Deportes Bolichista campeona mundial y su entrenador conversan con UNIVERSIDAD

El título mundial de boliche desde adentro

Elena Weinstok gana el mundial juvenil en Lima. Mientras que el próximo torneo Iberoamericano será en abril.

Para el boliche costarricense el 26 de enero de 2024 será una fecha memorable.

Ese día, Elena Weinstok Mata logró una medalla en el reciente mundial juvenil Lima 2024, algo inédito hasta entonces. Lo mejor, fue del metal más apetecido de todos: el oro, alcanzado a sus 15 años de edad en medio de jóvenes de hasta 21. Tras ser tercera en la etapa de clasificación, sacó a oponentes de República Checa, Singapur y Estados Unidos. Más que una promesa, ya es una realidad comprobada incluso en divisiones adultas, como cuando fue a los Juegos Panamericanos Santiago 2023.

Pero, a pesar de su gran logro mundialista, ni ella ni su entrenador Álvaro Castro Salazar pierden el tiempo y apenas el 27 llegaron al país, descansaron 28 y 29, y ya el 30 regresaron a los entrenamientos.

UNIVERSIDAD conversó con ambos sobre el logro y su preparación para las próximas competencias.

Ya con más tiempo de haber asimilado el título mundial, ¿qué representa para ambos?

Elena Weinstok (EW): Mucha alegría obviamente, pero también ganas de seguir entrenando e ir por más. Siento que esto puede ayudar a motivarme y saber que todo es posible con esfuerzo y disciplina.

Álvaro Castro (AC): Realmente es el fruto de un trabajo bastante arduo de muchos años. Elena ha tenido un crecimiento muy grande, sumado a su madurez mental le ha ayudado mucho a enfrentar estos momentos. Es una división donde ella todavía es muy joven y compitió contra jugadoras de 20 o 21 años que ya tienen mucha más madurez en el desarrollo de juego. Ella ha crecido muchísimo, lo enfrentó con muchas ganas. Realmente le agradezco la confianza de seguir las recomendaciones que le daba y hacerlo con la entereza que lo hizo y el resultado es precisamente lo que obtuvo, un campeonato mundial.

¿Cómo fue la preparación para este torneo?

EW: Desde que anunciaron el torneo, primero, toda la preparación para poder ser elegida y clasificada para ir a la selección y, desde que quedé seleccionada, era más trabajo de aspectos técnicos, mentales y también la preparación física.

AC: También hubo mucho tema de los patrones (una película de aceite encima de la cancha que varía dependiendo del volumen y el largo). Ellos no avisan con cuál patrón se va a jugar, entonces, hubo que practicarlos todos, hacer una escogencia de equipo de qué va a ser lo más adecuado para enfrentar el reto que teníamos en ese mundial y por dicha todo se dio, logramos hacer todas las lecturas y tomar las decisiones del caso, y lograr esto que para Elena es solo el inicio de una gran carrera. Como en todo deporte, una vez que alcanzás una meta, ya pasó y en cada torneo viene otra, y tenemos que seguir trabajando con entereza y olvidar lo que ya pasó porque uno no puede seguir con el triunfo que acabás de tener, sino que tenés que prepararte para lograr otro y así es como funciona la ruta al éxito en todo deporte.

“Esto (el título mundial juvenil) para Elena es solo el inicio de una gran carrera”, Álvaro Castro.

El punto de giro vino después de la primera línea contra la checa Eliska Krummerova. ¿Qué se trabajó ahí, qué se conversó y qué se mejoró en lo sucesivo?

EW: La verdad en ese caso era tener un poco de paciencia, porque los tiros fueron buenos y no siempre se alcanza la chuza (tumbar los diez bolos al primer lanzamiento) o jugar bien, pero era saber que estaba haciendo las cosas bien e intentar controlar un poco la desesperación de querer ganar y poder seguir avanzando. Era encontrar ese punto de calma de que todo iba a salir bien.

