Cultura Experiencia escénica performática en el CCE

Frente a la muerte, cualquiera puede ser Adela

La casa sin Bernarda resultó ganadora del concurso FUERA DE, convocado por el Centro Cultural de España. Este fin de semana y el próximo son las fechas para presenciar la creación procesual.

Son cinco Adela(s) con una sandía roja y jugosa entre las manos, comiéndosela a grandes mordiscos, disfrutando y chorreándose.

En el espacio escénico -ritualista-, donde domina el blanco, contrastan los vestidos largos, negros con gris, con uno por su color distinto, el de Adela.

Todas y cualquiera somos Adela en la creación procesual La casa sin Bernarda: viajes imaginales alrededor de las muertes de unas, propuesta ganadora del concurso FUERA DE 2023, convocado por el Centro Cultural de España.

Desde marzo colaboran en el proceso interdisciplinario un equipo creativo conformado por Luisa Pérez Walter y Grettel Méndez Ramírez en la dirección; accionado por ambas Méndez y Pérez, así como Tatiana Sobrado, Natalia Arias y Liliana Biamonte; el mundo sonoro a cargo de Natalia Tapia; la comunicación y fotografía de procesos en manos de Marcia Silva y la consultoría teórica bajo la guía de Patricia Oliva.

También contaron con el apoyo conceptual de Manuel Ortega, para que desde la física hablara de los sistemas de jerarquía en los grupos relacionados con las dinámicas de poder.

Con una descarga potente de sensaciones, emociones y discursares -de alguna manera catártica-, las cinco mujeres accionando en escena proponen una inmersión vívida en los temas de la muerte como motor, la violencia de género y La casa de Bernarda Alba, obra de teatro de Federico García Lorca.

De vuelta de un viaje a Estados Unidos -en donde trabajó como doula acompañando a personas en procesos de vida, muerte y transición-, Pérez, para quien el tema de la muerte es fundamental, sintió un renacer y en un proceso de escritura con Méndez le surgió la pregunta: “¿qué pasaría en un casa sin Bernarda?”

La casa sin Bernarda: viajes imaginales alrededor de las muertes de unas, entonces, inició su travesía de creación al ganar el concurso del CCE, y continúa en su proceso al compartirse con el público el viernes 2 y 9 y sábado 3 y 10 de junio, en la sede en Barrio Escalante.

La violencia de género y concretamente el femicidio son el punto de partida, tránsito y llegada, para volver a partir y continuar en un viaje reincidente pero distinto cada vez.

Asimismo, mediante la resignificación y actualización del texto lorquiano, no Bernarda sino Adela y su muerte forzada, se transforma en el centro de la investigación y el laboratorio creativo.

Apoyadas en el respaldo teórico de Patricia Oliva, el equipo creativo experimentó con las inquietudes en torno a la muerte, la violencia de género y las dinámicas del poder como eje: “En primera instancia hablamos en términos del poder, porque Bernarda representa la opresión castrante, y luego con Patricia abordamos la violencia de género y que Bernarda es consecuencia del patriarcado pues reproduce una práctica heredada machista”, detalló Méndez.

Así se dieron cuenta de que Bernarda no era la figura más importante de la pregunta sino lo que estaba alrededor, y de esta manera se encontraron con Adela y las mujeres de la casa.

Adela se suicida porque es forzada por el patriarcado: ¿qué pasa con los femicidios de mujeres que son forzadas a morir producto también del patriarcado?, se plantearon.

“Descubrimos a Adela vinculada a los femicidos y empezamos a decir que todas somos Adela, porque las mujeres son asesinadas, son forzadas a morir desde el patriarcado;  de este modo encontramos paralelismos y produjimos juntas la estructura desde la dirección con textos y testimonios, creados por cada una de las actrices”, explicó Méndez.

La experiencia escénica performática fue planteada para continuar trabajándola como un laboratorio. “La propuesta es performática primero porque accionamos también desde nosotras mismas. A veces somos nosotras, a veces es un boceto o una huella de lo que podría ser Adela y siempre pasamos de un estado a otro. También tratamos de que haya una participación del espectador. Estamos generando un tejido, por supuesto, pero que no tiene esa idea de una obra en el sentido tradicional; además puede cambiar cada noche”, señaló Méndez.

Pérez agregó que en términos de experiencia se dieron la oportunidad de vivirla a profundidad, habitando espacios muy personales e íntimos donde han llorado y reído juntas.  “Todo pasa por nuestra alma, nuestro corazón y cuerpo, y eso implica enfrentarse a la realidad de estas mujeres a las que se les robó hasta la oportunidad de morir como tenían que morir”, destacó.

Sentir lo espeluznante de que a las mujeres se les robe la vida; “son nuestras propias muertes y miedos”, agregó Pérez.

FUERA DE desea ser un laboratorio dinamizador, un “lugar de juego” de las posibles  expresiones escénicas, un análisis de la ruptura con la dramaturgia del pasado, una exploración del contenido, la transformación de los cuerpos y los espacios y la creación de estéticas y lenguajes acordes con la realidad.

Al respecto de la convocatoria del CCE,  Méndez agradeció el espacio que invita a la creación de piezas y la generación de procesos de investigación, pues son fundamentales para explorar y equivocarse.

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