Durante un periodo de dos años, el fotógrafo costarricense Luis Diego Ramos registró cajas de registro de telecomunicaciones, esos dispositivos aparentemente inertes que, aunque quizá pasan desapercibidos para los transeúntes y choferes de carros, autobuses y motocicletas que se movilizan por aceras, calles y avenidas de las ciudades, son un palimpsesto con capas y capas de historias.
De este Registro de registros, como se denomina el proyecto, Ramos muestra seis imágenes en una exposición que aborda el objeto inanimado para transformarlo en sujeto animado, y que ubicado en distintos puntos geográficos josefinos, está circunscrito a diferentes dinámicas sociales.
La exposición permanecerá abierta hasta el 29 de octubre en la galería REYMA JBP, ubicada en 150 mts oeste del INVU en Barrio Amón y la entrada es gratuita.
“En las cajas de registro podemos encontrar desde la pizarra informativa hasta la intervención artística”, concluye Ramos, luego de su investigación.
Con el proyecto visual, el fotógrafo también retrata cómo el paso del tiempo en estos artefactos tecnológicos y urbanos los hace mutar de aspecto, al sumar capas de papel, pintura y polución, que sobreponen experiencias y generan un nuevo registro; es decir, nuevos diálogos.
Arte interactivo
La exposición posee la característica particular de que a la par de cada fotografía hay una pizarra con mapas, objetos encontrados, recortes y transparencias, mediante las cuales el espectador es invitado a intervenir las imágenes.
Asimismo, con códigos QR de geolocalizaciones, el público puede conformar una red de espacios físicos que dibujan una serie de rutas para recorrer, ubicar y generar una interacción con las cajas de registros.
Ramos retrató los registros de las telecomunicaciones con una cámara de formato medio 6×6, cuadrado, con película fotográfica de 120mm reveladas de manera manual, y cuyos negativos fueron digitalizados e imprimidos en papel fotográfico.
El artista prefiere el formato analógico “pues implica un proceso más meticuloso a la hora de tomar cada foto: la escogencia de la película, la locación, la hora, la luz, son factores que conjugan una experiencia que va más allá de un clic”, explicó.
Además, de acuerdo con Ramos, junto con una elaborada bitácora minuciosa y elaborada del proceso, se enriquece el quehacer del artista y lo remite a lo manual y artesanal en contraposición al contexto digital y virtual de la actualidad.
Registro de registro fue recientemente seleccionado para participar en una exposición a finales de octubre en la Universidad Autónoma de Querétaro, en México.
