Cultura

Plenitud musical de Pilar Aguilar se compila en un nuevo CD

La nueva producción discográfica Cascada de melodías, de la costarricense Pilar Aguilar, está disponible en Internet de manera gratuita, en celebración del cumpleaños de la pianista y compositora.

El 29 de abril de este año la obra “Oda a los 200 años de la Independencia”, de la compositora y pianista costarricense Pilar Aguilar, fue estrenada por la Orquesta Sinfónica de Heredia (OSH), bajo la dirección de Eddie Mora.

La composición fue comisionada por la junta directiva de la institución con dos condiciones: que fuera para cuerdas y piano, y que contara una historia sobre lo sucedido el día de la independencia.

“¿Qué cuento?”, se preguntó Aguilar durante varios días, hasta que un amanecer se despertó oyendo campanas porque en esa época con su repicar se anunciaban las noticias.

“Las mujeres estamos atrás en lo sinfónico y ahora toca que les den la oportunidad”, Pilar Aguilar.

Con el lenguaje musical desarrollado a lo largo de 25 años de carrera como compositora, Aguilar comunica la historia sobre cómo transcurrió el anuncio independentista.

“Las campanas anuncian la independencia. Como los soldados españoles marchan fuera del territorio tengo que hacer una marcha; como los españoles están tristes porque pierden una colonia, compongo algo de flamenco, inspirada en la música española y sus danzas”, detalló.

Aguilar se imaginó a la sociedad costarricense celebrando: los ricos bailando un vals y los pobres bailando una melodía alegre con un ritmo popular latinoamericano.

Con ese mismo entusiasmo y energía que rezuman obras como la descrita, la compositora y pianista costarricense Pilar Aguilar cuenta que con la producción discográfica Cascada de melodías honra sus años recién cumplidos en junio.

El disco compacto (CD por sus siglas en inglés) consta de ocho piezas, de las cuales tres son estrenos nacionales, y que desde el 17 de junio está disponible de manera gratuita en el sitio web www.pilaraguilar.info.

Las obras fueron grabadas en vivo, durante conciertos presenciales (live performance), entre otros interpretados por la Orquesta Sinfónica de Heredia (OSH) y la Orquesta Sinfónica de la UCR (OSUCR).

“Es el regalo que me hizo mi esposo para mi cumpleaños número 65 el 21 de junio. Ahora soy adulta mayor”, se congratuló.

Sobre la distribución y circulación del material discográfico, la compositora agregó que el “acuerdo” fue estipulado por ella misma: es un tiraje de unos 200 ejemplares para regalar a las juntas directivas de cada orquesta, directores de orquesta, intérpretes de las grabaciones, músicos cercanos, amigos y otras personas.

“No va a estar a la venta, ni se va a subir a ninguna plataforma que produzca dinero”, destacó.

El CD contiene el “Concierto Primavera” (2015) para cuarteto de cuerdas como solista y orquesta, ejecutado por la OSH bajo la dirección de Eddie Mora y como solista el Cuarteto Hispano.

Asimismo, el “Concierto Mawanda” (2017) para violín y orquesta, con la solista Grace Marín e interpretado por la OSUCR con Alejandro Gutiérrez de director.

La tercera pieza es Oda a los 200 años de independencia (2021) para piano y orquesta de cuerdas, con la solista costarricense Rebeca Ordónez, el director de orquesta Andrés Porras y la OSH. El estreno de esta obra fue transmitido el pasado 29 de abril por el canal de YouTube del Teatro Nacional.

Además, Cascada de melodías incluye las obras para flauta y piano “Tres danzas lentas” (2005) y “Cosmos” (2011), ambas interpretadas por la flautista María Luisa Menéses y la misma Aguilar.

