrodescendientes, nos hace recordar que el racismo es un problema sistémico que necesita ser erradicado de raíz”.
El organismo internacional instó a jugadores, afición deportiva, equipos, autoridades y dirigencias deportivas a asegurar “CERO TOLERANCIA al racismo” y a la vez que se aplicque la legislación vigente, Ley contra la violencia y el racismo en el deporte, N° 9878 del 12 de agosto del 2020, para hacer frente a estas desafortunadas situaciones.
Otros jugadores afrodescendientes de ambos equipos como Joel Campbell por el equipo rojinegro y Kendall Waston y Orlando Sinclair por el club tibaseño se solidarizaron con su compañero y reprocharon que el cuerpo arbitral encabezado por William Matus Vargas (para no confundirlo con su padre, el exárbitro William Matus Vega) no detuvo el juego ni implementó el protocolo establecido a pesar del reporte de East.
Incluso Waston se mostró crítico de la campaña de la Unión Nacional de clubes de Fútbol de la primera división (Unafut) para esa fecha, con el fin de conmemorar el día de la persona afrodescendiente en el país. “UNAFUT: mucha campaña y nada de acciones. Entonces, ¿de qué sirve? Dejemos de normalizar lo que está mal. Always black and proud (Siempre negro y orgulloso)”, escribió en su cuenta de X.
De acuerdo con la ley 9878, nombrada ley contra la violencia y racismo en el deporte; que en realidad es la ampliación y refuerzo de la ley 9145, que es la de prevención y sanción de la violencia en espectáculos deportivos, la gama de sanciones oscila entre cinco jornadas y hasta un año de suspensión para el club que no tome medidas antirracismo, y una expulsión e inhabilitación de asistencia a recintos deportivos por hasta cuatro años a aficionados y aficionadas que realicen acciones racistas.
Por estos hechos, se castigó al equipo alajuelense con una multa superior a un millón de colones y la prohibición de albergar público en su próximo juego en casa, frente al Club Sport Cartaginés. A lo interno de la Junta Directiva manuda, valoran decidir si apelan o no esta decisión.
Adicionalmente, ambos clubes y la propia Unafut se pronunciaron en contra de estos actos discriminatorios en el fútbol.
Lo mismo hicieron otros futbolistas morados como Ulises Segura, Yostin Delfín Salas y Luis Javier Paradela.
Tanto la Unafut como la Federación Costarricense de Fútbol se reunirán mañana con el fin de analizar lo sucedido y evaluar acciones orientadas a erradicar el racismo.
Mientras tanto, el Tribunal Disciplinario de la Federación Costarricense de Fútbol anuncio que por dos actos racistas dados en el estadio Morera Soto durante la realización del pasado clásico, el equipo de la Liga tendrá que jugar a puerta cerrada el próximo partido contra el Cartaginés el 13 de setiembre y deberá pagar una multa de ₡1.050.000 por ello, según reveló el diario La Nación.
