Obras que son verdaderas impresiones, no solo por ser grabados sino por las impresiones de las historias y emotividad que transmiten.
Así se aprecia la serie de 29 grabados titulada Icono-grafía que se expone hasta el 29 de octubre en la Galería Talentum, ubicada en Barrio Amón, de lunes a viernes de 10 a.m. a 6 p.m. y sábados de 10:30 a.m. a 6:30 p.m; domingos cerrado.
Los grabados, con un formato de 10 cm x 10 cm, son de autoría de artistas plásticas del Colectivo Grabado Mujer que reúne a 50 grabadoras costarricenses.
La coordinadora del colectivo, Li Briceño, explicó que la exposición presenta grabados en diferentes técnicas que van desde las tradicionales como la serigrafía, el metal, la monotipia y el monograbado, pero también otras que utilizan distintos tipos de herramientas como la transferencia y la fotografía, más las mixturas entre unas y otras.
“No solo es grabado sino que hay un uso de un 25 % de otras técnicas como el textil y la cerámica”, detalló Briceño.
El Colectivo Grabado Mujer se formó en el 2015 y en la actualidad es intergeneracional, con una base de artistas de larga trayectoria junto a un número importante de grabadoras graduadas o a punto de graduarse de Artes de la Universidad de Costa Rica, entre otras muchas.
“Eso ha sido como muy refrescante para las más viejitas, para las que tenemos más tiempo de andar investigando y creando en las artes plásticas. Las chicas han inyectado una dosis impresionante de energía súper positiva y de atrevimientos muy importantes”, agregó.
Para Briceño el colectivo permite que el grabado no se estanque sino que sea constantemente renovado con distintas perspectivas y abordajes, y posibilidades de investigación.
Precisamente investigando sobre la producción en grabado de las mujeres en Costa Rica, Yula Cambronero se ha encontrado con que hay mucha desobediencia frente al convencionalismo técnico o purismo.
“Más bien nos encontramos con muchas posibilidades de la forma de hacer combinaciones, de, incluso, atreverse a intervenirlas manualmente con otros medios comerciales, como los textiles que vienen de otras tradiciones”, señaló Cambronero.
Asimismo hay una diversidad de bagajes u orígenes de quienes están formadas en pintura o grabado, en diseño gráfico, en talleres particulares que no se forman necesariamente en lo disciplinar sino en prácticas artísticas y que vienen sin atavismos para trabajar libremente el abordaje de las técnicas.
La exposición tiene, a la vez, pluralidad temática: “partimos del concepto iconografíco de hacer propuestas de las tradiciones costarricenses. De esta forma algunas trabajaron la flora y la fauna, otras lo hicieron como apreciaciones de la herencia precolombina; es decir, hay diversas asociaciones de pensar el universo iconográfico respecto del imaginario nacional”, concluyó Cambronero.
