Cultura

Grabado y literatura hacen mancuerna para homenajear obra de sor Juana Inés de la Cruz

El Colectivo Grabado-Mujer elaboró 40 obras inspiradas en la artista mexicana, las cuales están expuestas en el Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural, del Ministerio de Cultura, ubicado en la Avenida Central. La exposición se mantendrá hasta el 8 de diciembre en horario de lunes a viernes de 8 a.m. a 4 p.m.

El Colectivo Grabado-Mujer realizó la exposición Yo, la peor del mundo: la poesía de la imagen, un total de 40 obras (una por artista) inspiradas en la vida y obra de la escritora mexicana del siglo XVII, sor Juana Inés de la Cruz.

“Es muy importante llevar la parte visual unida a la palabra, que es tan hermosa pero que a veces es solamente lectura y no es voz. La palabra puede entrar en comunión con lo visual y fortalecerse para dar un mensaje mucho más claro”, declaró Li Briceño, miembro fundadora del Colectivo Grabado-Mujeres.

La exposición forma parte de la celebración de los 100 años de historia de la Academia Costarricense de la Lengua, quienes trabajaron en conjunto con 40 artistas para realizar los grabados.

“La Academia Costarricense de la Lengua y el Colectivo Grabado-Mujer han acordado colaborar para entablar un diálogo entre la obra literaria de esta figura cimera de la literatura en lengua española y el talento del arte gráfico costarricense. Con esta actividad, la Academia engalana su efeméride y cumple con sus fines estatutarios de promover el conocimiento y estudio del patrimonio literario”, aseguró Víctor Manuel Sánchez, presidente de esta organización.

Las piezas fueron elaboradas a manera de “exlibris”, una especie de “sello de propiedad” el cual se imprime en la parte reversa de la portada o en la primera hoja de los libros, y se utiliza para indicar el propietario del ejemplar.

“Fueron ocho meses de arduo trabajo, en verdad fue un desafío plasmar una narración en un formato de 13 x 13 cm. Llevó mucha investigación, yo creo que la mayoría nos hicimos admiradoras de sor Juana por pasar leyéndola”, expresó Briceño.

Según explica el miembro de la academia Alexánder Sánchez, además del homenaje a la escritora, el proyecto es una demostración intencionada de la relación tan estrecha que ha tenido la literatura con otras formas de expresión artística.

“La obra literaria de sor Juana Inés de la Cruz, cumbre de las letras coloniales hispanoamericanas, es un punto de encuentro que convoca la reflexión sobre esos estrechos lazos, así como sobre muchas de las transformaciones y luchas que enfrentan las sociedades actuales de nuestro continente”, expresó Sánchez.

Las artistas a cargo de grabar una vida de poesía

El Colectivo Grabado-Mujer es una organización de 50 artistas unidas para crecer articuladamente en su quehacer artístico, desde la inspiración mutua con el intercambio de conocimientos, hasta la gestión conjunta de proyectos que les permita dar visibilidad a su arte.

El colectivo inició en 2015 de la mano de Li Briceño, una artista plástica costarricense, quien tuvo la inquietud de reunir a artistas de esta área ante la poca visibilidad que estaban recibiendo las mujeres en el grabado.

“Se escuchaba mucho del grabado tico hecho por los varones, pero el hecho por las mujeres andaba medio adormecido. Hablé con mi maestro Jorge Crespo y le dije si sería mucha arrogancia de mi parte hacer un colectivo de grabadoras y me dijo: ¿Cuál arrogancia? hay que hacerlo porque nos está haciendo mucha falta”, comentó Briceño.

La artista asegura que el espacio, gestionado mayormente mediante mecanismos virtuales, ha sido una oportunidad para conectar a artistas de diferentes generaciones y poner en común sus avances técnicos.

“Nos hemos nutrido de grabadoras jóvenes muy entusiastas, algunas ni siquiera han terminado aún sus estudios, pero son grandes talentos. Eso ayuda a que el grabado siga y no se estanque con un montón de viejitas”, añadió con risas la artista.

Briceño afirmó que en el colectivo convergen una variedad de voces de artistas provenientes de la Universidad Nacional y la Universidad de Costa Rica, así como de los talleres Bastidor Solitario, Bastidor Aguatinta, La Casa del Artista y otros independientes.

“A mí me preguntan si es difícil trabajar con un grupo de por ejemplo 40 personas, como fue el caso de la exposición de sor Juana Inés de la Cruz, y yo les digo que no; verdaderamente son mujeres muy conscientes y entre todas prima algo fundamental: el sentido de colectivo”, declaró la grabadora.

Posterior a la exhibición en San José, comenta la artista visual, el colectivo buscará llevar esta exposición a otras zonas del país, fuera del Área Metropolitana y están en proceso de publicar un libro que reúna estas obras.

“La segunda fase del proyecto es el libro, que está ya casi armado y que ahorita estamos viendo cómo hacemos para editarlo. Eso sería poner ya el proyecto en conjunto, en un solo círculo”, añadió.

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