Cultura Entrevista a Elena Zúñiga Escobar, música

La fortuna sonora de Elena Zúñiga Escobar

La música costarricense Elena Zúñiga Escobar conversó con este Semanario a raíz del estreno del primer sencillo “Afortunada”, extraído del álbum en producción Telescopio. El videoclip se puede reproducir a partir de hoy miércoles 1 de junio desde las 8 p.m. en adelante en plataformas de audio y video.

Un viaje guiado por la onda sonora de un pájaro secreto se convierte en un trayecto emprendido por una mujer que unida al canto del ave crea una canción.

Así es “Afortunada”, pieza compuesta por la costarricense Elena Zúñiga Escobar, que cuenta la historia de un vuelo por montañas y ríos en busca de ese ser desconocido que trina todas las mañanas.

La obra musical, en la que colaboraron colegas de Zúñiga y la Orquesta Lunar, fusiona polirritmias africanas, notas pedal y paisajes sonoros con elementos de la música clásica y étnica.

La canción “Afortunada” fue grabada el año pasado en coproducción con Cuba a través del fondo Ibermúsicas. (Foto: Daniel Peraza)

La voz principal y la letra de la canción entretejen una polifonía de voces e instrumentos como el violonchelo, el piano y el bajo, con el propósito de provocar una especie de meditación, mientras en la base rítmica la mezcla de tambores tribales y un quijongo guanacasteco rememoran paisajes dancísticos de la herencia africana en Costa Rica.

“Afortunada” fue grabada en febrero de este año en coproducción con Cuba a través del fondo Ibermúsicas, que vinculó a los dos países a través de la participación de Yenly Medina, bajista de la isla caribeña de bandas como Gerardo Alfonso, Telmary, David Torrenz y Tropicana.
El estreno de la canción se lleva a cabo este miércoles 1 de junio en el perfil de Elena y la Orquesta Lunar de YouTube y en Altafonte.com.

“Es esa sensación de que vos te despertás y ese día dijiste “ese pájaro yo lo he escuchado todos los días, es el mismo canto, ¿cuál será? Es un canto recurrente. Yo creo que también cuando una compone canciones, los textos ya vienen también con ritmo.”

El sencillo se presenta en formato de videoclip, acompañado de un corto documental sobre el proceso creativo de la nueva producción discográfica que el grupo termina de grabar en la segunda mitad de 2022.
Este Semanario conversó con Elena vía Zoom. En la habitación/estudio sobresalía un largo micrófono profesional, una ventana de donde se filtraba una luz meridiana y detrás de ella el cuatro venezolano colgado en la pared.
Aunque su voz se entrecortaba a ratos, el tono característico de Elena fue cantarino, como esa ave con la que viajó para crear su canción.

¿Cómo describirías tus influencias en términos musicales y de composición? ¿Cuál es el estilo o los géneros que estás fusionando en este nuevo proyecto?

—Siempre hay una presencia de la música del mundo (World Music), aunque tampoco es específica. Es un sonido globalizado, con mucho ritmo, tambores, movimiento y danza.  Sin embargo, en esta canción —y en las canciones del álbum— también se encuentran elementos clásicos en el piano y partes que suenan ‘jazzeras’. Además hay un quijongo guanacasteco que hizo Gerardo Mora. Es como un diapasón que toca de manera horizontal. Le puso tres cuerdas y una jícara. Lo construyó hace muchos años cuando fue de gira con Guadalupe Urbina, a principios de los noventas. Ahora lo usamos para el tema que lanzamos como sencillo. Me parece bonito volver a usar ese instrumento creado por él, que además tiene una herencia africana. Compuse la canción sobre la idea de que fuera todo continuo, continuo, y luego metí los coros. Gerardo toca un arpa de boca, pero pensé que era demasiado étnico, y entonces metimos el quijongo. Al principio la pieza no tenía tambores, me hacían mucha falta y los agregué. Es como crear una escultura, porque le vas agregando capas y te suena rico y lo disfrutás.

¿Quiénes colaboraron con el proyecto?

—Para esta canción tenemos a una invitada bajista cubana. Nosotros aplicamos a los fondos de Ibermúsicas e hicimos una coproducción con Cuba. La experiencia trabajando a distancia fue retadora sobre todo para Yenly (Medina), porque no tiene internet estable ni puede usar Wetransfer. Ella me mandaba sus ideas del bajo por el celular y así trabajamos a distancia. La comunicación fue muy compleja, sobre todo cuando había una semana completa que me decía que no había tenido internet. Además la experiencia con respecto al sonido fue muy diversa, porque cuando trabajás con gente del mismo país, aunque haya diversidad sonora, hay una tendencia y creás con alguien de fuera, no te esperás lo que va a ser. Le dije que se tomara la libertad y que grabara versiones y cuando me las mandó me gustaron por ser distintas.

