Cultura

Expresión, fuerza y color articulan contradicciones en Carolina Guillermet

La muestra permanece abierta hasta el 12 de julio en el Museo Calderón Guardia, ubicado en Barrio Escalante

El Museo Calderón Guardia, ubicado en Barrio Escalante, alberga hasta el 12 de julio la exposición de la artista visual Carolina Guillermet, en la que con expresividad y fuerza colorida presenta acrílicos, en su mayoría en gran formato, y serigrafías.

Las obras reunidas en la exhibición titulada La articulación de las contradicciones, son producto de las experimentaciones que Guillermet ha realizado con el color a lo largo de su carrera.

Al respecto de su búsqueda como artista visual, Guillermet afirma que le interesa el color en conjunción con las formas, en tanto expresiones intuitivas y subjetivas, simbólicas, y, por ende, que puedan articular emociones y significar en el paisaje.

 

“Creo en la construcción meditativa de lo visible y formular paisajes vivos, en el planteamiento del color veo una posibilidad de jugar con afectos que no son coartadas por un exceso de racionalidad”, dice la artista.

En su práctica relacionada con el color, Guillermet reconoce afinidades o referentes del high art, así como de la cultura popular, con influencias de los teóricos modernos del color como Johannes Ittens y Josef Albers, de la arquitectura de Luis Barragán y Mathias Goeritz, las geometrías indígenas, la abstracción geométrica latinoamericana, el paisaje tropical y la arquitectura informal.

 

Guillermet explicó que la motivación detrás del título La articulación de las contradicciones habla del aspecto formal de pinturas que “son geometrías no tan geométricas, pues hay algo desfasado o torcido, en juego con la lógica relacional.

Para la artista visual, las arbitrariedades de su pintura expresan las contradicciones de los seres humanos: “las relaciones con el “otro” son contradicciones en el color, en las cuales veo una posibilidad expresar un abanico de emociones”.

La muestra está conformada por 28 obras, de las cuales 24 son acrílicos de expresión abstracta geométrica y 4 serigrafías.

Para el director del museo Calderón Guardia, Luis Rafael Núñez Bohórquez, Guillermet “incursiona en lo abstracto geométrico con una marcada tendencia tropicalizada, con el uso de verdes y naranjas en sus versiones más brillantes, más intensas. Destaca la excelente composición y se torna muy interesante el tema de la yuxtaposición, que vislumbra investigación y continuidad”.

 

Como parte del proyecto, Guillermet incluye una única pieza cuyo referente es el paisaje urbano, específicamente las casas y aceras con arquitectura irregular del barrio cerca de la Botica Solera en el centro de San José.

“Fue la primera pintura que hice para una intervención urbana, como una forma para articular volúmenes y superficies de casas cuya característica es la arquitectura informal”.

Para el historiador el arte latinoamericano José Luis Falconi, de la Univeridad Brandeis, Estados Unidos, “los paisajes abstractos de Carolina Guillermet son siempre paradójicos,… en tanto son precisos en su disonancia cromática o compositiva, sus pinturas nacen de una delicada pero rigurosa contraposición de colores, a lo que se les suman desafiantes esquemas arquitectónicos, y paisajes casi imposibles”.

Agrega el especialista que “la paradoja los vuelve íntimos, la abstracción de la intimidad se despliega a partir de la continua y discreta disonancia de cada una de sus partes”.

Colores de Carolina Guillermet

La intervención del espacio público ha estado muy presente desde los inicios de la carrera de Guillermet, cimentando toda su visión artística.

Se formó en la Escuela de Artes Plásticas en Pintura en la Universidad de Costa Rica y obtuvo una especialidad en arte y diseño en Ginebra, Suiza.

En la actualidad es docente en el área de diseño en la UCR.

Recibió el Premio Aquileo J. Echeverría en Pintura en 2006 por la intervención urbana Casas pintadas y por la exposición Ciudades: memoria colectiva, esta última en el Museo Calderón Guardia.

Ha expuesto en siete ocasiones en forma individual en Costa Rica, Francia (París y Toulouse) y en Suiza, realizado ocho instalaciones en espacios públicos en Suiza y Costa Rica, y grupalmente ha participado en veintidós muestras de arte.

En 2016 y 2017 participó en residencias en Beijing, China y fue becaria en investigación en el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo MMCA, en Seúl, Corea del Sur.

Ha sido becaria curatorial, 2013 y 2014 en “Queens Museum” en Nueva York. En 2015 se desempeñó como consultora curatorial para proyecto en el “Hammer Museum”, en la ciudad de Los Ángeles.

Su obra es parte de las colecciones de varias instituciones públicas del país, así como de París y Toulouse, en Francia, y de Ginebra, Suiza.

 

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