Banco Anglo, Caja-Fischel e ICE-Alcatel son casos que resuenan en la mente de la mayoría de costarricenses. El paso del tiempo, la saturación de información y hasta la resignación son factores que pueden reducirlos a frases difuminadas en una nebulosa de corrupción de la historia tica.
Con el fin de mantener vivos y claros estos acontecimientos, Quince UCR en colaboración con la Oficina de Comunicación Institucional y la Escuela de Ciencias Políticas de la Universidad de Costa Rica (UCR), lanzan la miniserie documental “Platos Rotos: la corrupción que pagamos”.
“A todos nos encanta hablar de la palabra “chorizo”, desconfiamos de los políticos, lo cual es muy entendible; pero necesitamos que las bases sean fuertes para exigirle a los políticos, y por eso es que la memoria histórica es tan importante”, comentó Viviana Valverde, guionista del documental.
La dirección estuvo a cargo de Roberto Jaén, la investigación y guion fueron liderados por Viviana Valverde, con la colaboración de la también jefa de Producción, Lucía Vásquez, y contó con la producción ejecutiva de Carlos Matute.
Platos Rotos consta de cuatro capítulos, uno por cada caso, más el episodio final con reflexiones sobre transparencia y corrupción en el país.
“A nivel audiovisual, cada uno de los capítulos tiene una propuesta distintiva, lo cual los hace llamativos; para las personas que vivieron el boom mediático de estos casos, va a ser como traer al presente las imágenes de aquel momento”, aseguró Carlos Matute, productor de la miniserie.
Según Iván Porras, director de Quince UCR, la producción llega en momentos en los que el país atraviesa una coyuntura coincidente con los casos abordados.
“Cubrimos los casos Caja-Fischel, Banco Anglo e ICE-Alcatel y actualmente atravesamos un momento en el que se reiteran políticas, respectivamente, que socavan la Seguridad Social, la banca pública y las telecomunicaciones”, declaró Porras.
Años tras los pedazos de los platos rotos
El primer capítulo verá la luz este jueves 23 de noviembre, pero hay que remontarse dos años atrás para encontrar el origen de esta producción.
De acuerdo con Viviana Valverde, creadora de la idea original, a finales de 2021 le surgió la inquietud de realizar algún proyecto relacionado con la corrupción, motivada por lo reiterativo del tema durante la campaña electoral.
“La gente terminó poniendo el dedo al cambio por el miedo a la corrupción, al fin y al cabo, tuvimos una campaña política que se basó en el discurso anticorrupción y entonces prácticamente de ahí surgió esta idea”, afirmó.
Una vez aceptado el proyecto por parte de la UCR, comenzó junto a Lucía Vásquez un proceso de investigación que implicó una profunda revisión de documentos judiciales, así como una gran cantidad de entrevistas previas a las que se muestran en el producto audiovisual.
“No teníamos una idea de con lo que nos íbamos a topar, estamos hablando de sentencias que llevan 900 páginas, que están ahí, son fuentes abiertas, pero son cosas que ya nadie quiere leer”, agregó Valverde.
Por su parte, Vásquez asegura que, siendo un tema delicado por la seguridad, lograron recoger muchos testimonios valiosos y explicaciones de personas del ámbito de la política, funcionarias públicas y periodistas.
“Contamos con muchísimo apoyo y respaldo de la gente con la que hablamos; sí sentimos el peso de que la gente nos contara cosas que hasta el momento no habían hablado en cámara”, comentó la productora y guionista.
La periodista aseguró que muchas personas involucradas no quisieron dar su versión de los hechos; en algunos casos, porque atravesaron procesos judiciales de muchos años y que pudieron resultar desgastantes.
“Hubo gente que llamamos por semanas y meses y no nos quisieron hablar, sobre todo personas involucradas que terminaron siendo condenadas; como somos periodistas buscamos el fairness, pero mucha gente no quiso hablar”, explicó la comunicadora.
Vásquez reconoció que todos los meses de trabajo implicados en el documental, le trajeron cierta desazón como ciudadana al exponerse tan de cerca a las faltas cometidas por personas que ostentaban cargos tan importantes.
“Ha sido de los procesos más retadores a nivel profesional y personal, porque es muy pesado estar durante tantos meses pensando en que personas con tanto poder han sabido manipular el sistema para favorecerse”, confesó.
No obstante, Valverde recalcó que, si bien se aborda a profundidad casos que tuvieron una magnitud trascendental en términos de corrupción, también se cuenta con criterios profesionales que dan guía hacia prácticas que fomenten la transparencia.
“El documental nos dice cómo la institucionalidad le permitió a esta gente hacer lo que hizo, pero también cómo estas cosas se pueden corregir desde la misma institucionalidad, qué podemos hacer para cambiarlas”, agregó.
Finalmente, la guionista manifestó que una de las mayores reflexiones que se llevó fue la importancia del trabajo de los periodistas de investigación, a los cuales elogió y afirmó son vitales para luchar contra la corrupción.
“Estamos gobernados bajo un discurso anticorrupción todos los días, pero que lo hace amenazando a la prensa; pero, si hoy sabemos lo que pasó con esos casos, es gracias a la prensa y la transparencia”.