Hablemos sobre la letra de la canción. Me gustaría me contaras cómo es el proceso de fusión entre la música y la letra, cuando se hacen una sola cosa.

—Yo hice el texto de la canción antes de componer la música —nunca compongo el texto antes, pero escribo mucho—. En 2016 escribí una letra que compartí en redes sociales. La empecé a leer y a leer y luego a cantarla, entonces dije: “es una canción”. Las melodías ya tienen acentos, por eso la poesía tiene música y hay mucha gente que musicaliza poesía, porque ya tiene un ritmo. Cuando se hace una canción tienen que estar estas dos cosas muy unidas: la melodía y la letra son lo mismo. Lo que escribí tiene que ver con lo que dice la letra: vivo en una zona no citadina y en la mañana a mi apartamento en un segundo piso vienen muchos pájaros y mi cuarto tiene una ventana que da a varios patios de otras casas. Es esa sensación de que vos te despertás y ese día dijiste “ese pájaro yo lo he escuchado todos los días, es el mismo canto, ¿cuál será? Es un canto recurrente. Yo creo que también cuando una compone canciones, los textos ya vienen también con ritmo.

Una cosa condiciona la otra o la determina o la influye y se va generando un proceso de retroalimentación entre ambas expresiones.

—Se van integrando. Yo aquí tengo mi libreta donde apunto las letras y, cuando me pongo a leerlas, me doy cuenta de que tengo mis propios fraseos y por la forma en que fraseo la música va teniendo un sonido propio. Hay un fraseo musical y del texto que se vuelven propios.

¿Cómo es ser mujer compositora en un mundo de hombres, que cada vez va siendo menos de hombres, ojalá, y más de mujeres y hombres y de otros géneros? Las mujeres compositoras siguen siendo escasas. A mí me parece muy valiente tu proyecto y además que tiene una cualidad sonora y compositiva distinta, elaborada y sofisticada, en el buen sentido.

—En el sentido de cuidada.

Sí, con muchas voces y capas, con una intensidad muy rica. ¿Cómo ha sido armar un grupo con tu nombre, con nombre de mujer, además chelista y que la orquesta sea lunar, lo cual tiene un significado potente para muchas mujeres?

—Yo me doy cuenta de que la luna está llena por cómo me siento, hasta me da insomnio. Yo le puse Orquesta Lunar porque entiendo el efecto de la luna, es potente, me encanta verla, me encanta todo lo que tiene que ver con lo astrológico y astronómico también. Cuando estábamos armando el ensamble a veces decíamos que éramos una orquesta lunar. El nombre surgió de un lugar natural, orgánico y yo quería que la orquesta tuviera intensidad aunque sus integrantes cambiaran. Al principio no era tan consciente de todas estas cosas hasta que obviamente el tiempo va pasando y tenemos más información. Siempre he sido muy mandada, o sea, siempre fui muy tímida de niña, pero con la música me lancé. Lo que sentía antes era como que no me entendían, no comprendían lo que yo quería, o que la gente no creía mucho en mí. A mí me gusta mucho visualizar, entonces yo digo: ¡Ah!, yo quiero hacer tal cosa y la hago, no me importa si vale mucha plata, no me importa si está muy lejos, yo nada más lo pienso y lo quiero hacer y pienso que es posible, más allá de cómo llegue. Simplemente creo en mí y en lo que yo puedo ofrecer, y creo que es común que la gente confíe en otros cuando ven los resultados.

Ahora siento que la gente confía en mí. Me ha costado mucho llegar a ese lugar, y ganarme esa confianza o que crean en mis ideas, pero ahora sí siento que tanto hombres como mujeres creen en mis ideas. Con el chelo hasta dilema tuve, porque yo no me siento ni chelista, ni cantante, ni nada: de repente hay periodos extensos que paso componiendo con el piano y el chelo no lo vuelvo a ver; en otros momentos agarro el cuatro venezolano, que hace poco aprendí a tocar yo sola sin que me dieran clases y a veces cojo el chelo para detalles. Prefiero pensar que soy compositora e instrumentista.