Le siguen las piezas “Canto triste” y “Elucubraciones para piano con solo la mano izquierda”, interpretadas por el pianista cubano Leonardo Gell. Estas obras forman parte del libro de Aguilar Metodología de enseñanza del piano con solo la mano izquierda (2016) presentado en mayo 2017, y que se puede descargar gratuitamente en https://bit.ly/3fnC1HB

La última obra es CONVIK-MORT (2021), en homenaje a las víctimas de COVID-19, comisionada en enero de este año por el pianista hondureño Joel Martínez para ser ejecutada en su recital de graduación de Maestría en Piano de la Universidad de Arizona. La pieza fue grabada y transmitida por YouTube a finales de abril pasado.

Mujeres compositoras

Llegar a la plena madurez como mujer con sus expresiones creativas no ha sido sencillo, pues no solo implica horas de estudio y dedicación al piano y la composición, sino vérselas con un sistema que privilegia la autoría musical de los hombres y relega la creatividad de las mujeres en ese campo.

Aunque ese no ha sido el caso de Aguilar, la música está consciente de que en el país, en materia sinfónica, ella —junto a Rocío Sanz— ha sido la excepción a la regla.

A esta lista, Aguilar suma a Ana Isabel Vargas, Amelia Barquero y Aquiana Molina. “Somos cuatro”, enumeró.

De hecho, cuando la OSH interpretó el concierto Primavera de Aguilar en el 2015, Marvin Camacho —que en ese momento era miembro de la junta directiva de la institución—, le comunicó que la última composición que se había estrenado a nivel nacional fue de Rocío Sanz 30 años antes.

Tuvieron que pasar tres décadas para que una obra musical de una mujer costarricense fuera interpretada por una agrupación sinfónica.

“En ese periodo ninguna orquesta había tocado nada de una mujer y yo soy la única a la que han comisionado obra; cada obra que yo he estrenado es porque me la han comisionado, a ninguna otra compañera le han pedido una”, aseveró Aguilar.

Este dato objetivo podría interpretarse como un “halago” para Aguilar (sin lugar a dudas la compositora se lo merece); sin embargo, también refleja una dura realidad: las mujeres no son incluidas con justicia e igualdad en el canon de la música clásica nacional.

“Escribís algo y ni siquiera te contestan las cartas. Así les ha pasado a estas muchachas, escriben, mandan la música, mandan pruebas, van a un estudio que les reproduzcan los sonidos… pero no les interesa”, apuntó Aguilar.

Como autora, no es sino hasta el 2001 que Aguilar inicia su carrera, reconociendo que su tendencia hacia lo tonal y su limitación para “no escuchar a la orquesta” cuando componía eran un obstáculo.

Sin embargo, el entonces dueño de la disquera Ars Harmonica, Llorenç Balsac, con quien Aguilar grabó tres discos compactos, la convenció de que la composición tonal estaba de vuelta con el nombre de neotonalidad.

“Me impulsó tanto que desde el 2001 y 2002 no he parado de componer”, precisó.

En el 2012 se jubiló, grabó su último disco con el sello catalán, y en el 2014 estrenó un cuarteto para solista y orquesta comisionada por Eddie Mora para ser interpretada en el Teatro Nacional.

En esos años, gracias al músico Carlos Escalante aprendió a usar el programa Finale y dejó de escribir con lápiz, a excepción de la música para piano.

En su vertiente como compositora Aguilar es autodidacta, “pero he tocado tanta música de cámara, he estudiado tantos conciertos y pasé por un conversatorio inglés tan estricto, que al desarrollar ritmos latinoamericanos y cromatismos me di cuenta de que mi lenguaje es propio; crear esas diferencias cromáticas entre una tonalidad y otra hizo que escribiera sin tonalidad”.

Para Aguilar, un título no hace a la artista; por eso ella les recomienda a las mujeres que quieran ser compositoras no limitarse al pensar que es una rama solo para hombres.

Y Aguilar predica con el ejemplo, a sabiendas de que las mujeres en Costa Rica se gradúan y escriben sin que alguna agrupación sinfónica las interprete y que por ello dejan de componer.

“Las mujeres estamos atrás en lo sinfónico y ahora toca que les den la oportunidad”, concluyó.

 

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