Deportes Temporada había quedado en fase de cuartos de final desde marzo

Liga Nacional de Fútbol Aficionado con protocolos aprobados pero en espera

Quedan únicamente seis equipos en competencia, uno de zona de alerta naranja por COVID-19. Procedimientos fueron aprobados del Ministerio de Salud y Deportes.

La temporada actual de la Liga Nacional de Fútbol Aficionado (Linafa) tuvo el mayor tiempo de espera para su reanudación, porque desde el mismo 10 de marzo, cuando se giraron las instrucciones de suspender toda actividad deportiva por el COVID-19, ya se estaba declarando paralizada, mientras la Segunda y Primera divisiones se sumaron días después.

Esta categoría es la tercera en importancia porque su ganador pasa a la Liga de Ascenso (Liasce) o Segunda División profesional de fútbol masculino.

La paralización ha sido también mayor para la liga aficionada porque su protocolo quedó aprobado el 18 de junio, pero 24 horas después el regreso a las canchas quedó suspendido, luego de que las autoridades de salud reportaran la histórica cifra de 119 casos por COVID-19.

Al momento de la suspensión, la categoría de bronce iba por su fase de cuartos de final, instancia en la que habían quedado al corte de marzo cuando se ordenó el cese de todas las actividades deportivas en el país por motivo de la pandemia.

Con las nuevas reglas, similares a las divisiones profesionales –especialmente la Segunda División, en el sentido de aprobar unas cuantas sedes en donde se cumplan todos los protocolos de distanciamiento social y físico establecidos–, las llaves ya no serán a visita recíproca en las canchas o estadios de cada equipo, sino a un único juego en el Ernesto Rohrmoser de Pavas, el estadio aprobado para este torneo, y a puerta cerrada.

Cronología de un acuerdo complicado

La autorización no fue nada sencilla, ya que el 10 de junio trascendió que el Ministerio de Salud habría recomendado en un inicio medidas diferenciadas para uno de los clubes por pertenecer a una zona declarada en alerta naranja sanitaria, según lo explicó el presidente de la Primera División Aficionada, Luis Jiménez, a través de su departamento de prensa.

“Una de las alternativas era que ellos (Cariari), para poder participar ahorita en esta serie, tendrían que hacer un gasto increíble que ni un equipo de primera de Unafut haría: venirse los 14-15 días a cuarentena en San José con toda su representación de cuerpo técnico, jugadores y junta directiva, a hacerse las pruebas por recomendación de Salud que nos dieron y hacer esta cuarentena. Lógicamente dijeron que no, que era muy caro, y el representante se salió de la reunión”.

Dicha propuesta desató la molestia de los caribeños, quienes salieron al paso de las afirmaciones sobre el abandono de la reunión de su representante, Wagner Guzmán, y alegaron que no porque allí hubiera alerta naranja significaba que los jugadores o integrantes del cuerpo técnico tuvieran COVID-19.

“Creo que discriminación le queda grande a esta lamentable situación. En todo el país existen casos o reportes de COVID-19 y aún así otros equipos siguen participando en el torneo (…). Además, en ningún momento se colgó ninguna llamada, simplemente se le informó a nuestro representante que estábamos afuera y que nada hacíamos ya en esa reunión”, se lee en el perfil oficial de la página del equipo de Cariari.

Jiménez agregó que su objetivo es que los seis equipos concursen, pero que deben seguir los protocolos sanitarios so pena de que les prohíban continuar, y que a pesar de que las recomendaciones eran elegir directamente a los dos finalistas a dedo, se rehusaron a hacerlo de ese modo y prefirieron dejar en manos de los representantes posibles maneras de terminar el torneo en la cancha.

En una de ellas, se propuso sacar los finalistas por votación, pese a que la FIFA no lo avala; otra propuesta era sacar a los semifinalistas por rendimiento, tomando en cuenta que no todos jugaron la misma cantidad de partidos y, en una tercera, híbrida de las anteriores, se proponía nominar a dos semifinalistas por rendimiento y a los otros dos por rifa entre los otros tres representativos quitando a los del Caribe norte.

Al acogerse la segunda de las propuestas, el perjudicado iba a ser el club Gallada de Desamparados, y de este modo quedaban en concurso solo los equipos de Naranjo, Microfútbol Tibás, Turrúcares y El Guarco. Finalmente, a través de un comunicado que resumió los acuerdos de esa reunión, el presidente de Linafa, Juan Carlos Román, dejó entrever que en caso de no poder completar el torneo el campeón sería declarado por rendimiento.

Tales decisiones desataron la disconformidad de los desamparadeños, quienes optaron por esperar los pronunciamientos y la oficialización de su descalificación y la de los cariareños para referirse al tema y hacer las apelaciones, pues aseguran que ninguna parte del reglamento contempla el rendimiento como criterio de clasificación.

Sin embargo, el 11 de junio tanto pocociteños como desamparadeños dieron a conocer que Linafa había enviado el protocolo nuevamente a consideración de las autoridades del Ministerio de Deportes y de Salud con una versión similar al de la Unafut (Primera División), primer torneo de fútbol en ser aprobado desde la pandemia. Eso les dejaba con opciones hasta tanto no hubiera una respuesta oficial de la entidad.

Finalmente, el día 18 de junio, luego de la presión de dirigentes y aficionados para declarar el torneo desierto en caso de no poder volver; en horas de la noche se aprobaron los protocolos. Sin embargo, a la mañana siguiente, y cuando todo estaba listo para regresar el 21 de junio, el Ministro de Salud, Daniel Salas, anunció que los campeonatos de fútbol de todas las categorías se suspendían por ese fin de semana. Al cierre de edición, una vez Salas anunció el regreso a la fase dos de reaperturas vigente desde el 1° de junio, Linafa reprogramó su inicio para el 28 de junio, y en su caso particular, no existe problema para jugar domingo ya que su torneo no genera tanta masividad como el de Unafut o Liasce ni está tan pronto a terminar como los otros dos.

La reprogramación quedó así: Cariari contra Naranjo a las 8 am, Gallada contra Microfútbol Tibás a las 11:30 am y  El Guarco contra Turrúcares a las 2:30 pm. Los ganadores y el mejor perdedor avanzan a semifinales el 5 de julio, y los finalistas se verán en el fin de semana del 12 de julio, siempre en el recinto paveño. Quien gane la final intercambiará categoría con el descendido de la Liga de Ascenso, Santa Rosa.

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