Y cantante…

—Es que también la voz es un instrumento, claro. Llega un momento en que se hacen tantas cosas que es más integral. Yo tampoco estudié composición, simplemente empecé a componer, pero cada vez que quería meterme en la carrera de composición algo me detenía. Hacía las obras de requisito para enviar y no las enviaba, creo que me daba como cosa que fuera muy clásico, porque en ese entonces lo era. Ahora con los Carlos (Castro y Escalante) creo que es más abierto (la Escuela de Música de la Universidad de Costa Rica) y es contemporáneo. Hace poco Carlos Castro me decía que por qué no me metía a la carrera, que yo podría hacer mi música y presentarla, pero no sé si quiero. No es el momento. Yo creo que tengo más libertad si lo hago así.

En “Afortunada” colaboraron colegas de Zúñiga y la Orquesta Lunar, fusionando polirritmias africanas, notas pedal y paisajes sonoros con elementos de la música clásica y étnica. (Foto: Daniel Peraza)

¿Cómo fue producir el proyecto con el fondo de Ibermúsicas?

—El proceso de producción se realizó con un fondo de Ibermúsicas para el cual aplicamos, que estuvo dirigido a componer y arreglar el álbum Telescopio, del cual grabamos una pieza e hicimos un videoclip que vamos a estrenar el 1 de junio. Los arreglos los hicimos entre Gerardo (Mora), Fabián (Arroyo), Alan (Chincilla) y yo, y en esta pieza específica que estrenamos Yenly como invitada de Cuba. Fue un trabajo muy bonito porque lo hicimos a distancia. Ibermúsicas pagó esos arreglos y la sesión de grabación del tema. Igual estiramos el presupuesto y vamos a lanzar el videoclip y también un vídeo documental del proceso que es un cortometraje. El sencillo lo grabamos donde Óscar Herrera de Tiempo Líquido. Después la mezcla la hizo Tomás de Camino, autómata. Al final el audio se masterizó Abbey Road, para tener mejor calidad un poquito y de verdad que nos gustó mucho como quedó.

¿Abbey Road como en Abbey Road?

—Es que el cambio fue importantísimo; que sea una masterización en un sistema análogo, trabajado por una persona que se concentra en el track y no una máquina, hace una gran diferencia. El vídeo y las fotografías los hicimos en Pérez Zeledón, donde estuvimos dos días.

¿El concepto del video como surgió?

—Apareció con la máscara de un pájaro de mi amiga ceramista Yenni Vila, a quien le encargué que me hiciera cuatro para el video. Ella creó un colibrí, un águila arpía, un bobo y un carpintero real. Con las máscaras ya estaban los personajes; Roberto Peralta diseñó el video y la fotografía es de Daniel Peraza. La locación es una finca familiar que nos facilitó Nayubel Montero, gestora del proyecto, entre cañaverales, el Río Chirripó y bosques.

¿Qué sigue después?

—Vamos a empezar a grabar el álbum Telescopio en la segunda parte del año. Esta primera pieza es un detallito que tiramos antes.

**Por error, en una versión anterior de la entrevista se consignó el nombre de la música como Elena Escobar, cuando en realidad es Elena Zúñiga Escobar; asimismo el nombre de Yendy que es Yenly Medina.

Creadores lunares

Créditos de la canción “Afortunada”:

  • Elena Zúñiga: producción musical/dirección/composición/arreglos y ejecución de cuerdas, voces y cuatro venezolano; Gerardo Mora: producción musical/arreglos y ejecución de batería y percusión; Fabián Arroyo: arreglos y ejecución de piano y teclados; Allan Chinchilla: arreglos y ejecución de bajo eléctrico; Yenly Medina (Cuba): arreglo y ejecución de bajo en Afortunada; Oscar Herrera: grabación y edición (Tiempo Líquido Audio); Tomás (Autómata) de Camino: ingeniería de mezcla y postproducción; Simon Gibson (Abbey Road): masterización; Roberto Peralta: dirección y realización audiovisual; Nohely Barahona/ Lisandra González: producción audiovisual (Cuba); Daniel Peraza: Foto fija y arte de la portada de sencillo  “Afortunada”; Hilda Porras: Vestuario / Jenni Vila (Cerámica Patli): Máscaras / Ruth Jiménez: Maquillaje; Nayubel Montero: Gestión Artística/Logística/Management.

Videoclip oficial: Elena y la Orquesta Lunar – AFORTUNADA (Video Oficial)

Teaser: https://fb.watch/dm7H2UGLNG/

Suscríbase al boletín

Ir al contenido