El Museo de Arte y Diseño Contemporáneo (MADC) ofrece a partir de este jueves cuatro exhibiciones de muy diversa índole, unificadas por lo que Paz Monge, directora, describe como la “agenda interdisciplinaria” de la institución.
Se trata de “Un proyecto de tendencias: 30 años de Bienales de Arquitectura en Costa Rica”; “Marcas vivas. Algunos encuentros entre tatuaje, arte y diseño en Costa Rica”; “Pequeño fin del mundo” y “Santa Luchona: La patrona de las que luchamos en las calles”.
Esas cuatro exhibiciones constituyen ultimo ciclo de exhibiciones de 2022, cuatro que definen la agenda interdisciplinaria del Museo.
La primera de ellas, “Un Proyecto de Tendencias” se muestra bajo la curaduría de José Picado García y la propia Monge y consiste en una revisión de la trayectoria de la Bienal de Arquitectura en Costa Rica, no sólo de los proyectos y personajes que han sido galardonados, sino también de las tendencias que han sido legitimadas.
Monge detalló que esta exhibición “va a marcar un precedente en la programación del MADC” pues según destacó es la primera vez que “el equipo curatorial en conjunto con la Dirección crea esta retrospectiva de la Bienal de Arquitectura no solo en Costa Rica, también en la región centroamericana y este formato de exposición y premio ha creado una tendencia en los diferentes modos y estilos de la arquitectura moderna y contemporánea”.
Por ello la funcionaria dijo que le causa “mucha emoción y alegría contar no solo con los mejores estudios y arquitectos de Costa Rica, sino darle espacio institucional a la disciplina del diseño arquitectónico”.
Al igual que la exhibición sobre arquitectura, la muestra sobre el tatuaje y el diseño está abierta al público hasta el 11 de febrero y en realidad se trata de un proyecto de investigación enfocado en el devenir más reciente y el contexto actual de esa forma de arte corporal tatuaje en Costa Rica.
Por ello resulta en una muestra de arte contemporáneo y el diseño, que visibiliza a quienes se dedican al tatuaje “como una manera de celebrar su conocimiento, sus expresiones y sus aportes a la cultura. La muestra busca destacar a artistas emergentes que están utilizando el tatuaje como un medio de indagación artística y también, claro está, como fuente de ingreso”, explicó en un comunicado Fernando Chaves Espinach, curador adjunto del MADC.
Detalló que se realizó una convocatoria a artistas del tatuaje de distintas generaciones y estilos, con la intención de “capturar un momento en el tiempo, la efervescencia del momento que vivimos, cuando el tatuaje es cada vez más accesible y popular”.
Chaves Espinach también es curador de “Pequeño fin el mundo”, una instalación de mantas textiles del artista José Rosales que alojará la Pila de la Melaza hasta el 26 de noviembre.
Las mantas ofrecen una representación de personajes y viñetas de sucesos “que se mueven entre acontecimientos que pasaron, o podrían pasar, pero que están compartiendo un mismo espacio y momento”, todo ello a partir de la visión de Rosales del fin del mundo, respecto a sus posibles causas, luchas y las reconciliaciones que podría implicar.
El propio artista reflexionó que la noción del fin del mundo es “una idea atractiva por como la entendemos. Puede significar el fin de la humanidad o el agotamiento de recursos, una catástrofe climática o el día que el Sol se trague la Tierra. Existen modelos científicos que explican todo eso y lo proyectan por años en el futuro”.
Añadió que por ello, le gustaría pensar qué otras formas puede adoptar el mundo luego de que la humanidad deje de existir, “si nos vamos a adaptar, de qué maneras vamos a ir desapareciendo, qué formas de vida tomarían nuestro lugar y cómo podrían aprender de nuestros errores”.
Este proyecto recibió el apoyo del Fondo Concursable 2022. Al respecto Paz Monge dijo que esos fondos concursables tienen “gran importancia” en la programación del MADC, ya que “son la manera no solo de apoyar al gremio artístico y de diseño por medio de estos fondos que financian sus proyectos que se exhiben luego en el museo”, sino que “logran dar diversidad a la programación del Museo, siempre con el apoyo del equipo curatorial y de montaje del MADC pero también con la visión nueva y fresca de curadores, investigadores, artistas y diseñadores que logran aplicar y ganan estos fondos”.
Finalmente, Santa Luchona, también abierta hasta el 26 de noviembre, consiste en un proyecto de investigación y acción, resultado de la participación del Colectivo Las Hartas en Ritual 0.02, una residencia de producción artística, gestionada por el proyecto satis.FACTORY.
La curadora de esta exhibición es Erika Martin, quien acompañó a Las Hartas en la elaboración del mito y culto a una “alter santa”, pagana y popular, patrona de las luchas feministas y defensora ante el patriarcado.
“Nuestra intención es convertir la Sala 1.1 en un espacio ceremonial, que invita al público a ser parte de la experiencia devota de La Santa Luchona, tanto en las diferentes activaciones-rituales-participaciones”, como una procesión que se llevará a cabo como una acción colectiva que arrancará en el MADC y finalizará en la Plaza de la Democracia al culminar la marcha del 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer.
Esta exposición está conformada por cuatro exvotos, un responsorio y una instalación/altar de La Santa, que consiste en: una alfombra de aserrín y unas andas que albergan la figura de la santa, según detalló Martin.
