Cultura

Estudiante de la UCR saltará al máximo escenario de bandas marchantes

Francisco Cisneros, estudiante de enseñanza de la Música e instructor de percusión rítmica en la Banda Municipal de Acosta, participará en prestigioso encuentro internacional de bandas marchantes.

En una carrera contra el tiempo está el joven percusionista costarricense Francisco Cisneros.

En juego está ni más ni menos en participar en el prestigioso Drum Corps International (DCI), quizás el certamen internacional más importante de las llamadas artes de marcha, toda la conjunción de disciplinas artísticas que entran en juego en el trabajo de las bandas de marcha.

Ya superó dos etapas de complejas audiciones en marimba, en las que primero se aventuró con una composición original, y posteriormente debió ser capaz de ejecutar requerimientos in situ de los evaluadores. Pero aún falta romper la barrera del dinero.

La oportunidad que se le abrió a Cisneros es para sumarse a la agrupación Troopers Drum & Bugle Corps, y participar en la categoría denominada Clase mundial, es decir, el máximo nivel.

“La alegría es inmensa”, dijo el estudiante de cuarto año de Enseñanza de la Música de la Escuela de Artes Musicales (EAM) de la Universidad de Costa Rica (UCR). Si todo sale bien, será el primer costarricense en participar del certamen, aunque reconoció que el año pasado se abrió una oportunidad similar a unas jóvenes del grupo Color Guard, de la Banda Municipal de Zarcero, y a un conjunto de trompeta de Guanacaste; oportunidad que se vio truncada por la pandemia.

Con los pies en la tierra, el joven de 21 años reconoció que a parte de esa alegría, “es una responsabilidad muy grande dejar el país en alto, además de la responsabilidad económica, porque la matrícula es bastante cara, $2.950, más los gastos como tiquetes de avión. Todos esos gastos son la mayor jalada de torta”, expresó, con un dejo coloquial.

“Uno como percusionista tiene que saber tocar de todo, en mi caso todavía me estoy especializando en la percusión melódica, pero es un proceso que creo no va a terminar nunca”, Francisco Cisneros.

Detalló que debe partir en julio, para llevar a cabo un mes de entrenamiento “súper intensivo”. Luego, el primero de agosto empieza el DCI Tour por diferentes estados de ese país, presentándose en las regionales de la competencia, y ya el 15 de agosto corresponderá a las finales. “Este año, por la pandemia, va a ser únicamente exhibición, no hay competencia, pero igualmente los estándares son los mismos”, destacó.

Un solo camino

Cisneros relató que poco antes de cumplir cuatro años participó en el programa Manitas Musicales, del Instituto Nacional de la Música,  “por dicha siempre ha habido mucha música en mi familia, mis papás son músicos, al igual que mis tíos, entonces por todo lado ha venido ese interés”.

Como colegial integró la banda del Salesiano Don Bosco y en 2017 tuvo su primer acercamiento con la marimba, cuando audicionó para entrar a la Etapa Básica de la UCR. Relató que estaba acostumbrado a instrumentos más pequeños.

“Uno como percusionista tiene que saber tocar de todo, en mi caso todavía me estoy especializando en la percusión melódica, pero es un proceso que creo no va a terminar nunca”, reconoció.

“Lo bonito tal vez, no de la marimba como tal, sino de la percusión, es la versatilidad”.

Relató además que desde sus años de colegio miraba vídeos de DCI. “Siempre ha sido una competencia que uno ve y admira, pero cree que es algo súper lejano”. Esa lejanía se empezó a vencer cuando en diciembre de 2019 invirtió sus propios ahorros para participar en un campamento formativo organizado en California por el grupo Pacific Crest Drum & Bugle Corps.

Luego, a inicios del año pasado la ya mencionada agrupación Troopers Drum & Bugle Corps llevó a cabo otro campamento y audición en Costa Rica, auspiciado por la Banda Comunal de La Fortuna, de San Carlos. Cisneros logró capturar la atención de los estadounidenses: “me ofrecieron un puesto en la banda, pero no era el que yo quería, después llegó la pandemia y ya para el 2021 hicieron un proceso de audiciones virtuales”.

Fue en la primera ronda de esas audiciones virtuales que el joven se mandó con una composición original. El atrevimiento rindió sus frutos y por ello se le seleccionó para participar en una serie de campamentos virtuales por Zoom, antes de la segunda ronda de audiciones en que debió ejecutar ejercicios impuestos por el grupo.

Posteriormente, recibió el correo electrónico en que se le informó que había sido seleccionado para formar parte de la agrupación durante el DCI.

Traer la disciplina

Cisneros explicó que en Costa Rica se cuenta con bandas rítmicas que tienen tambores y tocan música más latina, como las bandas colegiales que desfilan en fechas patrias. Por otra parte, las bandas marchantes o marching band ya integran instrumentos de viento y tocan música “más marcial” en desfiles, como en el Festival de la Luz.

Explicó que los espectáculos que se realizan se dividen en los de exteriores, o outdoor y los de interiores, indoor.  “El DCI es una competencia outdoor, y en un show de campo lo que se hace es escoger una temática y, por medio de la disciplina marching, unir todas las artes que conforman ese show”, lo cual incluye la música, los movimientos, los drills, es decir, “hacer formas en el suelo con las personas”, el vestuario e incluso la escenografía.

“De hecho -explicó Cisneros- a estas disciplinas en inglés se les llama marching arts, porque combinan varios elementos artísticos en el mismo escenario”.

Así, el percusionista expresó su objetivo de “traer la disciplina de marching band”,  pues según detalló, en Costa Rica “hay muy poca gente que de verdad” sabe del tema “tal y como lo enseñan en Estados Unidos, y es una disciplina que perfectamente se puede adaptar al contexto de Latinoamérica, pero siempre es necesario que sea gente que ya haya pasado por una banda de allá”.

Dijo entonces sentirse “súper honrado” y que asume como una responsabilidad ese objetivo de promover y desarrollar esa disciplina en el país, “adaptarla incluso a la música costarricense, a la música latinoamericana”.


Colabore

Francisco Cisneros requiere aproximadamente de $4.000 para acudir al importante encuentro internacional.

Quien quiera ayudarle puede hacerlo a su cuenta del Banco Nacional 200-01-070-003505-0, al

IBAN: CR26 0151 0272 0010 0350 54, vía SINPE Móvil al 8311-6873, o a través de PayPal [email protected]


 

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