Año tras año desde su inicio por el lejano 1965, la Copa del Café se ha convertido en toda una tradición deportiva costarricense de principios de año para quienes siguen el tenis. Pero también es uno de los torneos más importantes del mundo para tenistas de 13 a 18 años con miras a convertirse en profesionales.
Lo que inició como un torneo organizado únicamente por personas socias del Costa Rica Country Club de Escazú se convirtió en una de las principales paradas de tenistas juveniles en el mundo, al punto de ser calificado hoy como un torneo J300 (tercero en importancia en torneos junior, por debajo solo de los J500 y Junior Grand Slams, en orden ascendente) por la Federación Internacional de Tenis (ITF, por sus siglas en inglés).
Extenistas destacados como Roger Federer, Björn Borg, Aleksandra Wozniak y Micaela Krajicek, así como tenistas profesionales del presente como Madison Keys, quien incluso fue campeona en 2009 a sus 13 años, o Casper Ruud, campeón en 2015 y finalista de los Roland Garros y US Open 2022, son tan solo una parte de una gran lista creciente con cada año de estrellas tenísticas que mostraron una pincelada de sus condiciones aquí y luego como profesionales se confirmaron como promesas cumplidas yendo y triunfando en los grandes circuitos del orbe.
Primeras siembras y un adiós precoz
La condición de primera siembra confiere ventajas como acceso garantizado a llave principal de los torneos y empezar con cruces en teoría menos complicados. Ojo, en teoría, porque esta vez la primera sembrada y el primer sembrado fueron despachados tan solo en su primer cruce.
Los peruanos Lucciana Pérez y Josué Guzmán llegaban en esa condición gracias a que el escalafón ITF los ubicaba en los puestos 22 y 65, respectivamente, y no habían mujeres ni hombres en mejor posición, pero Alanis Hamilton y Nikita Filin, ambos de Estados Unidos, se impusieron con sendos 6-1 y 7-6. Tampoco avanzó el británico Phoenix Weir, quien llegaba como el segundo sembrado al iniciar en el puesto 86 del orbe, ya que otro estadounidense, Maxwell Ested, también lo despidió con un 7-6 y 6-2 justo en las primeras de cambio. En dobles ni Guzmán ni Weir lograron superar la primera ronda, ya que el incaico, junto con su compatriota Luis Nakamine como terceros sembrados, cayeron contra el canadiense Duncan Chan y el estadounidense Mitchell Lee 2-6 y 3-6; mientras que Weir, aliado con el estadounidense Quang Duong como primer dúo en siembra, fue despachado por los estadounidenses Stiles Brockett y Cyrus Mahjoob con un 5-7, 6-3 y 8-10.
Pérez junto con la estadounidense Kaitlin Quevedo sacaron a la polaca Monika Stankiewicz y la chilena Antonia Vergara 6-4, 4-6 y 10-8, pero sucumbieron contra las estadounidenses Iva Jovic y Tyra Grant por el mismo marcador.
Para Jovic fue una Copa memorable porque se llevó los dos platos como máximo que cada tenista puede tener por edición, ya que además del triunfo con Grant en dobles, en la modalidad individual, hizo valer su calidad de tercera sembrada resolviendo todos sus partidos en solo dos sets. Con Grant doblegó a sus compatriotas Hamilton y Claire An con un doble 6-3, y sola batió a la israelí Mika Buchnik 6-3 y 6-2.
De los ocho hombres sembrados el que llegó más lejos fue el quinto sembrado, Roy Horovitz, de los Estados Unidos, quien llegó hasta la final contra el neerlandés Thijs Boogard, su verdugo, con un doble 6-4, aunque para la organización no era sorpresivo, ya que el europeo había ganado en 2022 Les Petits As, un torneo importante U-14 donde triunfaron, entre otros nombres pesados, Rafael Nadal o Kim Clijsters.
En dobles, la cuarta pareja sembrada constituida por el británico Henry Searle y el noruego Nicolai Budkov se llevó el plato de campeón de dobles masculino tras ganar la final 6-4 y 7-5 contra el israelí Ofek Shimanov y el estadounidense Tristan Stringer.
Segunda ronda, el tope del tenis nacional
Por su parte, hay que reconocer que alguno que otro tenista costarricense logra romper el molde y consigue llegar a segunda ronda año con año, aparte de que ya no se sufren tantas blanqueadas como hace poco, pero es apenas uno o una como máximo que pasa de ronda, y la marca de Fred Thome y Juan Antonio Marín como subcampeones individuales y de este último como bicampeón de dobles va para largo.
En esta ocasión, solo concursaron Adrián Quirós, Nicolás Garnier y Nicole Alfaro, y ella fue quien pasó de ronda individual, ya que se deshizo de la colombiana Sara Verastegui con un doble 6-1, aunque en segunda ronda la beninesa Gloriana Nahum fue su verduga con un 2-6 y un 4-6.
Garnier forzó a Shimanov a jugar los tres parciales tras perder 2-6 el primer set y ganarle 6-1 el segundo, pero en el último el israelí se recuperó y triunfó 3-6. Quirós opuso resistencia contra el danés Cornelius Shalmi en el primer set al punto de que se necesitó la muerte súbita para que ganara el europeo 6-7. El segundo fue más cómodo para Shalmi con un 2-6.
En dobles participaron los mismos tenistas nacionales que en individual, más Lucía Gallegos, quien hizo tándem con Verastegui, pero allí fue Quirós quien progresó, así junto con el salvadoreño César Cruz sacaron al canadiense Junghee You y al chileno Benjamín Torrealba con un doble 7-6. En la siguiente ronda los centroamericanos cayeron contra Searle y Budkov 2-6 y 4-6, aunque dejando una grata impresión y contrarrestando hasta donde pudieron el desgaste del juego anterior.
Alfaro hizo tándem con la guatemalteca Deborah Domínguez y forzaron a tres sets a la surcoreana Gaeul Jang y la francesa Maelie Monfils, quienes finalmente ganaron 2-6, 7-6 y 4-10; Garnier y el mexicano Santiago Padilla cayeron contra el británico Oliver Bonding y el estadounidense Darwin Blanch, 6-2 y 6-1; y Gallegos y Verastegui llevaron al límite a las cuartas sembradas, la británica Ruby Cooling y la puertorriqueña Natalia Pérez, quienes se dejaron los dos parciales 7-5.