AC: Elena está en lo correcto. Hablamos mucho sobre eso, ella tenía un look (enfoque) de la bola muy bueno, estaba en la zona correcta, si no estábamos tirando strikes (chuza) era esperar el momento de la transición del aceite donde la bola tuviera un movimiento más fuerte, donde empezáramos a cargar un poquito más de pines, hablamos de eso: paz, paciencia, mucha entereza, y seguimos trabajando y ahí fue donde empezaron a cambiar los resultados porque vino todo lo que habíamos planificado y así se fue dando. En todos los match (partidos) que jugamos fue muy importante mantenernos bajo el plan y haciendo los ajustes, que la posición de los pies, la de los ojos, cuál es la trayectoria que quiero de la bola…

Ahora, ¿cuáles son los próximos torneos y cómo es la preparación para ellos?

AC: En el caso mío y de Elena es el iberoamericano en abril. Todos los torneos en la etapa en la que estamos nos dan mucha formación del trabajo tenemos que hacer para ir mejorando. Uno trata de corregir lo que está mal, mantener lo que está bien, para ir elaborando un producto final. Elena va a serlo a los 18 o 19 años, aún falta tiempo, pero su evolución es muy buena. Asimismo, esperamos que sus resultados también porque conforme avance en divisiones menores va a tener muchísimo más competencia.

(A Elena) ¿Cómo inició su gusto por el boliche?

EW: Yo empecé a jugar boliche a los 7 años, entré a las clases con Álvaro (Castro) y empezamos los entrenamientos, él ha estado conmigo desde el primer día y mi primera selección nacional fue como en 2021, creo que con 11 o 12 años.

(A Elena) ¿Cuánto le ayuda jugar y entrenar con adultos para las competencias con límite de edad y sin él?

EW: Yo siento que, al haber competido con selección mayor y tener a la par otras campeonas del mundo y profesionales en el momento, yo logro ver cierto resultado final que son esas pequeñas cosas que hacen la diferencia. Por ejemplo, jugadoras que logran mantener la calma y saber que en algún momento llegan, y también la ayuda de mi entrenador y de todo el mundo ha ayudado un montón.

(A Elena) ¿Cómo compagina los entrenamientos y competiciones de todas las selecciones con estudios y otras facetas de la vida como familia?

EW: La verdad es que no siempre es tan sencillo, a veces se complica un poco más, pero es aprovechar cada minuto que tiene. Por dicha me he rodeado de gente que me apoya en cualquier cosa que haga y también el colegio me ha ayudado mucho con los permisos de salir del país y no perder clases.

(A Álvaro) Como seleccionador desde hace 12 años, ¿cómo es el proceso y el seguimiento que lleva con sus bolichistas, y particularmente con Elena?

AC: Yo me enfoco mucho en la parte técnica. En el caso de Elena, su compromiso es total, ella entrena dos horas cuatro o cinco veces por semana; el tema mental le ayuda mucho, su técnica es bastante buena y conforme vaya creciendo va a ir desarrollándose más y su técnica va a ir mejorando más, igual los resultados que vamos teniendo. El futuro de Costa Rica en selecciones menores es muy grande y eso hace que el futuro en selecciones mayores también cambie. Hace 20 años el promedio de edad era 40, 45 años y ahora es 21 años. Hay  muchachos de 16, 17 años; Elena tiene 15 y es campeona nacional y referente en selecciones menores, eso habla mucho de los procesos que nosotros estamos haciendo.

(A Álvaro) Durante su gestión el boliche nacional ha logrado éxitos muy importantes (platas panamericanas, medallas, etc.) ¿Cuál es la causa principal de estos éxitos?

AC: Todo viene desde mi época de jugador. Yo entrenaba y me preparaba mucho para ganar torneos. Soy un apasionado de este deporte. Mi pasión sigue igual pero mis metas cambiaron, porque ahora es llevar a estos muchachos a que sean campeones, inculcarles esta pasión, patriotismo que tienen que tener por los colores nacionales y creo que eso es lo que ha hecho este resultado, que todos ellos han entendido lo que significa el escudo y la camiseta de Costa Rica, que quieran comprometerse y sacrificar muchísimas cosas en la vida como todo jugador de alto rendimiento para poder llegar a tener éxito, y es el compromiso y satisfacción más grande que tienen.

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